Comparte generación con Juan Luis Moraza, María Luisa Fernández o Txomin Badiola y su obra fue inicialmente conceptual para acercarse más tarde a la esfera de influencia del constructivismo, de Oteiza y sus afanes de experimentación con la materialidad y sus posibles metáforas. A menudo la producción de Elena Mendizabal se ha enmarcado en la corriente de la Nueva Escultura Vasca, por utilizar sin jerarquías madera, hierro y luz eléctrica, y también el color, dando lugar a formas objetuales alejadas de las propias de la escultura tradicional. Hemos visto sus piezas dispuestas en paredes, como si se tratase de pinturas, y en ellas destacan sus estrechos lazos con lo cotidiano e incluso con lo kitsch.
En algunos proyectos se deleita especialmente en la superficie de las texturas; otras veces, en el placer de la mezcla de lo inesperado: poliéster y plomo, hierro y pigmento, lo sólido y lo ligero.
A partir del 9 de noviembre, ARTIUM presenta “Eskultura”, un extenso recorrido por la producción de la creadora donostiarra que tiene como eje su trabajo en las décadas de los ochenta y los noventa. Su título deriva de la disciplina a la que Mendizabal se ha dedicado en mayor medida, pero también es autora de fotografías, collages y dibujos y algunos de ellos podemos contemplarlos ahora en Vitoria. Se han reunido cerca de setenta obras, completadas con documentos y seleccionadas por su representatividad en el conjunto de la carrera de esta autora: en un inicio se contextualiza su producción más reciente y a continuación el recorrido nos traslada a la etapa en la que configuraba las bases de su práctica, que era también la misma época en que la escultura vasca se adentraba en un efervescente periodo en el que se conjugarían innovación y tradiciones.
Al adentrarnos en “Eskultura” contemplaremos una constelación de obras bidimensionales y humildes piezas en pequeño formato realizadas en plastilina, cartón o barro conforme a patrones diferentes entre sí, pero evocadores de esquemas cognitivos y afectivos con los que todos estamos familiarizados. Los trabajos en plastilina se fechan en 2016-2017 y remiten, asimismo, a los intereses desplegados por Mendizabal con anterioridad: al cuerpo humano; los de cartón nos hacen pensar en su inicial tendencia constructivista.
Tras un salto temporal, ARTIUM nos propone recorrer su obra vinculada al minimalismo y el constructivismo, de forma más o menos implícita o metafórica: imágenes figurativas y proyectos ligados a la arquitectura o el diseño en los que se distancia de las geometrías depuradas y alude a objetos mencionados ya en los títulos: Melena, Valla, S. T. (Mueble vasco)… El espacio central de la exhibición lo ocupan trabajos que pudieron contemplarse en 1989, en la Fundació La Caixa barcelonesa junto a los de Alberto Oyarzabal: su tema central es la flor, y a partir de ese motivo natural desarrolló estructuras escultóricas abstractas realizadas primero en metal y después en madera pintada. Datan de finales de los años ochenta y podemos considerarlas peanas o elementos-mueble.
Ya en los noventa, las investigaciones formales de Mendizabal derivaron hacia el uso de materiales inéditos sin por ello dejar de lado los tradicionales: utilizó formica, papel pintado o luz eléctrica, que a su vez le sirvieron para acercar su producción a lo cotidiano. También trabajó a partir de imágenes ensambladas y fragmentadas, en ocasiones derivadas de la reproducción de sus piezas pasadas.
Esta antología finaliza con su más temprana producción: entre 1982 y 1984 creó centrándose en el análisis conceptual de los objetos y también profundizando en el rol del artista en la sociedad, confrontando las corrientes postminimalistas internacionales con los lenguajes de la Nueva Escultura Vasca. Era buena conocedora de ambos y también de la Historia del Arte del siglo XX: imparte docencia en la Facultad de Bellas Artes del País Vasco desde 1987.
Comisarían la muestra Beatriz Herráez y Enrique Martínez Goikoetxea; la inauguración tendrá lugar mañana, 9 de noviembre, a las 19:30 horas.
“Elena Mendizabal. Eskultura”
ARTIUM. CENTRO-MUSEO VASCO DE ARTE CONTEMPORÁNEO
c/ Francia, 24
Vitoria
Del 8 de noviembre de 2019 al 3 de mayo de 2020
