Carlos Sagrera, hábitos que hacen espacios

Muestra sus interiores recientes en Arróniz Arte Contemporáneo

México D.F,,

 

Carlos Sagrera. "Hábito" en Arróniz Arte Contemporáneo
Carlos Sagrera. “Hábito” en Arróniz Arte Contemporáneo

Sus pinturas, que son recuerdos visuales de instintos detenidos, de retazos de ambientes y lugares que quedan en la memoria cuando el tiempo ha pasado, tuvieron una muy buena acogida entre vosotros cuando Carlos Sagrera se sumó a nuestros Fichados hace casi dos años.

Hemos seguido sus pasos y encontramos a este artista madrileño exponiendo en Arróniz Arte Contemporáneo, en Ciudad de México: presenta hasta agosto “Hábito”, un conjunto de esos interiores de los que os hablábamos entonces. Atendiendo a la definición del diccionario, el término se refiere a formas habituales de proceder o a la repetición de actos similares o iguales, originada por tendencias instintivas, especialmente aquellas que son difíciles de abandonar; Sagrera conduce nuestra mirada en sus obras al modo en que esos hábitos en el tiempo, por deseo o por necesidad, transforman estancias, dejan sus huellas en muebles, paredes, techos y suelos, generando un deterioro que también es rastro de vida.

Son esas señales, nacidas del transcurso de los años y del uso e inevitables, las que cobran todo el protagonismo en su producción: reconstrucciones intencionadamente parciales de espacios domésticos en las que combina realismo y fluidez y a las que concede también una dimensión táctil.

No encontramos en ellas figuras humanas, porque no son necesarias para dotar a estos interiores de expresividad: la logra a partir de encuadres y tonalidades y también a través de objetos, mobiliarios y rincones que a todos nos son familiares y que él convierte en sujetos comunicativos capaces de transmitir emociones e información, rompiendo su esencia inerte precisamente gracias a la estela dejada por los hábitos, a las historias de las que son testigos, que les confieren connotaciones a veces simbólicas.

Fue en 2012-2013, y de la mano de una beca de la Fundación Antonio Gala, cuando Sagrera comenzó un proyecto centrado en la reconstrucción pictórica de espacios que conocía bien, por haber vivido allí o haberse relacionado directamente con ellos. Su punto de partida fueron fotografías realizadas en los setenta en la casa de sus abuelos, imágenes que le permitieron tomar conciencia, en sus palabras, de los cambios, desgaste y uso del espacio, las nuevas combinaciones, los muebles y movimientos que habían sucedido allí a lo largo de los años.

Su obra está poblada desde entonces de habitaciones depuradas, pasillos estrechos, garajes abigarrados… cuyos títulos apelan también a la memoria: Lo que nos queda, Esperando, Último día. No esquiva los colores vivos, aunque predominan las gamas suaves y si algo capta la atención del espectador son esas atmósferas detenidas marcadas por el manejo delicado de la luz; nos contaba cuando lo fichamos que le interesa captar el paso del tiempo, la “intemperie doméstica”, lo que permanece en el espacio tras haberlo habitado, la memoria, la memoria selectiva y el olvido, lo cotidiano y privado…

Carlos Sagrera. "Hábito" en Arróniz Arte Contemporáneo
Carlos Sagrera. “Hábito” en Arróniz Arte Contemporáneo
Carlos Sagrera. "Hábito" en Arróniz Arte Contemporáneo
Carlos Sagrera. “Hábito” en Arróniz Arte Contemporáneo
Carlos Sagrera. "Hábito" en Arróniz Arte Contemporáneo
Carlos Sagrera. “Hábito” en Arróniz Arte Contemporáneo

 

Carlos Sagrera. “Hábito”.

ARRÓNIZ ARTE CONTEMPORÁNEO

c/ Tabasco, 198

Colonia Roma, Ciudad de México

Del 8 de junio al 24 de agosto de 2019

 

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