Licenciada en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco. En su obra, las referencias a la abstracción geométrica del periodo de entreguerras, se intercalan con citas puntuales a artistas de la vanguardia, elaborando una síntesis personal que se aleja del concepto de apropiación. Con una factura precisa y una gama tonal intencionadamente fría, donde la pintura acrílica simula tinta serigráfica, Ana Isabel Román retorna a la poética de la máquina, a los objetos que desprovistos de una función clara, mediante la descontextualización y los cambios de escala, se humanizan hasta disolverse en el yo más íntimo y cercano. Destaca su exposición individual El Jardín Mecánico en la sala de la BBK de Bilbao.