Nace en Cuba durante la Guerra de la Independencia y en 1898 su familia se traslada a Santander. Aquí empieza a estudiar pintura en 1911 con Francisco Rivero, y en 1914, ya en Madrid, aprende con Cecilio Pla, en cuyo estudio conoce a Francisco Bores. Marcha a París en 1923, contacta con los artistas de la Escuela de París y expone este mismo año en el “Salón de los Independientes”. Destaca como pintor de naturalezas muertas, muy influido por el cubismo
de Braque. Recibe el apoyo de Christian Zervos, director de la revista Cahiers d´Art, y firma un contrato en exclusiva con la Galeríe de France en 1929, pero al quebrar ésta tiene que volver a Santander en 1932. La política le mantiene apartado unos años de la tarea artística, a la que se incorpora de nuevo tras la Guerra Civil. Las décadas de los años cuarenta y cincuenta son las más fructíferas. Virtuoso de la técnica, se acerca progresivamente a la abstracción y, aunque desde 1945 reside en Madrid, participa en Santander en las actividades del grupo Proel, de la Escuela de Altamira (1948) y en las “Semanas de Arte Abstracto” (1950). Su última etapa se caracteriza por una recuperación de la forma. En 1962 obtiene la Medalla de Oro de la Exposición Nacional de Bellas Artes e ingresa en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.