Si alguien se pregunta por qué Double Bind, la pieza monumental que Juan Muñoz realizó para la sala de Turbinas de la Tate Modern, está considerada una de las obras fundamentales de la escultura contemporánea, ahora tiene la oportunidad de descubrirlo y experimentarlo en PLANTA, el nuevo proyecto que el grupo y la Fundación Sorigué han puesto en marcha en sus instalaciones, en las proximidades de Lérida. Allí se ha instalado, reproducido casi idénticamente a como se mostró en Londres, este conjunto escultórico que impresiona desde que uno pone el pie dentro de la nave (anteriormente un espacio dedicado a la fabricación de dovelas de hormigón, una de las ramas de negocio de Sorigué). Todo el pabellón, más de 2000 metros cuadrados, ha sido reconstruido adaptándose a las necesidades de sus nuevos inquilinos y utilizando recursos, como la rampa de entrada, que, una vez más, nos remiten y recuerdan al espacio londinense.
Double Bind fue creada en el año 2000 para mostrarse como parte de las “Unilever Series”, un encargo específico que la Tate encomendó a Juan Muñoz y que estuvo comisariado por James Lingwood y Susan May. La realización de este proyecto –el segundo de la serie, por detrás de I Do, I Undo and I Redo, de Louise Bourgeois– supuso el reconocimiento internacional definitivo para situar a Muñoz entre los más respetados artistas del siglo XX. La inesperada muerte del escultor, pocos meses después de la inauguración, truncó su prometedora carrera, siendo Double Bind su último gran trabajo. Lamentablemente, no habíamos tenido ocasión de volver a ver la pieza montada, quitando una versión reducida que se colocó en la exposición que Vicente Todolí organizó en 2015 en Hangar Bicocca, en la que se revisaba la trayectoria del artista.
Esta es, por tanto, la primera vez que la obra puede verse en España. Aquí permanecerá durante cinco años, gracias a un préstamo del State Juan Muñoz, por el que no recibirá ninguna contraprestación, y que llegado el momento podría revisarse, si bien Ana Vallés, presidenta del Grupo Sorigué e impulsora de PLANTA, opina que este debe ser un espacio vivo, que seguirá vinculado, eso sí, al arte. Cristina Iglesias, como representante de la obra de Juan Muñoz, también opina que cinco años es un buen periodo de tiempo y ha reconocido que, aunque sabe que por sus extraordinarias dimensiones no es una pieza fácil para formar parte de la colección de un museo, a la familia sí le gustaría que algún día Double Bind encuentre un lugar definitivo. Por el momento, se muestra encantada de que esté de nuevo viva y al alcance de quienes quieran verla, así como de poder contribuir a crear un espacio y un destino importante en el que convivirá con otras obras de arte. Igualmente, ha destacado la idoneidad del contexto industrial en el que la pieza se inserta.
“Double Bind es una obra maestra del siglo XX que ha estado dormida durante dieciséis años y hoy despierta de nuevo aquí”. Cristina Iglesias
Double Bind está organizada en tres niveles y solo el inferior es completamente transitable, siendo el intermedio donde se colocan las figuras y elementos arquitectónicos como puertas, ventanas y aparatos de aire acondicionado, y el superior una superficie dominada por el trampantojo y los vanos reales por los que ascienden y descienden los dos ascensores que completan la instalación, marcando la profundidad e incorporando el movimiento. Tiene unas dimensiones de 100 metros de largo por 20 de ancho y 18 de altura. Todo el conjunto puede ser visto como una combinación de calles y arquitecturas con los que Juan Muñoz exploraba los espacios de la ciudad moderna en relación con los de la mente moderna. La atmósfera inferior en penumbra, solo salpicada de luz en algunos puntos, y los juegos ópticos de la plaza superior hablan de lo visible y lo invisible, de la búsqueda, de algo o de alguien, de momentos en los que encontramos luz en la oscuridad, tanto en lo físico como en otros aspectos de nuestra intimidad.
PLANTA nace del entusiasmo empresarial y la sensibilidad personal de Ana Vallés, un proyecto donde se conjuga empresa e innovación con creatividad. Arte, arquitectura, paisaje –natural e industrial– y conocimiento están en la idea de la que parte este innovador proyecto materializado en la construcción de todo un complejo ubicado en La Plana del Corb. Su núcleo central será un edificio diseñado por Ábalos + Sentkiewiczy, donde se albergará la colección Sorigué de arte contemporáneo, rodeado por otros espacios industriales contenedores de piezas, algunas de ellas realizadas especialmente para esos espacios, de creadores como William Kentridge, Bill Viola, Anselm Kiefer, Wim Wenders o Chiharu Shiota.
La colección Sorigué, que en 2015 recibió el premio Arte y Mecenazgo de “laCaixa” y en 2017 el Premio GAC al coleccionismo, ha ido creciendo en los últimos 15 años con el “humanismo” como eje de su discurso. En la actualidad cuenta con más de 450 obras y en ella se mezclan los nombres más destacados del panorama internacional con otros apenas conocidos pero que ayudan a establecer un vínculo entre los aspectos más emocionales del trabajo artístico. La escultura tiene sin duda un papel relevante en la colección, con piezas de Juan Muñoz, Anthony Gomley, Anish Kapoor o Tony Cragg, entre otros. Son frecuentes los préstamos de obra a otras instituciones para formar parte de exposiciones dentro y fuera de España (en este momento, por ejemplo, un par de obras de Julie Mehretu se exhiben en el Centro Botín).
Para poder visitar Double Bind es necesario concertar cita previa a través de la web de la fundación o del correo info@fundaciosorigue.com.
“Juan Muñoz. Double Bind”
Complejo Industrial Sorigué
Ctra. Lleida a Balaguer (C-12), Km 161.8
Balaguer, Lérida
Del 30 de octubre de 2017 a 2022
