Ferrari abstracto y político

El Reina Sofía repasa sus indagaciones sobre imágenes y poder

Madrid,

Criticó las desigualdades y ciertas estructuras de poder, cuestionó la utilización de las imágenes en el contexto occidental, subrayó la importancia de la palabra y también se sumergió, de la mano de las controversias que sus propios trabajos suscita(ro)n y de textos que no son legibles, en las implicaciones de la censura.

El Museo Reina Sofía ha presentado hoy “La bondadosa crueldad. León Ferrari, 100 años”, exhibición que se articula a partir de la extensa donación de obras originales y copias del artista que ha recibido el centro y que después viajará, en 2021 y 2022, al Van Abbemuseum de Eindhoven y al Centre Pompidou de París. Julieta Ferrari, su nieta, ha incidido en la convicción de FALFAA, la Fundación Augusto y León Ferrari, de que su obra trasciende límites y territorios y ha recalcado su voluntad de cederla a la sociedad (queda que la sociedad la tome, en sus palabras).

El propio título de la muestra se refiere a la ambigüedad de las imágenes, su escasa inocencia y sus múltiples lecturas; nos recibe la versión del argentino del Juicio Final miguelangelesco bañado en excrementos, porque la moral judeocristiana fue una de sus dianas y la reflexión sobre la la iconografía histórica una de las constantes de su producción, en la que hizo uso de la ironía, el humor y el distanciamiento, dando la vuelta a las convenciones en temas y formas de representación. Abundan las referencias a otros artistas, pero la mayor intención de Ferrari fue llegar a la gente y ser popular, de ahí que trabajara a menudo desde la serialidad y los múltiples.

También criticó en no pocos trabajos las complicidades con la justicia de quienes no querían ver lo peor de la dictadura militar, en piezas tan significativas como Nosotros no sabíamos; y manejó la idea de tiempo largo, la noción de que todo lo que nos ocurre tiene un origen, vinculándola sobre todo a los nexos entre colonización y modernidad, en proyectos como La Justicia/ 1492-1992.

Vista de "La bondadosa crueldad. León Ferrari, 100 años". Museo Reina Sofía
Vista de “La bondadosa crueldad. León Ferrari, 100 años”. Museo Reina Sofía

La exhibición cuenta asimismo con abundante material de archivo relativo al compromiso de Ferrari con los derechos humanos o con la ecología e intereses científicos y ha sido comisariada por Fernanda Carvajal, Javier del Olmo, Andrea Wain y equipo FALFAA, que han pretendido proporcionar al público un acercamiento al legado de Ferrari desde miradas diversas, dado que una de las claves de su obra es la ausencia de linealidad, y también mostrar el otro lado de las obras terminadas: la minuciosidad de sus indagaciones en la historia del arte o en la aplicación de la justicia (contaba Ferrari con una gran biblioteca).

El conjunto de la muestra, pero sus salas centrales de forma especial, tienen un componente de laboratorio, subrayan cómo trabajaba y muestran elementos, temáticos y formales, que se desarrollan en el resto de la exposición. Encontraremos collages, dibujos, esculturas, vídeos y dos centenares de copias únicas de series y objetos que desvelan su modo personal de interpretar la cultura occidental y sus raíces, procurando, según los comisarios, un desmontaje de las pedagogías de la violencia propagadas por la matriz bélico-religiosa de la historia de Occidente.

Buscó el artista diseccionar las retóricas de expresión, visual y oral, del poder en lo que atañe a política, religión y medios de comunicación, experimentando en el camino con las formas visuales para suscitar en quien observa una toma de posición, sea esta la conmoción o, en un paso más, la adopción de una postura. Se sirvió para ello de materiales absolutamente diversos, del yeso a la madera pasando por el alambre o la tinta, pretendiendo generar piezas que implicaran a los espectadores y que también asociaran dibujo y escritura.

León Ferrari. Escrito en el aire, 1964. Fundación Augusto y León Ferrari Arte y Acervo
León Ferrari. Escrito en el aire, 1964. Fundación Augusto y León Ferrari Arte y Acervo

“La bondadosa crueldad” se inicia con sus denuncias de lo que entendía como apología de la tortura por parte de la religión, defecación de aves mediante, y continúa presentando sus exploraciones en torno al volumen, la escultura y la escritura como herramientas plásticas capaces de expresar mensajes políticos.

Sus primeros dibujos, collages, acuarelas o esculturas conjugaron ya la experimentación formal y las implicaciones poéticas, conceptuales y políticas; su producción resultó, ya desde aquellos comienzos, compleja en cuanto a posibles encasillamientos y justamente otro de los propósitos de esta exposición es deshacer la habitual división de la carrera de Ferrari en una fase abstracta y otra política, porque ambas tendencias, compatibles, estuvieron presentes a lo largo del conjunto de su carrera.

León Ferrari. La civilización occidental y cristiana, 1965. Fundación Augusto y León Ferrari Arte y Acervo
León Ferrari. La civilización occidental y cristiana, 1965. Fundación Augusto y León Ferrari Arte y Acervo

Recortó y reorganizó palabras e imágenes ajenas, exploró la espacialidad del volumen y sus formas orgánicas y gestuales devienen abstracciones o alfabetos ilegibles que tienen que ver con la censura. Cultivó, asimismo, ampliamente collages y reensamblajes: de los techos del Reina Sofía cuelga La civilización occidental y cristiana, pieza en la que un Cristo crucificado cuelga de un avión de guerra norteamericano, en referencia a la Guerra de Vietnam. Buscaba Ferrari asociar, en esa idea de tiempo largo, la semilla de la guerra con la noción religiosa de castigo al no creyente e interpelar a una sociedad que había interiorizado la violencia.

Un ejercicio inverso lo ensayó en la serie Relecturas de la Biblia, en la que combinó imágenes bélicas y sexuales, científicas y paganas, para reescribir los textos del Antiguo Testamento desde perspectivas abiertas al placer sexual. Si aquí la bomba atómica se convertía en materialización del infierno en la Tierra, en sus objetos-infiernos criticó la noción de justicia divina desde el humor más que oscuro: sitúa a santos en situaciones de tortura provocadas por elementos domésticos. El artista manifestó considerar que el verdadero infierno estaba en la cabeza y era aceptar la posibilidad del eterno castigo.

O la mirada a otro lado: en la citada serie Nosotros no sabíamos (1976), formada por recortes de prensa que dan cuenta de desapariciones en la dictadura, recuerda que es culpable quien no presta atención y de supuesta violencia, la que cíclicamente regresaría, y de las conexiones entre cultura y brutalidad, también habla 1492-1992 Quinto centenario de la Conquista, que enlaza atrevidamente esa conquista con la dictadura.

Fue a mediados de los noventa cuando Ferrari adoptó el diario como soporte de collages, entre ellos Nunca más, donde volcó su experiencia con la crueldad (su hijo Ariel se encontró entre los desaparecidos). El primero de sus collages literarios fue Palabras Ajenas (1965-1966), instalación sonora que recoge un diálogo imaginario, entre lo político y religioso, mantenido por casi doscientos personajes.

El recorrido de la muestra finaliza con varios trabajos que revelan un recorrido no cronológico por la biografía de León Ferrari y por la raíz de sus conexiones entre arte, política y vida. Se trata de obras y documentos inéditos “rescatados” de su archivo personal, entre ellos los relativos a la meningitis tuberculosa que padeció su hija, su exilio en Brasil y la desaparición de Ariel, en 1977. Confluye en ellos, por tanto, lo íntimo y afectivo y lo político y público.

Vista de "La bondadosa crueldad. León Ferrari, 100 años". Museo Reina Sofía
Vista de “La bondadosa crueldad. León Ferrari, 100 años”. Museo Reina Sofía

 

 

“La bondadosa crueldad. León Ferrari, 100 años”

MUSEO NACIONAL CENTRO DE ARTE REINA SOFÍA. MNCARS

c/ Santa Isabel, 52

Madrid

Del 15 de diciembre de 2020 al 12 de abril de 2021

 

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