Fichados

Natalia Alonso Arduengo

Natalia Alonso ArduengoNatalia Alonso ArduengoNOMBRE: Natalia

APELLIDOS: Alonso Arduengo

LUGAR DE NACIMIENTO: Madrid

FECHA DE NACIMIENTO: 1984

PROFESIÓN: Comisaría independiente y crítica

 

 

 

En dos ocasiones os hemos hablado aquí de exposiciones de la pintura nostálgica de Federico Granell en la Galería asturiana Gema Llamazares, la última hace solo un par de semanas, y tras ambas muestras se encuentra nuestra fichada de esta semana, Natalia Alonso Arduengo, con quien por fin regresan a esta sección los comisarios.

Aunque no es esta la única faceta profesional de Alonso. Licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Oviedo (lo estudié por auténtica vocación despertada cuando tenía unos 13 o 14 años. Siempre tuve muy, muy claro que quería dedicarme al arte desde la teoría), Natalia se inició realizando prácticas en la entonces Galería Altamira (hoy llamada ATM y dirigida por Diego Suárez Noriega), tras las que llegaron otras en Espacio Líquido (la sala de Nuria Fernández, en la que sería asistente durante tres años) y en Aurora Vigil-Escalera.

Sus comienzos estuvieron, por tanto, muy ligados al arte actual y a su presentación en galerías, seguramente por una razón: Soy muy activa, me gusta el movimiento y el dinamismo de este sector y, desde muy temprano, me di cuenta que me encantaba el montaje de exposiciones.

Federico Granell. "Vuelve conmigo a Italia". Galería Gema Llamazares
Federico Granell. “Vuelve conmigo a Italia”. Galería Gema Llamazares

Nos cuenta Natalia que, para ella, trabajar en estas distintas galerías organizadas conforme a modelos de gestión igualmente diferentes supuso un gran aprendizaje, no solo a nivel artístico sino también a nivel empresarial. La suya ha sido una presencia habitual en las bambalinas de las muestras gijonesas de arte contemporáneo: Todos mis trabajos han sido en galerías de la ciudad en la que resido, Gijón. Aunque viajo con frecuencia a Madrid (mi ciudad de nacimiento) desde pequeña vivo de manera permanente en Asturias. Entretanto, también escribió Alonso Arduengo textos para revistas y exposiciones.

Hace unos cuatro años, abrió un nuevo rumbo a su carrera: Decidí comenzar a trabajar por mi cuenta, dejé el sector de las galerías (colaboro con ellas pero ya no trabajo en las entrañas, podría decirse, sino de manera externa) y me hice autónoma. Como profesional independiente he realizado diversos proyectos de gestión cultural pero, fundamentalmente, trabajo con medios de comunicación en el campo de las ventas y la publicidad (primero con una revista como Tendencias del Mercado y, actualmente, con Arteinformado) y como crítica y comisaria independiente.

Las muestras que Natalia ha comisariado cuentan con algunos nexos comunes: le interesan especialmente la literatura y el cine -veréis que las referencias a ambos son muy comunes en sus textos, y eso nos gusta- y también la noción de habitar: Cómo el sujeto contemporáneo se relaciona con su entorno. Desde lo más próximo, como el hogar; a lo más amplio, como la ciudad o la antropización del paisaje. También ha abordado cuestiones de género, buscando apoyar a mujeres artistas: ha colaborado en sus últimas ediciones con el proyecto Mujeres Mirando Mujeres, para el que ha entrevistado a Cristina Toledo y Sandra Paula Fernández y ha reseñado el trabajo de María Moldes.

Cristina Ferrández. "La fuga de Perséfone". Centro de Cultura Antiguo Instituto, Gijón
Cristina Ferrández. “La fuga de Perséfone”. Centro de Cultura Antiguo Instituto, Gijón

A la hora de citar los principales proyectos expositivos en cuyo comisariado ha trabajado, comienza por “La Fuga de Perséfone”, muestra de Cristina Ferrández que pudo visitarse en el Centro de Cultura Antiguo Instituto en la primavera de 2017: En clave poética y metafórica Cristina Ferrández reflexiona, a través de la fotografía y el vídeoarte, acerca del modelo occidental de desarrollo y propone repensar la relación entre humanidad y naturaleza. El objetivo es la deconstrucción del yo masculino dominador y el surgimiento de una cultura de la igualdad y la sostenibilidad frente a un modelo tecnoeconómico irresponsable. En suma, renaturalizar al ser humano.

Desde un planteamiento ecofeminista, este proyecto recordaba cómo Beuys ya anticipaba en los ochenta que a la degradación de la naturaleza seguiría la de nuestras almas. Para Ferrández, y ha continuado siendo así en sus muestras posteriores, la naturaleza es refugio, espacio de liberación y catarsis en el que permanece vigente la idea del eterno retorno. Si nuestra unión a ella puede conducirnos a la renovatio vital, nuestro alejamiento (y su deterioro) puede traer efectos catastróficos en ambas direcciones. El mito de Perséfone fue el punto de partida de la artista asturiana a la hora de profundizar, además, en los vínculos entre naturaleza y mujer; en palabras de la comisaria, el fin último era reflexionar sobre el arquetipo eterno de la mujer como Madre Tierra a partir de los mitos helénicos de la diosa Deméter y su hija Perséfone y que ello conlleve analizar de manera crítica los roles establecidos bajo los condicionantes geoeconómicos y  políticos vigentes.

César Lacalle. Banlieue II. Serie Banlieu. "El rincón feliz". Museo Barjola
César Lacalle. Banlieue II. Serie Banlieu. “El rincón feliz”. Museo Barjola
Kela Coto. Sin título. "El rincón feliz". Museo Barjola
Kela Coto. Sin título. “El rincón feliz”. Museo Barjola

Ese mismo año 2017, ya a partir de mayo, comisarió Natalia en el Museo Barjola la colectiva “El rincón feliz”, en relación con aquel interés por la noción de habitar el espacio del que nos hablaba. Su título procedía del relato de Henry James y, en sus palabras, abordaba la vivienda como lugar vivenciado y el interior de la casa como espacio antropizado.

En la narración de James, el protagonista regresa de Europa a su Nueva York natal y en el que fue su hogar antes de haber emigrado se reencuentra con su doble o con quien él hubiese llegado a ser si se hubiera quedado a vivir allí: El escritor estadounidense juega con el tema del doble o Doppelgänger, tan habitual en otras manifestaciones artísticas como el cine. El principal interés del texto, tomado como hilo conductor del comisariado expositivo, se centra en analizar cómo el lugar en el que habitamos puede condicionarnos, y ello a través de los distintos modelos de vivienda que proponen los artistas seleccionados para la muestra.

Primoz Bizjak. Calle Amparo nº 19. Madrid 2007. "El rincón feliz". Museo Barjola
Primoz Bizjak. Calle Amparo nº 19. Madrid 2007. “El rincón feliz”. Museo Barjola
Momica Dixon. Cottonwood, "El rincón feliz". Museo Barjola
Monica Dixon. Cottonwood. “El rincón feliz”. Museo Barjola

Primoz Bizjak, Kela Coto, Monica Dixon, Christian Domínguez, Federico Granell, César Lacalle, Rosell Meseguer y José Quintanilla reivindicaban con sus trabajos que no ocupamos, o consumimos, pasivamente un lugar, sino que nuestro asentamiento en él es tanto físico como simbólico, tiene que ver con la historia y con nuestras identidades y da lugar a múltiples posibles relaciones en el espacio (protección, comodidad, vida). En su catálogo comentaba Natalia que la transformación de la sociedad y del modo de vida exige la transformación del modo de habitar. La vivienda del hoy quizás satisfaga nuestras necesidades físicas pero no contiene, en muchos casos, nuestro ser como expresión de quien la habita. La casa no es sólo mera construcción, sino que también está cargada de afectividades y recuerdos como los del “rincón feliz” de Spencer Brydon, el protagonista del relato de Henry James. Habitar es dejar huella. Los muebles, junto con los enseres y los demás elementos decorativos, se convierten en expresión de las personas que viven en ella pues, como sentenció Iván Ilich, dime cómo habitas y te diré quién eres.

Rosell Meseguer. Hialeah III- Real Estates/Levels. "El rincón feliz". Museo Barjola
Rosell Meseguer. Hialeah III- Real Estates/Levels. “El rincón feliz”. Museo Barjola
Federico Granell. Time waits for no one. "El rincón feliz". Museo Barjola
Federico Granell. Time waits for no one. “El rincón feliz”. Museo Barjola

El año pasado por estas fechas comisariaba Alonso Arduengo, de nuevo en el Centro de Cultura Antiguo Instituto, “Homo Faber. Soledad en la Ciudad Genérica”, muestra en la que participaron Granell y César Lacalle. Tenía relación también con ese habitar que es más que un acto cotidiano e inconsciente y con el modo en que nos hemos apropiado (o no) del medio urbano. Rem Koolhaas acuñó el término de ciudad genérica para referirse a esas urbes como aeropuertos, todas iguales.

A partir de lienzos de Granell dedicados a aeropuertos y de fotografías urbanas de Lacalle, se pretendía analizar cómo la pérdida de identidad o del auténtico genius loci de las ciudades y su arquitectura se está traduciendo en una deriva identitaria de los individuos que la habitan, cada vez más perdidos y aislados en un contexto en continua aceleración.

De nuevo había aquí una referencia literaria: Homo Faber hace referencia al título homónimo de una novela del escritor suizo Max Frisch, publicada por primera vez en 1957, que narra la historia del ingeniero Walter Faber, un auténtico ejemplo del individualismo contemporáneo cuando habla en estos términos: “Estoy acostumbrado a viajar solo. Vivo, como todo hombre de verdad, entregado a mi trabajo. Al contrario, no deseo otra cosa y me considero feliz de vivir solo, única situación posible para un hombre, a mi entender. Me gusta poderme despertar solo, sin tener que decir una palabra.” El Homo Faber es, pues, el habitante solitario de la Ciudad Genérica.

César Lacalle. Serie Banlieu. "Homo faber". Centro de Cultura Antiguo Instituto
César Lacalle. Serie Banlieu. “Homo faber”. Centro de Cultura Antiguo Instituto
Federico Granell. Orly (París) I, "Homo Faber". Centro de Cultura Antiguo Instituto
Federico Granell. Orly (París) I. “Homo Faber”. Centro de Cultura Antiguo Instituto
Federico Granell. Orly (París) II, "Homo Faber". Centro de Cultura Antiguo Instituto
Federico Granell. Orly (París) II, “Homo Faber”. Centro de Cultura Antiguo Instituto

Terminaremos citando otra muestra comisariada por Natalia en el Centro de Cultura Antiguo Instituto: “El síndrome de Norma Desmond”, de Cristina Toledo, que pudo visitarse este pasado verano. Cristina también ha pasado por Fichados y ya veíamos que su producción nos recuerda el peso en sacrificios de nuestro amor por la buena imagen y nuestra querencia a adaptarnos a lo socialmente demandado en lo que al físico se refiere. Como subrayaba Alonso con motivo de esta exposición, cada fémina se convierte en su propio verdugo. Es el fascismo del cuerpo. La artista aborda la tiranía de la estética recurriendo a una recopilación de imágenes extraídas de diversos massmedia, de revistas como Vogue y fotografías de época. Estas iconografías encontradas son transformadas en pintura como mecanismo para resignificarlas y reflexionar acerca de conceptos como la feminidad, el fetichismo o el sufrimiento voluntario que conlleva alcanzar el supuesto ideal.

Antes, en 2016, Natalia ya puso texto a otra exposición de Cristina Toledo, en Vuela Pluma Ediciones: “Nuevo Mundo”. La artista ponía de relieve entonces cómo las antiguas revistas ilustradas contribuyeron a la difusión y consolidación de estereotipos ligados a la belleza femenina: son eternas musas. La mujer, reducida a objeto ornamental y considerada como territorio sexual a conquistar, no existía independientemente de la mirada masculina.

Cristina Toledo. "El síndrome de Norma Desmond". Centro de Cultura Antiguo Instituto
Cristina Toledo. “El síndrome de Norma Desmond”. Centro de Cultura Antiguo Instituto

Otra de las últimas exposiciones que ha comisariado Natalia es “Breza, breza”, de Breza Cecchini Ríu, que pudo contemplarse en la Sala de Exposiciones del Ayuntamiento de El Franco también este verano. Cecchini es una pintora asturiana de obra vital y evocadora: recrea lo doméstico y el pasado para encontrar alivio y alcanzar plena conciencia de las propias experiencias; según Alonso, su obra es huida y es rescate. Es coser y descoser. A veces, el pincel también es aguja.

"Breza, breza". Sala de Exposiciones del Ayuntamiento de El Franco
“Breza, breza”. Sala de Exposiciones del Ayuntamiento de El Franco
"Breza, breza". Sala de Exposiciones del Ayuntamiento de El Franco
“Breza, breza”. Sala de Exposiciones del Ayuntamiento de El Franco

Hemos preguntado a Natalia por lo próximo; son varios sus proyectos a punto de llegar: En breve, junto a Jonathan Notario, estaré comisariando “Mil relatos tienen la noche” para la Noche Blanca Oviedo 2019. También estoy preparando proyectos con Rosell Meseguer y Agustín Serisuelo para traer dos exposiciones suyas a Gijón. Os puedo adelantar que los proyectos ya están producidos y han sido expuestos en Madrid y Valencia. A mi me gusta que, aunque no sea obra nueva, se pueda mostrar en otros espacios, traerlos a mi región para dinamizar el ambiente local y dar a conocer a los artistas que vienen a los agentes culturales de por aquí. Generar redes, en definitiva. De Meseguer es el proyecto “Lo invisible” y de Serisuelo “Space before place“.

Además, estoy preparando varios textos. Entre ellos, el del catálogo del proyecto  Wom@rts por medio de María Castellanos Vicente, para quien he escrito textos en otras ocasiones, y para la Factoría Cultural de Avilés. También estoy preparando un ensayo sobre el paso del tiempo para una serie de fotografías de José Quintanilla. El libro se publicará a finales de año. Estaremos atentos.

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