En el Museu Fundación Juan March de Palma de Mallorca continúa el ciclo AL/ Artistas de Latinoamérica y su segundo episodio está dedicado a un autor nacido en 1911 en Torroella de Montgrí (Gerona) que desde su infancia residió en Argentina (aunque nunca llegara a nacionalizarse) y no regresaría a España. Se trata de Juan Batlle Planas, que en Buenos Aires se convertiría en una figura clave de la vanguardia sudamericana.
“El gabinete surrealista”, que así se llama la muestra del Museu March, es la primera monográfica de este artista en nuestro país, pero no se trata de una exhibición retrospectiva porque se centra en un único periodo de la trayectoria de Batlle (el de las décadas de los treinta y los cuarenta), una sola vertiente de su producción (collages y gouaches de formato íntimo) y en determinados temas que escapan a los que le convertirían en una figura popular en Argentina, esto es, sus Noicas o figuras femeninas que suponían un cruce entre musas, niñas y ángeles inspiradores.
Buen conocedor del psicoanálisis y también de los principios del surrealismo, el artista consideró el automatismo gráfico como técnica válida para indagar en el alma humana, profundizó en las teorías sobre el inconsciente y en los procesos de las energías psíquicas y tomó como referentes a Dalí, Gutiérrez Solana, Joan Miró, Pablo Picasso, Giorgio de Chirico, Francis Picabia o Max Ernst.
En pintura se acercó a la metafísica y a la abstracción, pero también fue escultor, desarrolló proyectos públicos y nos legó sus escritos. Prefirió los pequeños formatos y supo aunar en ellos geometría y onirismo.
Sus comienzos fueron autodidactas y se inició haciendo copias del natural, pero aquella producción temprana no debió satisfacerle porque abandonó esos procedimientos en favor de los que le permitían bucear en su psique: optó por la citada creación automática. Dos trabajos esenciales que realizaría siguiendo aquel método podemos contemplarlos en Palma: se trata de sus llamadas radiografías paranoicas y de una serie de collages que serían fundamentales para la introducción del surrealismo en Argentina.
El primer conjunto está dominado por calaveras y esqueletos, siluetas vacías y criaturas brotadas del subconsciente que podrían emparentarse con las alumbradas por Goya y Gutiérrez Solana cuando se inspiraban en la España negra o con las Danzas de la muerte tradicionales en muchas localidades catalanas. Los collages, por su parte, son poemas visuales cuyo lenguaje evolucionó conforme a las necesidades internas, y no solo creativas, de Batlle Planas: primeramente recurrió al dibujo y al grafismo y más tarde se adentraría en el color y sus posibilidades expresivas.
En la muestra veremos, asimismo, algunas ilustraciones para textos de escritores e intelectuales españoles emigrados a Argentina desde la guerra civil y abundante documentación: estudios, revistas, cartas… que nos hablan, no solo del Batlle autor, también del coleccionista y del poeta.
“Juan Batlle Planas: el gabinete surrealista”
c/ Sant Miquel, 11
Palma de Mallorca
Del 12 de junio al 31 de agosto de 2019
