Recibe en 1993 la Beca ce la Academia Española de Historia, Arqueología y Bellas Artes de Roma. Su obra es heredera de la tradición clásica retomada por la metafísica italiana, en donde Giorgio de Chirico , Filippo de Pisis , Morandi , y posteriormente el tardíamente recuperado Federico Gnoli , incidieron en lo que la pintura tiene de objeto de pensamiento, salvaguardando, aunque pervirtiendo, los valores clásicos de la representación, incorporando sutilmente los hallazgos de la vanguardia. Es donde Antonio Rojas se sitúa, en la frontera entre lo representado y las referencias evocadoras a lo que permanece oculto en la tela. Mediante sutiles gamas de color donde el claroscuro crea sensaciones de volumen que son posteriormente negadas por efectos tridimensionales, sus obras convierten lo natural en efecto del pensamiento, y lo pintado, en la superficie de un sueño. Destacan sus exposiciones individuales en, Galería Magda Bellotti, Algeciras (1992), Galería Antonio Machón, Madrid (1994), y Galería My Name´s Lolita Art, Madrid (2000). Su obra se encuentra en, Colección Barbara Rose, Nueva York, Colección Fundación Rafael Alberti, Cádiz, Museo de Teruel, Colección Junta de Extremadura, Colección Fundación Coca-Cola, Madrid, Colección Unión Fenosa, Madrid, y Museo Maragume Hirai de Arte Español, Japón.