El mejor Henry Moore, en el Sardinero

La Caixa expone seis de sus esculturas en Santander

Santander,
Henry Moore. Óvalo con puntos, 1968-1970. Fundación Henry Moore: donación del artista en 1977
Henry Moore. Óvalo con puntos, 1968-1970. Fundación Henry Moore: donación del artista en 1977

La única vez que Henry Moore visitó España, allá por 1934, viajó en primer lugar a Pamplona y más tarde siguió su camino por la costa cantábrica hasta llegar a las cuevas de Altamira, que calificó como la Real Academia de la Pintura Rupestre. Ahora son sus obras las que vuelven a Santander: seis bronces que pueden verse hasta septiembre en el Paseo Marítimo de la segunda playa del Sardinero gracias al programa Arte en la calle de Obra Social La Caixa.

No es novedad que las obras de Moore puedan contemplarse en espacios públicos (sólo hay que recordar sus trabajos en Escocia, a las orillas del Mar Rojo o en la sede de la ONU en Nueva York), pero lo cierto es que contemplarlas junto al mar en Santander potencia el atractivo tanto de las figuras del artista inglés como del Sardinero.

El objetivo de Obra Social La Caixa con este proyecto –que ya ha trasladado por varias ciudades españolas, desde 2006, obras de Manolo Valdés, Igor Mitoraj o réplicas de Rodin– es “aproximar el arte a las personas fuera del marco habitual de museos y salas de exposiciones”.

Los seis bronces que forman parte de la exposición se fechan entre 1960 y 1982, la etapa más madura y fructífera de su trayectoria, y resultan representativas de sus intereses fundamentales: el tema de la maternidad, la fascinación por la figura reclinada, la relación entre el paisaje y la figura humana, la tensión entre abstracción y naturaleza y las posibles transformaciones de los objetos naturales en formas escultóricos.

Las piezas han sido seleccionadas por Sebastiano Barassi, jefe de Colecciones de la Henry Moore Foundation; se trata en concreto de Figura reclinada en dos piezas número 2 (1960), Gran figura de pie: filo de cuchillo (1976), que evoca la Victoria de Samotracia y que fue creada partiendo de un fragmento de material natural, en este caso hueso de pájaro; Pieza de bloqueo (1963-1964), Óvalo con puntas (1968-1970), que forma parte de un grupo de obras cuyo tema central es la combinación de elementos antropomórficos con formas procedentes de la naturaleza en un lenguaje casi abstracto; Formas conectadas reclinadas (1969), que explora la idea de una forma exterior que protege o encierra a otra interior y Figura reclinada (1982), la más sinuosa y alargada de sus composiciones de este tipo, elaborada cuando Moore ya contaba con 84 años.

La última muestra individual del artista británico en España tuvo lugar en 2006, en CaixaForum Barcelona. Antes, en 1981, el Palacio de Velázquez y la Fundació Miró albergaron una gran retrospectiva suya.

 

Henry Moore. Figura reclinada, 1982. Fundación Henry Moore
Henry Moore. Figura reclinada, 1982. Fundación Henry Moore

 

 

Comentarios