Realiza su formación artística en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando y en el Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas de Madrid, capital en la que funda junto a otros artistas la galería Fernando Fe. En sus primeras pinturas, que podemos fechar entre 1945 y 1952, abundan las representaciones de plantas, frutos y pescados autóctonos, tratados todos ellos con un brillante cromatismo. Estas creaciones hunden sus raíces en la tradición pictórica de las islas, teniendo un cierto aire indigenista. Será en los años 50 cuando su obra se vuelva abstracta y otorgue un gran valor a la materia y a las texturas, en un intento de reflejar la naturaleza volcánica de Lanzarote, siendo ahora los colores predominantes los ocres, grises y negros. En 1966 es becado por el Instituto Internacional de Educación de Nueva York. Desde esa estancia americana y sobre todo desde 1968, fecha en la que vuelve a Nueva York, se dedica con ahínco a la protección del medio ambiente y al desarrollo del turismo en las Islas Canarias, siendo reconocida esta labor en 1978 al otorgársele el Premio Mundial de Turismo y Ecología de Berlín y en 1986 el Premio Europa Nostra. Su escultura se caracteriza sobre todo por el fuerte cromatismo y el carácter lúdico de las piezas. También ha realizado incursiones dentro del campo de la arquitectura, teniendo como fin la simbiosis con la naturaleza circundante y el respeto a la tradición constructora local. Ejemplos de ello son la remodelación de lo Jameos del Agua y su propia vivienda, hoy sede de la fundación que lleva su nombre. Entre los galardones obtenidos se encuentra la Medalla de Oro de Bellas Artes de 1980.