NOMBRE: Alexia
APELLIDOS: Cobo Sayago
LUGAR DE NACIMIENTO: Madrid
FECHA DE NACIMIENTO: 1995
PROFESIÓN: Artista
En dos ocasiones os hemos hablado hasta ahora en masdearte de Alexia Sayago, nuestra última fichada: con motivo de su participación en la iniciativa Arte vivo en las villas de la Comunidad de Madrid, que ofrece en pueblos de esta región exposiciones y actividades centradas en la performance, y a raíz de la última edición de la feria ART MADRID, porque en Cibeles formó parte del programa comisariado por Natalia Alonso Arduengo -junto a autoras que han vinculado su obra al empleo de la tecnología, las reivindicaciones de género, la alienación y la incertidumbre como parte de nuestra cotidianidad- y presentó su performance Desde donde escribo.
Sayago, formada en Diseño por la ESD y graduada en Bellas Artes por la Complutense de Madrid, cuenta con un Máster en Arte Contemporáneo, Tecnológico y Performativo por la Universidad del País Vasco, centro donde, además, desarrolla actualmente un Doctorado en Arte y Creación, que conjuga con una beca de producción en BilbaoArte. Su trabajo hemos podido verlo, desde hace seis años, en Bacos San Miguel, la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo Eve-Maria Zimmermann de San Miguel de Abona; AcciónSpring-t, el Congreso de Arte de Acción de la Complutense; el ESPRONCEDA Institute of Art & Culture (Barcelona), La Juan Gallery, el Espacio CóMPLICES, el Festival SURGE y los Teatros del Canal (Madrid) o Bizkaia Aretoa (Bilbao).
Se suma a esta sección porque queremos conocer mejor su trabajo en los ámbitos de la performance, la instalación y el teatro y su investigación en torno a proyectos vinculados a tiempos y lugares específicos; también adentrarnos en las relaciones entre su obra y la literatura: si su performance en ART MADRID remitía al vínculo entre las figuras de Pámpanos y Cascabeles en la obra El público de Federico García Lorca, planteándolo desde la noción de cuerpo expandido; en la beca que lleva a cabo actualmente en BilbaoArte trabaja en un proyecto (Un nombre negado es su título provisional) en el que viene ahondando en las imágenes que encuentra en La plaza del diamante de Mercè Rodoreda. Explica que aprecia en este texto, como en el del poeta granadino, unos personajes que forman parte de un mismo cuerpo expandido, en ellos se desarrolla un desplazamiento en los motores de su movimiento; además de la descripción de un movimiento rizomático que se traslada al cuerpo que lo lee.
Nos cuenta Sayago que no fue fácil para ella tomar la decisión de dedicarse al arte de acción, pero que la entendía como el único camino posible. En su consolidación han tenido que ver su colaboración con La Juan Gallery y el máster que, como decíamos, cursó en la Universidad del País Vasco: Tras el Bachillerato comencé a estudiar Diseño de Moda, pero en segundo año decidí no continuar; esta decisión fue bastante difícil porque la idea era meterme a Bellas Artes, aún más precaria que la de estudiar moda. Sin embargo no cabía otra posibilidad, llevaba dos años planteando producciones que no encajaban en una guía docente que espera de ti colecciones, desfiles y diseños más o menos estandarizados. A día de hoy no sé en qué estaba pensando cuando tome esa decisión, pero no me arrepiento ni un poquito.
Comencé BB.AA. en la Complutense casi a la vez que conocí La Juan Gallery. Creo que fue la (a veces dolorosa) sinergia que se creaba entre la extensa libertad de La Juan con el academicismo de la Complutense lo que me fue abriendo camino como artista y me posibilitó crear algo interesante. La Juan me abrió, sobre todo, la posibilidad de empezar a hacer cosas que otras personas nombran como arte, conocer gente, explorar mis intereses, una continua prueba y error.
En 2021 hice el máster ACTP de la EHU en Bilbao y esto ha sido un estallido enorme a nivel artístico y personal, lo que creo que ha ido matizando más mi producción, redirigiéndola y afinando mis gustos, intereses y formas de materializar. A pesar de llevar haciendo cosas públicamente desde hace varios años, es ahora cuando realmente siento que comienzo a “trabajar como artista”; imagino que porque, poco a poco, siento que tengo más control sobre lo que proyecto como obra.
A la hora de acercarnos a las propuestas de esta artista no debemos pensar en temas compartimentados y autónomos, sino en modos de crear con el cuerpo como centro, en sus lazos con otros cuerpos. Sus lecturas personales o formativas y sus propias circunstancias también inciden en su trabajo: Me cuesta mucho definir temas, pues no entiendo las ideas como cajitas aisladas; creo que yo por lo menos estoy en un continuo remolino donde se mezcla lo que leo por placer, lo que leo por investigación, las circunstancias de mi propia vida, mis deseos e intereses… No creo que pueda nombrarme como una artista que trabaja sobre “tal” o sobre “cual” asunto. Sí es cierto que hay un hilo conductor entre mis producciones que tiene mucho que ver con los modos de hacer, un cómo y un qué simultáneos. El cuerpo en relación con otros cuerpos, cómo todos formamos parte de un mismo cuerpo mayor, cómo nuestro motor de movimiento es desplazado por el cuerpo de aquel que tenemos al lado.
Este planteamiento dirige mi forma de producir a la vez que la repiensa, pero como decía al principio, esta cuestión está atravesada por todo lo que me rodea: si estoy enamorada, si estoy triste, si he escuchado en la radio una canción que hacía mucho que no recordaba…
Su lenguaje, como ya habéis deducido, es el de la performance, y esa elección tiene que ver con su afán por crear desde el estar, más que desde el producir, pero no reniega de adentrarse en otras disciplinas si sus proyectos las demandan, como ya ha ocurrido: Sobre todo trabajo desde la performance; supongo que, como me fascina el teatro, el cine y la danza, es la disciplina que más me permite acercarme a esos lugares, construir una escena, introducir a un público, pero sin el corsé de la técnica, de la representación, de la corrección audiovisual. Tengo una fijación por la presencia, por estar ahí, por no relegar la responsabilidad artística a un objeto inanimado; sin embargo, de un tiempo a esta parte, me veo cada vez más en un punto intermedio donde, sin perder la presencia, me acerco a los objetos desde otro sitio y los incluyo, los animo y me permito hacer de ellos piezas relevantes en el discurso. Al final, aunque yo considere la performance mi disciplina central, me dedico a escuchar los proyectos que planteo: si al pasarlo por el cuerpo algo dice que aquello debe ser una fotografía, un grabado o un traje, habrá que hacerle caso…
Tengo una fijación por la presencia, por estar ahí, por no relegar la responsabilidad artística a un objeto inanimado.
Sus referencias, nos explica Alexia, son diversas; procura atender también a aquello que en principio no le atrae para que su campo de intereses no sea limitado. Menciona figuras vinculadas al teatro, la filosofía o las artes plásticas: Me influencia todo, intento acceder a cuestiones que explícitamente no me interesan porque vivo con el miedo de encerrarme en mi burbuja donde todo está de acuerdo con mis ideas y mis gustos y acabar estancándome. Me encanta ver la televisión para que esta me sorprenda con algo que yo jamás me hubiese puesto a ver y abrir la posibilidad de encontrar algo que no esperaba.
Al igual que mis intereses, mis influencias tienen que ver más con la parte metodológica. Lola Lasurt es alguien que ahora mismo me influencia mucho a nivel metodológico, Isabel de Naverán, Marina Garcés, Jaime Conde-Salazar, Óscar Cornago… No sé, como todas, tengo mis artistas favoritas con quienes dejo de ser autora para convertirme en fan: Mabel Palacín, James Coleman, Fernando Rubio, La Horde, entre otras… Me agobia un poco dar nombres concretos.
Entre sus principales proyectos hasta ahora, cita Sayago el que pudimos ver en ART MADRID en febrero; y entre los próximos a seguir la pista, el que viene desarrollando en Bilbao: En 2020 comencé un proyecto llamado Desde donde escribo, en el que investigo sobre El público de Federico García Lorca, una mirada especulativa que busca deshilar el entramado corporal que existe en sus páginas haciendo una propuesta de movimiento. Es un proyecto que está resuelto, pero al ser una pieza de performance siempre está reactivándose, teniendo que replantearse el espacio de una forma distinta; eso la mantiene viva mientras la siga reproduciendo. Además, mis obras suelen estar conectadas, más allá del hecho de que sea yo la constante entre ellas: el proyecto en el que estoy trabajando ahora parte de Desde donde escribo, para dejar paso a algo nuevo.
Plantea esta obra las tensiones propias de la fricción entre pensamiento personal y pensamiento colectivo, a partir de esos personajes que construyen sus movimientos en función de los movimientos del otro, y las posibilidades de encontrar espacios compartidos; el collar que veis es la única pieza de este proyecto con un carácter próximo a lo escultórico y se emplea para abarcar cuerpos, haciendo converger las identidades físicas de esas figuras.
En este momento estoy con un proyecto titulado Un nombre negado, en el que trabajo desde La plaza del Diamante de Mercè Rodoreda para abordar una propuesta de mirada. Buscando las posibilidades que se esconden en la novela hago una crítica al ocularcentrismo, centrándome en la idea de la mirada bajo los párpados y contemplando la oscuridad como un espacio para el conocimiento.
Es un proyecto muy táctil que bebe de varias escritoras, que reafirma que Mercè Rodoreda leyó El público de Lorca y que genera un espacio que nos hace mirar hacia dentro, entre la piel y la carne, así como reflexionar en torno a la idea de cursivar el cuerpo para acceder a nuevos puntos de mira. Como diría Marina Garcés, “escapar de las visualidades consentidas”. Este proceso lo estoy desarrollando en una residencia en la Fundación Bilbaoarte, gracias a una beca de la UPV/EHU, y se podrá ver parte del mismo en las jornadas de puertas abiertas los días 26, 27, 28, y 30 de junio.
Podemos seguir los pasos de Alexia, aquí: www.alexiasayago.com
