Se inicia de la mano del pintor Eliseu Meifrén, quien entre 1898 y 1900 vive en Gran Canaria, antes de trasladarse a Madrid para estudiar en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. En 1907 se traslada a Barcelona, siendo de gran importancia los viajes realizados a Londres entre 1904 y 1906, donde descubre la pintura de los prerrafaelitas británicos, y a París, donde entra en contacto con la obra de Gustave Moreau. En 1908 lleva a cabo su primera exposición individual en el Círcol Eqüestre de Barcelona, de paisajes y retratos. Retratos muy comentados ya que son interpretados desde una óptica simbólico decorativa, y que le convierten en el inspirador de un pequeño grupo de artistas que se presenta como alternativa al
simbolismo decorativista y al clasicismo que imponía el
noucentisme. Ese mismo año recibe su primer encargo importante: cuatro grandes lienzos para decorar un salón de la Sociedad el Tibidabo de Barcelona y que son expuestos en la Sala Parés en 1909. Ciclo temático de gran importancia ya que preludia la que es la gran obra de su vida: El poema de los elementos; se trata de una serie inscrita en la tradición canaria del mito atlántico, cuyo eslabón más próximo son los poemas de Tomás Morales, poeta simbolista amigo de Néstor. Conjunto de cuatro series que se corresponden con los cuatro elementos Agua, Tierra, Fuego y Aire, cada serie debía estar compuesta de ocho pinturas, de las que tan sólo llega a realizar ocho cuadros que se corresponden con el elemento del Agua o Poema del Atlántico (1913 1923), trabajando hasta su muerte en el Poema de la Tierra (1927 1938). En ellas se puede observar un intenso colorido que combina con un magnífico lenguaje simbolista que escandalizó al público de la época. Promotor turístico de la isla, a él se le debe el proyecto de Pueblo Canario, que tiene como fin último la conversión de la isla en centro turístico. De entre sus escenografías cabe destacar la realizada para la obra de Manuel de Falla El amor brujo en 1914. En 1956, abre sus puertas el Museo Néstor de Las Palmas de Gran Canaria, magnífico exponente de la obra del artista.