Carreta fantasma en la Fundación Gala-Dalí

La Fundación Gala- Dalí de Figueras presentó ayer su última adquisición de obra del artista, un óleo sobre madera fechado en 1933 y titulado Carreta fantasma que se ha comprado a un coleccionista particular anónimo.

Los fondos de esta institución se han ido ampliando desde 1991 y cuentan con más de 300 piezas, 11 de ellas de la etapa surrealista de Dalí. Esta última compra coincide con el 40º aniversario de su Teatro-Museo.

Carreta fantasma formó parte de la colección del poeta británico Edward James, ferviente defensor del surrealismo y mecenas de Dalí entre 1936-1939. Él también coleccionó en su casa de Sussex el conocido sofá-labios y el teléfono-langosta.

En el centro de esta última pieza en incorporarse a la Fundación catalana vemos una llanura árida y luminosa y una carreta de dos ruedas que se mueve en dirección hacia un pueblo. La forma de la tartana se mezcla con la ciudad, convirtiéndose en su propio destino. Donde deberíamos encontrar las ruedas, hay dos estacas clavadas en el suelo y los personajes que aparecen sentados en el carro se identifican con la arquitectura de la ciudad del fondo.

Desde el punto de vista técnico, la obra recuerda a Retrato de Emilio Terry, El espectro del sex-appeal o Retrato de Gala con dos costillas de cordero en equilibrio sobre su hombro por su minuciosidad, por el uso de maderas nobles, como la caoba, de medidas reducidas, y el empleo de una pincelada precisa, con capas transparentes y detalles casi imperceptibles.

La pintura puede verse desde hoy en la Sala del Tesoro del Teatro-Museo Dalí.