Fichados

Valeria Maculan

Valeria MaculanNOMBRE: Valeria

APELLIDOS: Maculan

LUGAR DE NACIMIENTO: Buenos Aires

FECHA DE NACIMIENTO: 1968

PROFESIÓN: Artista

 

 

A nuestra fichada esta semana, Valeria Maculan, la conocimos hace justo diez años, cuando su trabajo formó parte de la colectiva de artistas latinoamericanos “Mientras sea posible”, en la Casa de América. Aquella exhibición giraba en torno a las nociones de cambio y metamorfosis, aplicadas sobre todo al contexto de América del Sur, y tenía como objetivo último invitarnos a reflexionar sobre la capacidad del ser humano de transformarse a sí mismo y también de modificar su entorno. Maculan presentó entonces Ensayo 2, un proyecto donde vinculaba esas posibilidades que a veces obviamos a los objetos cotidianos.

En nuestro país hemos tenido oportunidad de conocer su producción en más ocasiones: en 2013 presentó monográfica en Magda Bellotti y también se ha sumado a colectivas en la Galería KirRoyal, Cruce, el Espacio OTR o el CEART de Fuenlabrada; participó asimismo en “PintorAs”, que itineró por Madrid, León, Ponferrada y Cádiz. Otras individuales las ha ofrecido en ArteBA, las galerías SlyZmud y Braga Menéndez y el Centro Cultural R. Rojas (Buenos Aires), el Museo de Arte Contemporáneo de Rosario, la Galería Jean Brolly de París y la École des Beaux-arts de Besançon, y sus colectivas le han llevado también a la Galería Patricia Dorfmann francesa, el MAMBA y el Museo Metropolitano de Buenos Aires, Le 10 neuf de Montbéliard, el Dumbo Art Center neoyorquino, Diverse Works Art Space (Houston) y la Galería Baro-Cruz brasileña.

Además, Maculan obtuvo el año pasado una de las Ayudas a la creación de la Comunidad de Madrid, el año anterior fue seleccionada en el programa OpenStudio – Lateral y resultó finalista en el Premio Ciutat de Palma Antoni Gelabert; y en años anteriores obtuvo becas del Fondo Nacional de las Artes y la Fundación Antorchas, también la beca Kuitca. Y cerramos currículum contándoos que ha participado en residencias en la Fundación Botín, el Atlantic Center for the Arts, la Skowhegan School of Art y el Centro Cultural Andratx.

Valeria Maculan. Under construction, 2006. Centro C. R. Rojas, Argentina
Valeria Maculan. Under construction, 2006. Centro C. R. Rojas, Argentina
Valeria Maculan. Under construction, 2006. Centro C. R. Rojas, Argentina
Valeria Maculan. Under construction, 2006. Centro C. R. Rojas, Argentina
Valeria Maculan. Under construction, 2006. Centro C. R. Rojas, Argentina
Valeria Maculan. Under construction, 2006. Centro C. R. Rojas, Argentina

Valeria se suma hoy a esta sección porque nos interesan las conjunciones de naturaleza y geometría en su obra, que derivan de su interés tanto por el ornamento como por el medio urbano. Encuentra inspiración en la ciudad y en los elementos cotidianos, invitándonos a observar por caminos alternativos lo que nos es más cercano.

Conforme al esquema que conocéis, hemos preguntado a Valeria por sus comienzos; su familia incentivó su tendencia creativa: Desde muy pequeña mis padres me han inculcado el valor de desarrollar una personalidad creativa y curiosa. Tuve la suerte de poder buscar y elegir la disciplina idónea para desplegar mi lenguaje. Más adelante llegaría la Universidad y la profesionalización del trabajo.

Valeria Maculan. Animales de invierno, 2019. Totoki Studio, ArtBanchel, Madrid
Valeria Maculan. Animales de invierno, 2019. Totoki Studio, ArtBanchel, Madrid

Formada en pintura, escultura y dibujo, la primera disciplina y la instalación son, nos cuenta, sus medios principales de trabajo. En uno y otro mantiene una relación directísima con los materiales, que suele abordar sin bocetos ni esquemas preparatorios, transformándolos a partir de las demandas de su propia naturaleza o de su contacto manual con los mismos; desde la fluidez y entendiendo lo pictórico conforme a un enfoque abierto que trasciende el trazo sobre el lienzo. Utiliza a menudo textiles, y cuando lo hace logra transmitirnos una potente sensación de libertad, por el movimiento sin rigidez de las telas y por su expresiva combinación de tonalidades y estampados. Suele buscar, justamente, acercarnos a lo insondable: Hoy mi práctica se desarrolla entre la pintura y la instalación. Mis proyectos versan sobre los límites de la pintura y su uso como medio para cuestionar las formas en que se puede expresar el cuerpo, psicológica, física y socialmente. Busco formas simbólicas básicas para crear un lenguaje no verbal utilizando diferentes materiales. Intento comunicar lo inexpresable: el elemento intuitivo e irracional de la experiencia y las relaciones humanas.

Sus referencias son muy diversas; cita a un artista brasileño bien conocido por su uso radical del cromatismo, y por buscar pulverizar las fronteras entre vida y arte en sus obras ambientales, y a dos escritores de vastísima obra que han buceado en el tiempo: Helio Oiticica y su lucha por liberar a la pintura de sus limitaciones espaciales y hacer de ella un instrumento capaz de integrar sensorialmente el entorno y las pasiones del cuerpo; de Jorge Luis Borges sus historias fantásticas y sus relatos sin tiempo, los laberintos, la filosofía, las bibliotecas y los espejos, y Joseph Campbell y su investigación acerca del mono-mito y su estructura a través del tiempo.

Precisamente una cita de Borges acompañó su muestra “Boneless” en ArteBA, de la mano de la Galería SlyZmud de Buenos Aires, que considera uno de sus principales proyectos hasta ahora: Soy yo, pero soy también el otro, el muerto. Mostró Maculan un conjunto de personajes elaborados con textiles, a medio camino entre un pasado de ecos míticos y un futuro sin forma. Habitaban un espacio entre doméstico y teatral, como actores representando historias legendarias en las que figuras metafísicas y primitivas toman posición en una sala.

Investigaba, en último término, los límites de la pintura en su relación con el espacio: Comienzo abandonando el esqueleto rígido del cuadro (un elemento autoritario, opresor y de connotaciones patriarcales) y remplazando la pintura por tejidos de diferentes texturas y color. Estas nuevas piezas blandas fueron surgiendo de manera inconsciente, ya no son ni pinturas ni esculturas. Son cuerpos pictóricos que cuelgan en el espacio y que sufren acciones (cortar, penetrar, golpear) apropiándose de un carácter humano, como parte de este mundo. Figuras antropomórficas, que caen desde el techo como capas de piel sometidas a la gravedad y modeladas por su propio peso.

En su trabajo con esos materiales blandos y con procedimientos de la costura, se acordó de Mary Shelley y su “hijo”: Puedo verme como Mary Shelley creando a su criatura, Frankenstein. Mientras trabajo se repiten en mi cabeza estas frases como mantras: la pintura es piel, el esqueleto es dibujo. La piel cubre, La tela cubre, La pintura cubre. Un cuerpo hecho de piel y huesos y un cuadro hecho de tela y tablas.

En cada pieza hay una ambigüedad entre anverso y reverso que invita a visitarla sin categorías cardinales. La relación entre ambas caras podría leerse como el opuesto o el complemento de la otra.

Los títulos de estas grandes piezas convocan figuras arquetípicas como La Sombra, El Héroe o El Sabio, induciendo a cada cual a identificar su sentido. También podrían ser prendas o uniformes de una civilización extinguida habitada por seres gigantes. Su estructura compositiva evoca a su vez a insignias políticas o religiosas.

En la obra confluyen la herencia de los artistas concretos latinoamericanos y la exuberancia tropical del paisaje americano. La influencia de lo ornamental, el contraste entre lo real y lo artificial, la hibridación entre lo trascendental y lo banal son algunos de los aspectos que rondan mi trabajo.

Valeria Maculan. "BONELESS", 2017. Espacio Banco Ciudad, ArteBA
Valeria Maculan. “BONELESS”, 2017. Espacio Banco Ciudad, ArteBA
Valeria Maculan. "BONELESS", 2017. Espacio Banco Ciudad, ArteBA
Valeria Maculan. “BONELESS”, 2017. Espacio Banco Ciudad, ArteBA
Valeria Maculan. "BONELESS", 2017. Espacio Banco Ciudad, ArteBA
Valeria Maculan. “BONELESS”, 2017. Espacio Banco Ciudad, ArteBA

La segunda obra que Maculan subraya la desarrolló el año pasado en el Centro de Residencias Artísticas de Matadero Madrid, gracias a las Ayudas a la creación de la Comunidad. Se trata de una instalación específica que bautizó como Las Paredes Son Puertas, relativa a los espacios marginales de la geografía latinoamericana, sobre todo a los asentamientos humanos informales e ilegales que surgen como consecuencia del crecimiento desbordado de los grandes centros urbanos.

Estudió especialmente los desplazamientos poblacionales como rasgo propio de nuestra contemporaneidad y también los vínculos profundos entre los cuerpos y sus refugios: La obra se inspira en los movimientos humanos que han dado lugar a las figuras de emigrantes, refugiados, personas desplazadas y exiliados como uno de los rasgos que caracteriza nuestro tiempo. Su intención es reflexionar sobre los cuerpos y el hábitat al plantear la problemática de dónde y cómo vivir, contrastando diversos contextos geográficos a través de un registro que pretende captar formas de vida emergente en el mundo de hoy.

Los habitantes de la periferia han tenido que ingeniárselas al crear un repertorio propio al momento de construir sus refugios−viviendas. Es el espacio donde habitan los “Otros”, los que están “fuera de”.

Las Paredes Son Puertas era un relato en el que adentrarnos y que recorrer; la propia instalación, elaborada con materiales que remitían al mundo urbano, se planteaba como desplazamiento, en referencia a los colectivos: La disposición de los elementos en el espacio hace referencia de forma metafórica al viaje, al camino. En la sala los elementos se organizan uno detrás de otro como capítulos en un libro. Es el relato del éxodo al que se enfrentan todas las personas que migran y se aventuran a lo desconocido.

En el interior de la obra podemos encontrar tres registros: las paredes o muros de gran formato, donde se puede apreciar una alegoría a la ciudad; las piezas metálicas que recuerdan vallas, rejas, sistemas para delimitar zonas; y las formas blandas que hacen alusión a los cuerpos sometidos al sistema, comunidades humanas que pueblan lugares marginales o periféricos. El cruce entre los distintos grupos en un mismo espacio trae consigo una “proliferación de híbridos” y, en consecuencia, crea en sí mismo nuevas formas de relacionarse con el espacio.

Valeria Maculan. Las Paredes son Puertas, 2019. Matadero Madrid
Valeria Maculan. Las Paredes son Puertas, 2019. Matadero Madrid
Valeria Maculan. Las Paredes son Puertas, 2019. Matadero Madrid
Valeria Maculan. Las Paredes son Puertas, 2019. Matadero Madrid
Valeria Maculan. Las Paredes son Puertas, 2019. Matadero Madrid
Valeria Maculan. Las Paredes son Puertas, 2019. Matadero Madrid

Hemos preguntado a Valeria qué será lo próximo, dónde podremos seguir sus pasos: Recientemente he participado de un proyecto colectivo llamado Aragon-Park (@aragon.park) organizado por Rafa Munárriz, Marlon de Azambuja y Ángela Giménez Durán; la idea era presentar proyectos site-specific en un edificio de oficinas abandonado en Coslada. A finales de septiembre estaré mostrando mi trabajo en Lisboa, en Verao, un espacio independiente gestionado por la comisaria Antonia Gaeta. Tengo programada para marzo de 2021 una exposición individual en mi galería de Buenos Aires, SmartGallery.

También pueden encontrarme en Carabanchel, en @35.000jovenes, estudio que comparto con Cristina Mejías, Amaya Hernández, Christian Lagata, Pablo Durango y Blanca Gracia.

Y en su página web (www.valeriamaculan.com), Facebook (www.valeriamaculan.com) e Instagram (www.valeriamaculan.com).

Valeria Maculan. Las Paredes son Puertas, 2019. Matadero Madrid
Valeria Maculan. Las Paredes son Puertas, 2019. Matadero Madrid

 

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