Sus instantáneas incluyen un amplio repertorio temático: retratos de miembros del Ku Klux Klan, cadáveres, imágenes de víctimas quemadas o su polémico Piss Christ, obra en la que sumergía un crucifijo en un vaso con su propia orina. Andrés Serrano vive y trabaja en Nueva York y ha mostrado su obra en el Barbican Center londinense o la Catedral de Saint John neoyorquina. Sus fotografías contienen a menudo fluidos corporales, como semen, sangre menstrual o leche materna y emplea técnicas fotográficas convencionales sin manipulación digital.