Desde el pasado 28 de enero podemos acercarnos a la Sala de Arte Joven de la Avenida de América para conocer la primera de las exposiciones que Martim Dias llevará a cabo en este espacio tras resultar ganador en la séptima edición de la convocatoria Se busca comisario, que programa anualmente desde 2009 la Comunidad de Madrid con el fin de dinamizar la escena artística madrileña, visibilizar la creación emergente y favorecer el acceso a la actividad profesional de los participantes.
El proyecto de Dias lleva por título “Cuestionamiento” y se compone de dos muestras temporales y de un conjunto de actividades paralelas estructuradas en torno a un objetivo fundamental: favorecer el diálogo entre artistas madrileños y portugueses en lo relativo a dos temas de base, territorio y sociedad. Al elegir estos asuntos Dias ha buscado invitar a los creadores participantes en su proyecto, y también al público que visite la Sala de Arte Joven, a repensar las relaciones entre nuestro actual modelo social y el espacio y cómo estos nexos han evolucionado desde el pasado y lo harán en el futuro.
Esta primera muestra, abierta hasta el 24 de abril, se refiere específicamente al territorio y cuestiona las nociones ya establecidas sobre lo que esa noción implica, sobre nuestra forma de habitarlo y sobre cómo construimos nuestros propios territorios.
Participan en ella siete artistas, de origen español y portugués: veremos dibujos de Irene Grau, fotografías de Ana Catarina Pinho, proyecciones de Teresa Solar Abboud y de Lois Patiño e de Dalila Gonçalves, Andrés Pachón y Sérgio Carronha. Todos estos trabajos, desde su diversidad de técnicas, abordan la cuestión del territorio planteando definiciones personales del concepto y han sido producidas específicamente para esta exhibición, de modo que estos siete creadores se han sumado activamente a la gestación curatorial de “Cuestionamiento”, compartiendo además ideas y experiencias entre todos.
Los dibujos de Grau proponen un viaje siguiendo mapas sin referencias textuales ni numéricas, solo simbólicas; Solar Abboud ha reconstruido una escena de Lawrence de Arabia en el desierto de Tabernas; Dalila Gonçalves, en De Passagem, presenta piezas que suponen su respuesta a diversas preguntas a formular sobre el territorio utilizando elementos cotidianos y Ana Catarina Pinho, en su serie Lownlands, nos muestra la frontera hispano-portuguesa marcada por el río Miño a modo de instalación.
También en una frontera entre España y Portugal, la marcada por la Serra do Xurés, Lois Patiño ha ambientado su proyecto Noite sem distancia, en el que ha buscado lograr la representación de un instante concreto en la memoria del paisaje, referido en este caso a un pasado de contrabando.
Por último, Sérgio Carronha ha tomado como base la frontera entre Extremadura y Portugal: las láminas de esquisto que componen Horizon and Surface recuerdan los ídolos placa del Alentejo, susceptibles de lecturas más variadas que las religiosas, y Andrés Pachón, en Linterna mágica, recopila otra clase de placas: las originales que integraban una serie de diapositivas en vidrio fabricadas entre 1869-1930 por Ed. Liesegang S.A, modificando su mecanismo de visión a través de un artefacto especial de proyección.
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