Ha vuelto a ocurrir que una obra “me atraviese” inesperadamente. Descubrí los dibujos de Consuegra Romero en el verano. Súbitamente me roban el sueño, la palabra y la rutina, anidándose semanas y semanas en mi mente.
Vivimos desbordados por un flujo imparable de imágenes, que entran y salen fugaces de nuestro cerebro. Encontrar trabajos que nos afectan enérgicamente es siempre un motivo de celebración.
Tengo que agradecer a Santiago Lara, uno de los pintores que más aprecio, que me recomendara la obra de Consuegra. Ambos comparten misterio, primitivismo, abismo.
Para empezar, confesaré que los dibujos de Consuegra Romero poseen la cualidad de “resultarme conocidos”: familiares en su extrañeza, antiguos en su contemporaneidad. El bolígrafo nervioso, el trazo enmarañado, la urgencia del remolino y la calma del relleno decidido, construyen paisajes e historias fragmentarias. Arrobada, observo los detalles de estas raras viñetas. Algunos trazos, gestos y huellas son tan próximos para mí, que siento sonrojo, como si la artista me hubiera fotografiado el alma.
El uso que hace del bolígrafo me remite al “arte más silvestre y deshilachado” de los outsiders, y al dibujo procesual de los adolescentes. Y al mismo tiempo, son piezas con referentes del movimiento simbolista y visionario. (En concreto, a mi me resuenan Odilon Redon, Gustave Moreau, Evelyn De Morgan… y más artistas- médiums).
No adelantaré más. Os comparto/desvelo una intensa conversación “a corazón abierto” con Consuegra Romero, en la que coincidimos en la visión del arte como comunicación, salvación y pensamiento crítico.
SUSANA: Una de las sensaciones que tengo ante tu obra es la de intuir que tengo ante mí “materiales de experiencia”, huellas de emociones pasadas, recuerdos de infancia… Me pregunto si dibujabas de niña, y quién te acompañaba en esos momentos.
CONSUEGRA: Un pájaro, una flor, un paisaje. Creo que dibujaba lo que cualquier niña o niño dibuja normalmente cuando alguien le sugiere: “¿Dibujamos?”. Esta persona era mi heroína, Antoñita, mi madre. Le encanta el arte. Leonardo da Vinci le apasiona. La serie Living rooms viene de ese amor hacia el arte y querer rodearte de él como salvavidas.
SUSANA: Quizá la única utilidad de la cultura es salvarnos en situaciones vitales difíciles. Un libro, un cuadro, son medicina espiritual. Ya lo sabían los egipcios que llamaban a las bibliotecas “casas de vida”, contenedoras de “remedios para el alma”. Y es sabido que tanto los griegos como en la Edad Media usaban la lectura de textos sagrados durante una operación médica, con fines terapéuticos. Esa actitud hacia la cultura considero que se puede enseñar a los niños: asociar el arte a la libertad, al amor, al acompañamiento. La literatura no te abandona, te acompaña si quieres toda la vida. Yo asocio el mundo de los libros a mis padres y a mis tres hermanas.
CONSUEGRA: Mi madre nos sentaba alrededor de la mesa del salón y nos ponía a pintar. Era una bendita forma de distracción ya que éramos muchos y todos pequeños, así que comparto contigo la experiencia de gozar de la extraordinaria compañía fraternal, concretamente somos un hermano y cuatro hermanas. Cuando sentí la necesidad de plasmar algo fue en la adolescencia. En un cartón dibujé una especie de puzzle de un cerebro resquebrajado de donde salía una rosa roja. Se tenía que observar escuchando la canción Today de The Smashing Pumpkins mientras lo hacía mover y girar con una mano por el aire en el patio de mi casa. Todo este show recuerdo mostrárselo a Bea, la hermana mayor, que siempre estaba muy pendiente de lo que dibujaba en esos años. Se me acercaba y me decía con preocupación: “¿qué estás dibujando?”, queriendo hacer un psicoanálisis de ello y saber de mi estado de ánimo.
“La mayor parte de la creación parte de la desgracia; sin ésta, no hay previo impulso a crear, luego ya se va convirtiendo en una práctica…”
SUSANA: ¿Por qué eres artista, Consuegra? Disculpa si soy directa.
CONSUEGRA: Por un cúmulo de cosas: genéticamente por heredar de mi madre cualidades artísticas; despertarme el interés del arte un libro de Salvador Dalí cuando era una adolescente; enfadarme al ver The National Gallery por las mañanas y un indigente en Bethnal Green por las noches (en estas fechas probablemente se esté muriendo de hambre o de congelación), mientras todos los museos de arte cool del mundo abren sus puertas al público creyéndose personas de otro nivel porque el arte es para ilustrados o para gente con exquisita sensibilidad como para mirar lo que le rodea. ¡Qué mundo más hipócrita! Y también por reconciliarme con el arte en 2014 en la performance de Marina Abramović: 512 Hours en la Serpentine Gallery.
SUSANA: En tu caso parece que la pintura “te cura”. Carmen Martín Gaite, una de mis escritoras preferidas, decía: “A mí, la literatura me ha salvado de muchos pozos negros” (Martín Gaite, 1992).
CONSUEGRA: Sí. Influye también la depresión, en salteadas y contadas veces, causándome arranques creativos, y estar siempre Antonio, mi queridísimo hermano, para ayudarme a salir de la oscuridad. La mayor parte de la creación parte de la desgracia; sin ésta, no hay previo impulso a crear, luego ya se va convirtiendo en una práctica que realizas diariamente, semanalmente, eso ya depende de ti. Desear tomar el timón de mi vida de una vez para poder morir y luego vivir para siempre…
SUSANA: En tu obra, siento que más que hacer dibujos conclusivos, resumen de tus obsesiones, “los haces para entender qué te está pasando, en el proceso, mientras los estás haciendo… viviendo”. Y en otras series, veo un ejercicio de búsqueda espiritual más abstracto.
CONSUEGRA: Como para muchas personas, el arte es una terapia. Paura es el ejemplo más claro a simple vista ya que en ese momento estaba viviendo crisis de pánico a las alturas. Esto era nuevo para mí y no entendía lo que me estaba pasando. Creía haber enloquecido. Dibujaba compulsivamente lo que me provocaba ese miedo descomunal y mientras más lo dibujaba más desaparecía el pánico. En los By the river también hay ese tipo de cura pero de un modo más espiritual, como bien dices, a través de una búsqueda personal y más individualista que en las demás series.
UNA CONGREGACIÓN DE MUJERES
SUSANA: El universo femenino está muy presente en tus series. Tu tiempo es un “tiempo de todas”. Confieso que tus imágenes me generan desasosiego y esperanza, a partes iguales.
CONSUEGRA: Mi vínculo más fuerte con el sexo femenino ha sido y es con mi madre y hermanas, el cual se ha ido convirtiendo con el tiempo en una fuerte relación de una madre y cuatro hijas. Es fabuloso vivir entre cuatro mujeres, es liberador, enriquecedor y emocionante. También el ser melliza de una de mis hermanas, Carolina. Existe un doble vínculo emocional. Ella es la que está representada en muchos de mis dibujos. Sin saber que la estoy dibujando aparece, como en los dibujos de Games, donde el peligro y la dureza con la que estuvimos conviviendo las dos en el Reino Unido quedan reflejados. Al llegar a España, dejando atrás mi estancia en Londres, tenía la necesidad del calor natal, del reencuentro, y esto es el origen de la serie Family Meeting, donde conscientemente, influenciada por mi hermana Carmen, proyecto encuadres con perspectiva y con grandes ventanales, viniéndome a la cabeza los maravillosos dibujos de La casa de la cascada de Frank Lloyd Wright que ella hacía en sus años de carrera.
SUSANA: Me gusta que en tus obras se proyectan diferentes modelos de mujeres: contradictorias, poderosas, temerosas, perdidas y seguras.
CONSUEGRA: Ya llevaba muchísimos dibujos cuando me di cuenta de que predominantemente dibujaba mujeres. Recuerdo al principio sentir miedo. Solo el pensar dibujar un hombre me daba pánico y también pensaba: “No, a un hombre no lo voy a dibujar, me niego”, “bastante protagonismo tienen ya”; y si lo dibujaba, le tachaba la cara a veces hasta rayarla con furia por el daño que me había ocasionado “uno”, por llamarlo de alguna manera, aprovechándose de su puesto directivo de una empresa londinense. Los Blue Heads son la excepción. En esa serie son todos hombres: un intento de ponerles caras a esos a los que se las tachaba en los primeros dibujos de ‘Who?. En éstos y aquellos te señalo con el dedo a ti, acosador sexual, para que vean lo que haces o hacéis a escondidas.
SUSANA: Abordas directamente el acoso, y la violencia sexual que sufren las mujeres.
CONSUEGRA: Representar solo mujeres viene de un acto de rebelarme contra esta sociedad, ¡que abusa y asesina mujeres! Desde la tristeza dibujé For you y más tarde Fiction life donde me encontraba más fuerte emocionalmente y empiezo a sublevarme y crear un ejército de mujeres. Para quien no lo sepa, tenemos el poder de convertirnos en animales salvajes, así que aviso a navegantes.
SUSANA: Recuerdo que coincidió descubrir tus dibujos con la formación de La caja de Pandora (el grupo de 3000 mujeres de la cultura que luchamos en España y Latinoamérica contra la violencia machista en las artes), y ver tus dibujos me dio fuerza y energía para animar al grupo.
CONSUEGRA: Para mí fue clave cuando tú me invitas a entrar en La Caja de Pandora. El acogimiento que hay en este grupo es brutal. Te hace sentir arropada, protegida y realmente curó la ira que tenía dentro para transformarla en activismo feminista, y me inspiró Congregation. Supongo que el calificativo energético, que por cierto me encanta, es bastante adecuado, porque realmente siento energía al dibujar con el bolígrafo, es la inquietud y apresuración por dibujar-protestar de una vez por todas, porque no se pueden seguir permitiendo todas estas violencias, acosos y desigualdades, ¡la ley debe actuar ya!
PRESENCIA Y MEDITACIÓN
SUSANA: Cuando vi tus dibujos, no sabía que compartíamos el interés por la meditación y el Zen. Reconozco lo difícil que es mantener una actitud de calma interior en un mundo tan vertiginoso y neurótico. En tus dibujos se percibe tanto la carga del “ahora”, como el momento de la acción.
CONSUEGRA: El “ahora”, que está tan de moda afortunadamente, es el carpe diem, quam minimum credula postero (aprovecha el día, desconfía del mañana) que ha ido cambiando su sentido a lo largo de los siglos. En el presente, el “ahora” es la filosofía de vivir no estando ni en el pasado ni en el futuro mentalmente. Sus orígenes son budistas, como el término que utiliza Thích Nhãt Hanh, mindfulness, la plena atención en el aquí y ahora.
SUSANA: Que por otra parte no se contradice con comprometerse y actuar.
CONSUEGRA: Absolutamente. Hay otro “ahora” que me interesa por igual: es el que dice que ha llegado el momento de la revolución, esa a la que de manera gratuita y leonina llaman despóticamente “feminazi”. El misógino locutor de radio estadounidense Rush Limbaugh en 1992 hizo de esta palabra lo que hoy llamamos trending topic y resulta evidente que de haber nazis aquí serían ellos, ya que las feministas no asesinamos a nadie, ni nos creemos superiores a otra raza o persona, ni ejercemos el poder sobre el otro sexo.
ESPIRITUALIDAD
SUSANA: En cuanto a la materialidad de tu obra, que interesa mucho la factura, la forma. Me atrae el primitivismo sabio que desprenden, el intento de rozar lo ancestral, de dar pasos “místicos”.
CONSUEGRA: Primitivismo respecto a la técnica, podríamos llamarlo también básico en contraposición con el refinado. A básico le añadiría también, pero desde otro punto de vista: rupestre, salvaje, y más lejos aún: cósmico, al referirnos a cuando conectas con ese algo, que hemos heredado generacional y genéticamente de lo primero que existió en las galaxias. Este algo lo percibimos como una luz. Es el alma, que vive en la célula más pequeña de nuestro organismo. Está hecha del aire, de la tierra que pisamos en los campos, de los árboles de los bosques, de agua de ríos, mares y océanos, de universo. Somos universo. Mi perrita Baby, también tiene el universo dentro de ella a través de esas células. Ella y yo somos lo mismo, esa forma con luz que no tiene miedos, ni preocupaciones, ni ego, ni pensamientos positivos o negativos… el mar, una hoja de un árbol, una roca no los tiene, porque somos eso.
SUSANA: ¿Sientes esa energía, cuando pintas? Se transmite.
CONSUEGRA: Lo que pasa es que esta energía la tenemos tan oculta y enterrada en nuestro ser que no somos capaces de darnos cuenta de lo que hay más allá de nuestra cara y nuestro cuerpo, y de nuestros órganos y del mundo que nos montamos en nuestra cabeza.
SUSANA: ¿Desde qué órganos del cuerpo pintas?
CONSUEGRA- Desde cualquier lugar y órgano del cuerpo pinto, a veces desde todos a la vez al mismo tiempo. Todo influye en la práctica artística: la respiración del momento, el cosquilleo del pie dormido, el dolor en el estómago…
“Representar solo mujeres viene de un acto de rebelarme contra esta sociedad, ¡que abusa y xxxxxxxxxxxxx contra esta sociedad, ¡que abusa y asesina mujeres!”
INFLUENCIAS, INSPIRACIONES
SUSANA: ¿Cuáles son tus referencias artísticas, literarias, musicales?
CONSUEGRA: Te voy a comentar solo referencias artísticas porque literarias diría contundentemente: Virginia Woolf. Me he leído muchos de sus libros. Musicales sería Courtney Love sin duda en el ayer, en la actualidad tener de referencia a M.I.A. creo que sería también una buena modelo para las nuevas generaciones. Como te decía, Marina Abramović me ayudó a hacer las paces con el arte. Entré enferma en esa sala y fui curándome durante dos horas aproximadas en esas paredes blancas dando pasos a cámara muy lenta, en el silencio, hasta quedarme clavada en la mitad de la sala o contra la pared en una esquina, quieta. La performance la viví de muchas maneras: como un hospital mental, un retiro espiritual, una meditación, una religión, una sanación grupal contemporánea y un STOP y PAUSA del tiempo y la mente que te hacía ver las cosas en una dimensión distinta a la que vemos en la realidad. Sé que esta filosofía de entender el arte de la artista serbia Marina Abramović me ha influido desde entonces, como las celestiales acuarelas y los óleos de Edward Turner en la Tate Britain, como admirar dos años antes la pintura renacentista en Italia, embriagarme de belleza con los frescos de Fra Angélico en el convento de San Marcos, y por último y no menos importante: la pintura figurativa de los estadounidenses Grant Wood y Edward Hopper, que siempre me ha fascinado.
SUSANA: ¿Dónde vas a exponer próximamente?
CONSUEGRA: Gracias a la directora de arte Silvia Medina, está en proyecto participar con la galería Art Concept Alternative en Art On Paper New York. Igualmente, estoy empezando a hablar con Rosario Rossi de la Concejalía de Cultura para una exposición individual en las Salas de exposición del Teatro El Silo de Pozoblanco, el pueblo al norte de la sierra de Córdoba donde nací.
SUSANA: Gracias por esta conversación, Consuegra. Te has abierto absolutamente. Quería agradecerte mucho que no teniendo una buena fotografía juntas, para ilustrar esta entrevista nos hayas dibujado a ti y a mí, vertiendo sobre el papel las emociones que compartimos.
BIOGRAFÍA
Consuegra Romero (Córdoba, 1982) nació en Pozoblanco. Tras estudiar Bellas Artes en Granada, se centra en desarrollar el dibujo y la pintura, sumando más adelante el arte digital en el proceso creativo. Su encuentro más directo con el dibujo comenzó en el verano de 2015, cuando estaba viviendo una crisis existencial. Este acontecimiento supuso un punto de inflexión con respecto a su experiencia con el arte. Desde entonces ha creado obra siempre a bolígrafo.
Entre las últimas exposiciones en las que ha participado mediante la galería Art Concept Alternative, se encuentra la exposición colectiva Caminos encontrados, en Orihuela (Alicante), además de dos ferias de arte en Estados Unidos, Boston International Fine Art Show y Pinta Miami.
“Amo el arte. Sentir el dibujo es sentir el alma del arte. Hoy día, la investigación con mi compromiso artístico, se centra en ser sincera conmigo misma y con el mundo en el que vivimos, buscando la verdad y la esencia del dibujo, sus entrañas, despojarlo de la superficialidad, mentira, la cegada mediocridad en la que estamos enterrados. A través de la técnica: rayo, borroneo, ensucio, dibujo y pinto, siempre tratando de olvidar que tengo un bolígrafo en las manos”. Consuegra Romero
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