El cuñado de Sorolla y cinco depósitos

El museo del pintor en Madrid amplía su colección

Madrid,
Joaquín Sorolla. Retrato de Don Juan Antonio García del Castillo
Joaquín Sorolla. Retrato de Don Juan Antonio García del Castillo

Miguel Ángel Recio, director general de Bellas Artes y Bienes Culturales, y de Archivos y Bibliotecas, ha presentado hoy en el madrileño Museo Sorolla el Retrato de Don Juan Antonio García del Castillo, obra del pintor adquirida hace poco por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte para este centro. En una de sus salas podremos contemplarlo hasta el 1 de febrero, antes de que se someta a una intervención para su conservación y restauración.

Este retrato, fechado en 1887, viene a enriquecer la amplia colección de retratos familiares que conserva el Museo Sorolla y podemos relacionarlo con el retrato que el artista hizo en 1890 a su mujer y hermana del retratado, Clotilde, de similares características y también vestida de negro sobre fondo claro. Su precio ha sido de 135.000 euros.

Tanto Sorolla como Juan Antonio García del Castillo fueron estudiantes de la Escuela de Bellas Artes de Valencia. Aquí el segundo aparece vestido con el traje de etiqueta que llevó en su boda con María Banús. Su rostro fue claramente dibujado, y también debemos fijarnos en el tratamiento de las tonalidades del traje negro y en el fondo claro que ilumina el conjunto del cuadro y que recuerda a los retratos de Emilio Sala.

Por otro lado, también se han presentado hoy otros cinco cuadros de Sorolla que recientemente han sido depositados en el Museo de Martínez Campos por varios coleccionistas particulares para que puedan exponerse en él temporalmente.

Se trata de los lienzos El bote blanco. Jávea; Sombra del Puente de Alcántara. Toledo y Playa de Valencia, Después del baño y Elena en la Playa.

Los tres primeros proceden de una colección privada estadounidense y serán depositados en el Museo Sorolla a partir de la próxima semana, tras cerrarse la exposición ‘Sorolla y Estados Unidos’ en la Fundación MAPFRE. Permanecerán en el Museo hasta enero de 2016, fecha en que se incorporarán a la exposición “Sorolla en París” que se presentará sucesivamente en la Kunsthalle de Munich, el Musée des Impressionnismes de Giverny y en el propio Museo Sorolla.

En El bote blanco. Jávea (1905), Sorolla pintó deslumbrado por la limpieza de las aguas del mar en esa localidad y su paleta se enriqueció con verdes, turquesas o anaranjados insólitos hasta entonces en su producción; en Sombra del Puente de Alcántara. Toledo (1906) destacan los encuadres para poner al espectador ante un espectáculo de pintura pura: eliminando el cielo y el horizonte, el lienzo se cubre de largas y rápidas pinceladas cargadas de color que nos sitúan ante una imagen casi abstracta de luces y reflejos y Playa de Valencia (1908) fue pintado durante el verano y forma parte de un conjunto de obras con el tema de las barcas y muchas figuras en la playa, habituales en Sorolla.

Por su parte, las obras Después del baño y Elena en la Playa, también procedentes de una colección privada, han sido depositadas por un periodo de cinco años en el Museo.

La primera (1892) es una pieza excepcional, especialmente importante para el Museo, ya que tanto por su tipología, un desnudo, como por su fecha de ejecución, llena un hueco en la colección, que carece de obras de entidad de la primera época de Sorolla; Elena en la playa (1909) es un retrato de su hija menor correspondiente a su etapa de plenitud.

 

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