Los setenta según Ceesepe

La Casa Encendida exhibe su obra gráfica

Madrid,

El próximo septiembre hará un año del fallecimiento de Ceesepe (Carlos Sánchez Pérez), el artista madrileño que hizo pintura a partir del lado poético de las calles oscuras y estrechas de Madrid. Lo conocemos sobre todo a partir de esos lienzos, pero seguramente no habría podido llegar a ellos de no haberse convertido antes en un temprano y talentoso dibujante de historietas en las que dio cuenta de los cambios sociales inmediatos al fin de la dictadura.

Ceesepe. Vicios modernos, Madrid, Las Ediciones de La Banda de Moebius, 1979
Ceesepe. Vicios modernos. Madrid, Las Ediciones de La Banda de Moebius, 1979

A esa vertiente de la producción de Ceesepe, a sus cómics y su obra gráfica, se dedica “Vicios Modernos”, la muestra que La Casa Encendida le dedica justamente hasta septiembre. Recoge casi trescientas piezas, la mayoría adquiridas por el Archivo Lafuente y fechadas entre 1973 y 1983 (año en que ya había culminado su peregrinación hacia la pintura): veremos, además de cómics originales, cuadernos, revistas, juegos, fotografías, un filme (El día que muera Bombita) y diversas publicaciones vinculadas al arte gráfico nacido en aquellos años y al propio trabajo del madrileño.

Comisaría el proyecto Elsa Fernández-Santos, quien ha buscado en esta muestra, no solo reivindicar la importancia de la historieta en el conjunto de la trayectoria de Ceesepe, sino también en el marco de la cultura española de entonces: No se pueden entender los años setenta en España sin medir lo que supuso el aterrizaje, en la esfera juvenil, de las historietas y dibujos que la cultura oficial ninguneaba. La estela del cómic underground estadounidense, rebelde y desmitificador, tocaba la orilla de un país sediento de pruebas de modernidad. El lenguaje de la tinta china era perfecto: con mínimos medios recogía la voz insumisa de las nuevas generaciones.

La muestra se inicia dándonos a conocer el Ceesepe más joven, escolar, sus cuadernos de apuntes y los dibujos y cómics que llevaba a cabo en formatos a veces tan minúsculos como una caja de cerillas. Se aprecia en ellos la influencia de la contracultura estadounidense, especialmente en la serie dedicada a Slober, antihéroe violento y políticamente incorrecto que se metía en aventuras cercanas al delirio. Jordi Costa lo define como la creación más icónica del Ceesepe puramente underground, un personaje que funcionará, en cierta medida, como alter ego pulsional del artista y que avanzará como un vector de transgresión y crueldad a través de unos universos oscuros regidos por el horror vacui.

Con solo 16 años, el artista ya lograba publicar: su primera historieta vio la luz en la revista Star y Ceesepe no tardó en convertirse en referente de nuestro cómic, muy ligado a las inquietudes colectivas de quienes atravesaban su adolescencia o primera juventud en la Transición.

También se exhiben en La Casa Encendida tebeos de El Rrollo en Barcelona y la Cascorro Factory en Madrid, focos del cómic en los setenta y también plataforma para los dibujos de nuestro autor, que se relacionó de la mano de El Rrollo con Nazario Luque y Xavier Mariscal y pondría en marcha la citada Cascorro Facory, junto a Alberto García-Alix, en el Rastro madrileño. Se trataba de un puesto de cómics y también de una editorial artesanal de publicaciones que creaba en colaboración con amigos como El Hortelano o Ouka Leele.

En realidad, Ceesepe ya había montado antes un puesto donde vendía cómics en el mismo Rastro, pero su encuentro con el fotógrafo, en la primavera de 1976, despertaría nuevos instintos artísticos an ambos: Yo venía de la Universidad, de fracasar, y él despertó mi creatividad, dijo García-Alix. El nombre que dieron a su nuevo espacio en La Latina procede, obviamente, de Warhol, de la confluencia de lo castizo con la modernidad americana.

Y bajo ese sello, el de Cascorro Factory, publicaría Ceesepe su obra más destacada en aquel periodo, la que da título a esta muestra:el fanzine Vicios Modernos, que incluía dos historietas: la propia Vicios Modernos, elaborada a partir de fotos de García-Alix, y Bestias de Lujo, que abrió ya nuevos caminos para Ceesepe.

La primera tiene al fotógrafo como protagonista y lleva sus imágenes de individuos en los márgenes al terreno de la ficción, desde la belleza y la desesperanza. La segunda sigue estando poblada de bellos malditos y se recrea, más descarnadamente, en la marginalidad. Su última viñeta es Mayo Rojo, y su cromatismo anticipa los posteriores desarrollos del color en Ceesepe.

En la segunda sala de esta exposición nos espera El Tacón cubano, historieta en formato mayor en la que el madrileño experimentó más a fondo con las posibilidades narrativas del cómic. Por su tamaño, anticipa su progresiva incursión en la pintura: sus viñetas se presentan cada vez más sofisticadas y complejas, convirtiéndose casi en pequeños cuadros.

El color también es el protagonista de los dibujos que realizó para Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, la primera película de Almodóvar, y de otros dos de sus cómics más trabajados: La lucha, El día que muera Bombita y Estrellita va a New York, cuya portada ya es un lienzo.

Ceesepe. Estrellita va a New York, 1981. Archivo Lafuente
Ceesepe. Estrellita va a New York, 1981. Archivo Lafuente

Costa encuentra una evolución clara entre estos últimos cómics y los iniciales, ligada al contexto social de entonces: La obra de Ceesepe en el ámbito de la historieta se desarrolló a lo largo de un limitado período de tiempo de apenas diez años que, progresivamente, fue trazando una sinuosa ruta que llevaría de la viñeta entendida como puerta (o ascensor) en dirección al mal viaje al lienzo trascendido como ventana abierta al skyline multicolor de una ciudad futura, deslumbrante y soñada.

No os vayáis de La Casa sin fijaros en la entrada de la exposición y el pasillo que comunica sus accesos: allí se han reproducido los Ángeles negros, personajes icónicos del universo de Ceesepe. Además, la muestra se completa con dos audiovisuales: el citado mediometraje El día que muera Bombita y Mis años Ceesepe, este último realizado a partir de fotografías de García-Alix.

Ceesepe. El día que muera Bombita, 1983. Madrid, Erucomic, 1983
Ceesepe. El día que muera Bombita, 1983. Madrid, Eurocomic, 1983

 

“Vicios Modernos. Ceesepe 1973-1983”

LA CASA ENCENDIDA

Ronda de Valencia, 2

Madrid

Del 31 de mayo al 22 de septiembre de 2019

 

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