Se forma en la Real Academia de San Fernando a partir de 1846, bajo la tutela de José de Madrazo y Agudo y de Federico de Madrazo y Küntz. Hacia 1855 se traslada a Roma tras conseguir una beca, entrando en contacto con el círculo de artistas formado alrededor de la Academia Española de Bellas Artes. Pertenece a la generación de artistas post-románticos y cercanos al realismo, cuyas obras son eclécticas en cuanto a género, si bien es cierto que son los lienzos históricos sus predilectos, género en el que compite con Casado del Alisal. De dibujo lineal, abundan en ellos las referencias eruditas. Es conocido como buen colorista y por la luminosidad de sus obras. También pinta obras religiosas así como retratos tratados con gran delicadeza y en los que combina el estilo realista, como el retrato de Don Salustiano Olózaga, (Palacio de las Cortes, Madrid, 1867), con otros de estilo más cercano al romanticismo. Primer Director del Museo del Prado desde 1868, en 1873 se traslada definitivamente a París donde muere años más tarde. Su lienzo Los Fusilamientos de Torrijos y sus compañeros (1860, Museo del Prado), muestra su predilección por las escenas de carácter liberal.