Cine experimental y Art Brut en la nueva temporada de La Casa Encendida

El centro presenta “Lua Cão” y “Creación y delirio. Jeanne Tripier”

Madrid,
“Lua Cão”. Un proyecto conjunto entre los artistas portugueses Alexandre Estrela y João Maria Gusmão + Pedro Paiva, junto al comisario Natxo Checa
“Lua Cão”. Un proyecto conjunto entre los artistas portugueses Alexandre Estrela y João Maria Gusmão + Pedro Paiva, junto al comisario Natxo Checa

Seguimos sumando inauguraciones en Madrid y, en esta ocasión, es La Casa Encendida la que acaba de presentar su programación expositiva para los próximos meses. Hasta el 5 de enero allí se mostrarán dos proyectos muy diferentes entre sí pero que tienen en común un componente poético y casi mágico, próximo a la revelación, con las distintas connotaciones que el término pueda tener.

En la planta superior (Salas A, B y C) se presenta “Lua Cão”, una muestra que reúne el trabajo de los artistas portugueses Alexandre Estrela y João Maria Gusmão + Pedro Paiva, realizado con la complicidad del comisario Natxo Checa. Para desarrollar el proyecto, que pretender ser ante todo una experiencia inmersiva a través de vídeos y películas de 16mm., artistas y comisarios han llevado a cabo una colaboración vivencial, además de artística, desde hace más de una década. Juntos han viajado a lugares como el Desierto de Atacama, Timor o las Siete Ciudades de Las Azores, donde se instalaron en el interior de un cráter desde el que recorrieron –y Estrella, además, filmó– el túnel que perforaba la pared del volcán hacia el mar, registrando la entrada de luz en un rodillo de 600 metros de película virgen que recorría todo el suelo. La ilusión visual, las sensaciones acústicas y todo lo que tiene que ver con la percepción del espectador en la sala están presentes no solo en esta pieza, llamada Viagem ao Meio, sino en las 26 que conforman “Lua Cão”, cuyo título hace referencia a un fenómeno óptico y atmosférico por el que en el anillo de la luna vemos un par de reflejos iridiscentes. El trabajo de los tres artistas no comparte ninguna narrativa lineal, sino simplemente un lugar en el que llegan a entrecruzarse, un espacio en el que las imágenes, al juntarse, generan una nueva experiencia fílmica. La muestra es una reflexión sobre diversas cuestiones perceptivas, la mecánica de la visión y la materialidad y el movimiento de la imagen. Su complejo montaje, en lo que se refiere a la proyección de película en las salas, hace necesario que estas cierren por un periodo de tiempo para volver a preparar las cintas, por lo que el horario habitual de visita se verá modificado, siendo este de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00 horas.

La otra exposición que hoy abre sus puertas en La Casa Encendida está dedicada a la artista Jeanne Tripier (París, 1869 – Neuilly sur Marne, 1944), una creadora marginal y autodidacta que desarrolló la mayor parte de su obra internada en un psiquiátrico a las afueras de París. Su trabajo llamó la atención de Dubuffet, tanto como para convertirla en una de las grandes representantes del Art Brut. La muestra, que lleva por título “Creación y delirio. Jeanne Tripier”, ha sido comisariada por Aurora Herrera y recoge una pequeña parte de la producción de Tripier entre 1934 y 1939. Está condensada en unos años tan concretos porque es el único periodo del que se han conservado obras, gracias a que su médico las guardó una vez que la habitación de Tripier en el hospital fue desmantelada tras su muerte. La artista, que se creía “Medium de primera necesidad”, sufría psicosis crónica y crisis psicópatas-megalómanas; escuchaba voces en su interior, las cuales transcribía de manera compulsiva. Eran, según ella, mensajes que le hacían llegar conocidos personajes, destacando entre todos ellos Juana de Arco, de quien se creía representante en la tierra, llegando incluso a firmar como “MM J.T. Juana de Arco”. Se sabe que somatizaba todos los hechos históricos que tenían lugar en su época y hablaba de sus protagonistas como si fueran sus amigos cercanos. Lo que podemos ver expuesto aquí son sobre todo textos –la mayoría de ellos eran inconexos, sobre cualquier tipo de soporte, y una mezcla de realidad y ficción– y dibujos, así como una pequeña selección de los bordados que realizaba. Estos son parte esencial de su producción y representan distintos motivos, como animales, flores, secciones del córtex cerebral e, incluso, talismanes para su protección. Ni en los bordados ni en los dibujos, a los que ella llamaba clichés por su similitud con el proceso fotográfico del revelado cuando la imagen aparece, hay patrones ni reglas, lo que potencia el carácter expresivo de los mismos.

Todas las piezas fueron adquiridas por Dubuffet en 1948 y forman parte de la Collection de l’Art Brut de Lausana, siendo unas de las más solicitadas para participar en exposiciones internacionales. Fue también el artista francés el primero en publicar, en 1966, un volumen con todos sus escritos, que puede consultarse en la sala. El diseño de la exposición incluye una línea que atraviesa todo el montaje con la transcripción de los mensajes que le enviaban los personajes “en ella reencarnados”.

“Creación y delirio. Jeanne Tripier” se enmarca dentro de una línea de investigación en la que La Casa Encendida lleva años trabajando para dar a conocer a figuras consideradas marginales dentro de la creación contemporánea y de las vanguardias artísticas del siglo XX. Ha sido el caso de las exposiciones dedicadas a Antonin Artaud (2009), Edward Gordon Craig (2010) o Loïe Fuller (2014).

 

Jeanne Tripier. Sin título, entre 1935 y 1939
Jeanne Tripier. Sin título, entre 1935 y 1939

 

“Lua Cão” y “Creación y delirio. Jeanne Tripier”

LA CASA ENCENDIDA

Ronda de Valencia, 2

Madrid

Del 10 de octubre de 2018 al 5 de enero de 2019

 

 

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