NOMBRE: Ira
APELLIDOS: Lombardía Alonso
LUGAR DE NACIMIENTO: Pola de Laviana, Asturias
FECHA DE NACIMIENTO: 1977
PROFESIÓN: Artista, investigadora y docente
La casualidad ha hecho que repitamos, respecto a la semana pasada, fichada asturiana. Si el miércoles pasado os hablábamos de la pintura, a medio camino entre la vitalidad y la nostalgia, de Helena Toraño, hoy es el turno de conocer mejor a Ira Lombardía, una artista que ha estudiado los caminos de la fotografía tras la expansión de Internet a través de medios diversos: la propia fotografía, el vídeo, la escultura, el diseño gráfico y también la investigación teórica.
El título de su tesis doctoral, iniciada en 2014, ya resume sus intereses: Transfotografía o la deriva postfotográfica. Sobre la actualidad de la teoría fotográfica en la era post-Internet. Sobre sus trabajos teóricos, Ira explica: El objeto de estudio de mi trabajo de investigación no es otro que ese espacio, ese hueco, ese posible desencuentro que existe entre los referentes teóricos y la práctica fotográfica. No hay por mi parte ninguna intención de tratar de definir, como han hecho algunos autores, lo que es o deja de ser la Posfotografía, sino más bien, descubrir la posible flexibilidad o permeabilidad de algunos textos que considero fundamentales y analizar su posible vigencia. Y su obra podemos entenderla como una prolongación de esas preocupaciones: Estos proyectos completan mi investigación teórica desde la práctica artística y los considero una parte más de este proceso, ya que una investigación visual debe ser abordada y sustentada también desde la práctica.
Su exposición más reciente, “Influencer”, se clausuró el pasado enero en la Galería Alarcón Criado de Sevilla, sala que también llevó su obra a la última edición de ARCO. Antes, desde 2007, Ira ha presentado muestras individuales en diversos espacios de Córdoba, Madrid, Bilbao, Lisboa y Asturias; ha participado en muy numerosas colectivas y ferias (en el Reina Sofía, el MAC chileno, La Panera, la Biblioteca Nacional o el CCCB; el mes que viene la verán en ART LIMA y en mayo en el Festival de Fotografía Europea de Reggio Emilia) y ha sido premiada por el Festival de Cine de Gijón (2004), el Centro de Arte Joven de la Universidad Complutense (2008) o la Fundación Banco Santander (en 2015 obtuvo premio en Entreacto). Ese mismo año recibió una beca de residencia de la Universidad de Córdoba y La Fragua y el año pasado fue nominada al Post-Photography Prototyping Prize del Fotomuseum Winterthur y participó en el International Exhibition Call de The Billboard Creative.
Licenciada en Derecho, ha cursado másters sobre cultura visual contemporánea y fotografía en la Complutense y la Universidad Europea de Madrid (en este último caso, en colaboración con PhotoEspaña) y desde 2010 imparte diversos cursos en materias relacionadas en el Instituto Europeo di Design.
En el debate sobre si el imperio de Internet ha supuesto la muerte de la fotografía o “solo” una nueva etapa en su historia, que podría calificarse como Posfotografía, Lombardía aboga por la segunda postura: Es innegable que la revolución tecnológica ha modificado de forma sustancial la forma en la que entendemos y utilizamos las imágenes y de hecho, mi trabajo se centra en el estudio de esos cambios, pero considero que esta etapa digital es un paso más dentro de la historia de la fotografía y que a pesar de los fuertes cambios, existe una continuidad.
Entre los proyectos más destacados de Ira podemos destacar SD&CF Series (2010-2015), creada tras un proceso en el que tomó distancia respecto a su producción visual anterior: Decidí encerrar mis tarjetas fotográficas llenas de imágenes dentro de pequeñas cajas de plexiglás. La información que podemos saber sobre el contenido de las mismas es tan sólo es el número de imágenes y pequeños vídeos que contiene la tarjeta, el lugar donde fueron tomadas y el año.
Algunos de ellos tenían un carácter más profesional; otros, más heterogéneo y personal. Ira llamaba así la atención sobre la fácil posibilidad de condenar a la inmaterialidad a millares de imágenes que nunca serán ni vistas ni impresas y que, como mucho, pervivirán, de forma más o menos inconsciente, en nuestra memoria.
En 2014-2015 llevó a cabo The Theoretical Rest, en la que indagó en lo que hay de violación de la privacidad y de encanto intimista y vulnerable en las fotografías tomadas a sujetos que no son conscientes de estar siendo retratados. Se apropió la artista de varias imágenes de filósofos fundamentales que han teorizado sobre el arte o la fotografía y las retocó digitalmente para cerrarles los ojos, permitiéndonos contemplarlos como hasta ahora no lo habíamos hecho, con la guardia baja y desde una mayor cercanía.
De 2015 data Semiotic Books for Tumblr Readers, donde buscó explorar las nuevas relaciones entre texto e imagen derivadas de las redes sociales y las costumbres de los que podemos llamar “lectores visuales”. Este fue el proceso: Me he apropiado de algunos libros que teorizan sobre la imagen, generalmente textos posmodernos. Y he vuelto a producir todo su contenido, pero eliminando todo el texto que había en ellos. Así nos encontramos con libros llenos de páginas en blanco en las que sólo aparecen las imágenes y la numeración, que nos marca el ritmo y recuerda el volumen de texto eliminado. Finalmente, una vez producido todo el contenido de nuevo, los libros han sido reencuadernarlos con las cubiertas originales.
El resultado fueron libros con páginas sin texto en las que ocasionalmente aparecían fotografías flotantes. Se acompañaban de pliegos, semejantes a los que se producen al editar una publicación, en los que las imágenes de esos libros se muestran volteadas o invertidas, permitiéndonos contemplar el contenido de esos volúmenes de un vistazo.
Y en ese año 2015 trabajó también en Notes for an Incomplete History, la materialización de sus ideas sobre la evolución actual de la fotografía en cinco esculturas que representan distintas etapas de la historia de este arte a través de los productos químicos y técnicos imperantes en cada una. Su mensaje estaba claro: Podemos afirmar que la fotografía ha muerto y ha resucitado en numerosas ocasiones y que se trata de una disciplina que, de forma inevitable, está unida a los cambios tecnológicos.
De ese proyecto formaban parte las piezas, muy atractivas visualmente, The Age of Glass y The Age of Silicon, paisajes desmontables. La primera, una pequeña montaña de polvo de vidrio, hacía referencia a una etapa temprana del desarrollo de la fotografía en la que dicho vidrio era el soporte de las imágenes; la segunda alude a la actualidad, con su silicio en polvo. En ambos casos, los materiales tienen para Ira connotaciones simbólicas.
En Alarcón Criado ha presentado este mismo año, entre otros trabajos, Influencer I, un archivo fotográfico centrado en la Rueda de bicicleta de Duchamp. Nos proponía indagar en las publicaciones en las que esa obra ha sido reproducida; un trabajo nada cómodo, porque las bibliotecas y buscadores no indexan las imágenes. El archivo contiene por ahora unas 50 fotografías que se presentaron en Sevilla como instalación para subrayar el carácter único de una obra que, en su misma esencia, proponía un debate evidente sobre la vigencia contemporánea de los conceptos de la autoría y la reproductibilidad.
También mostró allí And I think to myselfffffff, obra que en la que tomó como punto de partida los catálogos de las grandes exposiciones internacionales. Creó Log book, The Guide book y The Book of Books a partir de los tres catálogos originales de dOCUMENTA´s (13), sustituyendo unas páginas por otras e incorporando imágenes y textos. Paradoja: los libros que resultaron pueden parecer auténticos.
Para conocer mejor a Ira, podéis pasar por su web Iralombardia.com. Además de en Lima y Reggio Emilia, próximamente la veremos en CaixaForum Barcelona (ya en 2018), de la mano de la muestra comisariada por Alexandra Laudo “You are Not Here”.