Trabajan siempre juntos. Entre 1963 y 1966 estudian en la Academia de Artes Decorativas de París y al año de graduarse obtienen sendas becas para estudiar en Roma en la Villa Médicis. A esta beca le seguirán otras para trabajar en Berlín (1977) y Nueva York (1979). Su obra ha sido definida como arqueología ficción y se nutre del rico caudal de la mitología y la utopía. Su primera exposición individual, en la que presentan una serie de obras inspiradas en la antigüedad grecolatina, tiene lugar en Roma en 1970. Entre sus primeras creaciones se encuentra una serie de bustos en papel maché realizados a partir de modelos antiguos. Siguiendo con esta inspiración clásica, los Poirier realizan maquetas de ruinas, villas imaginarias, bibliotecas ideales o escenarios de supuestos ecuentros míticos. Entre sus muestras individuales puede mencionarse la del Museo Brooklyn de Nueva York (1984) o la del Museo de Arte de Viena (1994). Entre sus colectivas más destacadas está Spurensicherung en el Kunstverein de Hamburgo (1974). Han participado en importantes citas del arte internacional como la Bienal de Venecia (11976, 1980 y 1984) o la Documenta de Kassel (1977).