El consumismo sin aparentes límites, los medios de comunicación de masas y los mecanismos de control social de ambos han sido el eje de estudio de la artista canaria Concha Jerez desde que iniciara su trayectoria en los setenta. Ha trabajado, además de en España, en Alemania, Austria, Francia, Italia, Dinamarca, Suecia o Finlandia y es en el primero de estos países donde hasta la fecha ha presentado sus exposiciones más representativas.
Una de las más amplias que protagoniza en nuestro país se abrirá el próximo 19 de julio en el MUSAC leonés bajo el comisariado de Alicia Murría: se trata de una retrospectiva que se centra en la relación de sus trabajos con la prensa en particular, y los medios de comunicación en general, e incluirá algunas de sus obras tempranas de mediados de los setenta, diversas instalaciones de gran formato —algunas InterMedia, por englobar el vídeo y el sonido, entre otros medios— y piezas musicales o radiofónicas. Hay que recordar que Jerez, una de las pioneras del arte conceptual en nuestro país, inició su carrera trabajando con instalaciones de gran envergadura diseñadas para espacios específicos; posteriormente, ya en los ochenta, se adentró en el ámbito de la performance y, en la década siguiente, amplió su campo de actividad a conciertos multimedia y a la creación de obras de arte radiofónico destinadas a emisoras internacionales como la RAI, ORF, Radio France, YLE, la ABC de Australia, RNE y la WDR de Colonia. Algunas de estas piezas, sobre todo desde 1989, las elaboró en colaboración con José Iges.
Medalla al Mérito en las Bellas Artes en 2010 y Premio MAV 2012 en reconocimiento a su trayectoria, Jerez está representada en las colecciones del Moderner Kunst Museum de Nörkoping (Suecia), la Staatsgalerie de Stuttgart, el Museum Wiesbaden, el Museo Reina Sofía, ARTIUM, el Museo Vostell de Malpartida o el Museo de Bellas Artes de Santander, y también en los fondos de Brigitte March (Stuttgart), el Schüppenhauer de Colonia, la Colección La Caixa, la Biblioteca Nacional, la Comunidad de Madrid y Caja Burgos.
Es común en su producción la apropiación de objetos muy característicos de la sociedad actual para descontextualizarlos y asociarlos con sonidos, textos o fotografías
Es común en su producción la apropiación de objetos muy característicos de la sociedad actual para descontextualizarlos y asociarlos con sus semejantes pero también con sonidos, textos o fotografías para explorar a partir de su renovada presentación temas como las relaciones de poder a nivel mundial, la violencia y la represión y también la vigilancia de guante blanco.
Al poner en cuestión comportamientos y situaciones nada inocentes pero por todos asumidas, la artista, formada en Ciencias Políticas, llama nuestra atención sobre las “interferencias” de los discursos establecidos a las que alude el título de la próxima muestra del MUSAC y sobre la posible presentación en los mass media de lo ficticio como real y viceversa.
Su exhibición coincide en fechas en el centro leonés con otra, relacionada en parte con ella temáticamente, dedicada a registros videográficos de la historia a cargo de la artista estadounidense Carolee Schneemann. Podremos ver hasta septiembre una retrospectiva suya que incluirá sus piezas ya conocidas sobre feminismo, sexualidad y pacifismo y un trabajo inédito: Terminal Velocity (2001).
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