NOMBRE: Ángela Rocío
APELLIDOS: Mena Moscoso
LUGAR DE NACIMIENTO: Sevilla
FECHA DE NACIMIENTO: 1985
PROFESIÓN: Artista
A Ángela Mena, que se incorpora esta semana a nuestros Fichados, la conocimos en la pasada primavera, cuando presentó en la Galería Luisa Pita de Santiago de Compostela la muestra “Naturaleza de ritmo subjetivo”, que constaba de pinturas y esculturas que, desde su abstracción geométrica y su estética depurada, nos invitaban a prestar atención a la capacidad expresiva del gesto, la línea y el color.
Licenciada en Bellas Artes, en la especialidad de pintura, por la Universidad de Sevilla, se formó también en Florencia en escultura y en la Muthesius Kunsthochschule de la Universidad de Kiel, y actualmente pertenece al grupo de investigación HUM337 de la Facultad de Bellas Artes de la capital andaluza. Sus exposiciones la han llevado a The Vyner Studio (Londres); la Fundación Valentín de Madariaga y Oya, la Fundación Focus-Abengoa, la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, la Sala Atín Aya, la Camara de Comercio, la Casa de las columnas y la Galería Rafael Ortiz de Sevilla; Red House Art (Marbella), la Pinacoteca Jorge Camacho de Almonte, las salas Arniches 26 y Garnä de Madrid, Espacio 0 (Huelva), la Galería Sigüenza de esa localidad guadalajareña y la propia Luisa Pita.
Además, ha participado en citas como ESTAMPA, Drawing Room Lisboa o Urvanity; en 2019 desarrolló una residencia en el Atelier an der Donau de Viena y ese mismo año obtuvo el primer Premio de Pintura de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría. En 2014 recibió la beca Sevilla es talento para ti, al año siguiente se encontró entre los seleccionados en el Premio Internacional de Pintura Focus-Abengoa y, durante varios años, formó, asimismo, parte de la Exposición de Otoño de esa Real Academia de Santa Isabel de Hungría. Su producción se ha integrado en las colecciones de Ella Fontanals Cisneros, Candela Álvarez Soldevilla, el CAC Málaga y la Fundación Valentín de Madariaga.
Mena se suma a esta sección porque queremos conocer mejor el origen de sus abstracciones -aunque también ha cultivado la figuración, y llamativamente no en sus inicios, sino inmersa ya en el camino abstracto- y de su tratamiento vibrante del color, que tienen que ver tanto con su observación del medio natural y de cómo nos relacionamos con él como con la intuición.
Nos explica esta artista sevillana que pudo acercarse al arte de manera natural y pronto, y que no puede fechar su decisión de dedicarse a la pintura: En mi caso, no decido ser artista como tal en ningún momento. Comienzo a notar que me refugio en la pintura desde muy pequeña. Existe una parte de dificultad en expresarme, entonces, esto se convierte en mi forma de expresión.
Sí que recuerdo ir de pequeña a clases de pintura con mis hermanos. No sé hasta qué punto influyó. Sí es cierto que he crecido en un ambiente cultural, rodeada de artistas. Podría decir que la pintura llegó a mí sin saberlo. En el negocio familiar (Cuadros Venecia) hemos trabajado siempre enmarcando obras de arte, de ahí el contacto con este mundo. Sin embargo, de cinco hermanos solo yo desarrollé un interés por la pintura. Todo el tiempo que tenía fuera de mis obligaciones me dedicaba a pintar.
El punto de partida de sus creaciones, como avanzábamos, fue la observación de la naturaleza, pero el color y el estudio del modo en que lo percibimos es, seguramente, el eje de sus composiciones; en los últimos años, en conjunción con la luz, la geometría y los pliegues: Investigo la naturaleza, el paisaje; posteriormente fui desarrollando estrategias de síntesis, de composición, etc.
La sensibilidad en el color es una constante en mi obra. No realizo un estudio del mismo, no hago pruebas, es algo intuitivo y es lo que permanece en los lienzos a lo largo de los diferentes proyectos.
Aunque su lenguaje es fundamentalmente el pictórico, es habitual que Mena dote de volumen a sus composiciones incorporando materiales como la madera o el metacrilato. Indaga en las posibilidades del color y de la luz para dar lugar a formas y espacios y asocia esas opciones, esas relaciones entre elementos formales, a los vínculos sociales: Mi técnica principal es la pintura, pero una pintura muy volumétrica, casi escultórica. Por ejemplo, la serie Paisajes de Bolsillo nació de forma pictórica, aunque sea una escultura.
Me gusta crear el volumen y el efecto que puede conseguir la pintura en un formato bidimensional. Aunque no es el efecto por el efecto, no son fuegos artificiales. Me refiero al efecto del color y al estudio que hay de este y que aporta profundidad. Eso es lo que me interesa verdaderamente, construir la forma con diferentes tonalidades y que el color siga vibrando, poder incluir numerosos matices sin apagar el color. Especialmente el estudio de la sombra, investigar las diferentes luces que hay en ella y plasmarlas, eso es lo que me engancha. Son características de esta técnica, cosas sencillas, que están en la propia pintura, en la materia misma.
Por otro lado, me lo llevo a lo personal, a las relaciones interpersonales. Las imagino en las composiciones: por ejemplo, cómo se abrazan esos elementos que se están tocando y cómo se reflejan uno en otro. Al final todos somos eso, somos una sinergia, un reflejo del otro. Y me gusta pensar en ello cuando estoy pintando. No es solo un objeto representado. Aunque reconozco que me gustan muchos, estoy rodeada de ellos; podría decir que los colecciono.
La sensibilidad en el color es una constante en mi obra. No realizo un estudio del mismo, no hago pruebas, es algo intuitivo.
Sus referentes son diversos, cercanos y distantes en el tiempo; cita a diversos pintores en quienes se ha fijado por sus métodos compositivos: Mis influencias van cambiando. Al principio estudiaba mucho a Josef Albers, la interacción del color me encantaba. De Peter Doig me gusta cómo interviene en el paisaje, cómo crea historias dentro de ellos.
Empecé estudiando cómo componía Velázquez, de sus pinturas tomé el componer de atrás hacia delante, algo que sigo haciendo a día de hoy. Pasé a la luminosidad de Sorolla, a cómo crea abstracciones dentro de los colores.
Hay miles… Incluso muchísimos pintores coetáneos y contemporáneos. Por otro lado, compartí estudio con grandes figuras, crecí con ellos: Pepe Barragán, Manuel Salinas y Pepe Soto. He tenido la suerte de trabajar con ellos y esa influencia está ahí, sin haber sido consciente.
Entre sus principales proyectos cita seis, siempre derivados unos de otros y en estrecha relación, desde una serie de inspiración botánica a sus esculturas más recientes, pasando por la ampliamente expuesta Nidos. Los hallazgos de cada propuesta podrán ser retomados quizá años después: El hecho de trabajar por proyectos con un sentido y una investigación como tal comenzó con la serie Nueva Vegetación, en la Facultad. Fue una actividad en la que teníamos que buscar “la esencia en la pintura”. Comencé a pintar y limpiaba mi paleta con toallitas. La mancha que quedaba en ese tejido, cómo se entremezclaban la transparencia y la opacidad de la pintura, me llamó la atención por la profundidad que adoptaba ese elemento. Y comencé a explorar eso, a intentar trasladarlo a la tela sobre bastidor. Me parecía un proceso muy genuino y muy puro en el que podía contenerse el proceso pictórico; también se podían ver los tiempos de trabajo a través de la mancha y su superposición.
Comenzar por la abstracción no era lo más común cuando estaba estudiando. Se entendía como una deformación de la pintura, como algo a lo que evolucionabas. Luego mi pintura se va ordenando hacia una geometría abstracta que es Espacio y Color; tras esta llega Nido, pero no profundizo mucho en ese momento. Seres surge también por esta fecha, se mezcla la geometría con la naturaleza. También algo más escultórico: Paisaje de Bolsillo.
Posteriormente se va ordenando todo hasta llegar Allí donde vive el mar, que es cuando realmente encuentro la figuración con la que me siento cómoda. Cuando llego a mi propia figuración, vuelvo a mirar atrás y rescato lo que me interesaba más. Retomo Nueva Vegetación, depuro el color, compongo más… y veo que la serie Nidos reúne todo. Hay geometría, composición con los elementos, color, paisaje incluso en las gradaciones dentro de los elementos; son maderas, atardeceres…
Y desde ahí evoluciono, buscando el volumen, la parte tridimensional, cada vez más hasta llegar a la última serie, The Power of Color. Algo muy escultórico. Y de ahí he comenzado a explorar la escultura este año. Algunas de estas últimas piezas, como dijimos, pudimos contemplarlas en Luisa Pita.
Sus próximos pasos llevarán a Ángela a Sevilla, donde mañana mismo inaugura; también exhibe actualmente su trabajo en la capital británica: Este año ha sido muy gratificante y ha requerido un vuelco absoluto en la pintura. Hemos inaugurado muestras individuales en la Galería de Arte Luisa Pita de Santiago de Compostela; la muestra “Play”, en la Galería de Arte Sigüenza, de Sigüenza (Guadalajara); también en Austria, en la Galería Artosphäre y, por último en Howden, Londres. Esta última podrá verse hasta el 23 de marzo de 2024.
Por último, el 23 de noviembre, para finalizar el año, inauguro una muestra en Howden Sevilla, donde se podrá ver un recorrido de mi obra desde el inicio hasta el último proyecto en el que estoy trabajando ahora. También estarán en ella las esculturas.
Ahora mismo estoy un poco en el momento de reclusión necesario para crear, dejando que la inspiración fluya. Adentrándome en el estudio a diario para permitirme trabajar el error, quiero permitirme el fracaso para poder seguir avanzando.
Del nuevo proyecto puedo adelantar que he volcado la atención en el material. Sigue estando presente la geometría y el color, la técnica sigue siendo pictórica, sin embargo, hay una transformación en la materia y en la forma. El lino adopta una nueva forma y entran en juego otros elementos.
Conoced mejor a Ángela Mena aquí: https://angelamena.es/