Antonio Saura y el negro vibrante

Opera Gallery conmemora el 25º aniversario de su muerte

Madrid,

En este año, cargado de aniversarios, se cumple un cuarto de siglo desde la muerte de Antonio Saura, el artista que hizo suyos los géneros fundamentales de la pintura tradicional (paisaje, bodegón y retrato, este último más de fantasmas ideados que de figuras concretas, y a menudo femenino) reconvirtiéndolos desde un lenguaje plástico renovado y personal. Coincidiendo con esa cita, y con la colaboración de Succession Antonio Saura y la Fondation Archives Antonio Saura, Opera Gallery abre mañana en Madrid “Pintar como querer”, exhibición que repasa su producción durante cuatro décadas (de finales de los cincuenta a fines de los noventa) a partir de medio centenar de trabajos sobre papel, una decena de lienzos -algunos, pertenecientes a sus series más celebradas, como Autos de Fe, Cabezas, Crucifixiones, Damas, Desnudos, Retratos imaginarios, Multitudes, Sudarios y El Perro de Goya– y de veinte carteles donde este autor oscense dio prueba de lo poderoso de su expresión gráfica.

1958, la fecha en la que se datan las piezas más tempranas de esta exhibición, es precisamente el año en que Saura participó en la Bienal de Venecia, y al siguiente lo haría en la Documenta de Kassel, citas ambas que consolidaron su proyección internacionalmente. Para entonces el artista, que aún no había cumplido los treinta, ya formaba parte del colectivo El Paso junto a Rafael Canogar, Manolo Millares o Luis Feito, y daba sus primeros pasos en la gestación de una estética propia y del todo alejada de la modernidad moderada, o encorsetada, que representaban en esa misma época Benjamín Palencia o Vázquez Díaz.

Antonio Saura. Crucifixión, 1959-1960 ©Succession Antonio Saura. A.D.A.G.P. Paris, 2023
Antonio Saura. Crucifixión, 1959-1960 © Succession Antonio Saura. A.D.A.G.P. Paris, 2023

Sin perder sus referentes vinculados a la historia de la pintura española, fundamentalmente Goya y Velázquez, adoptó Saura las rupturas propias del informalismo (atención a la materia y lo estático, a los procesos y la improvisación; cariz intimista y poético de las composiciones), tomando, asimismo, del expresionismo abstracto estadounidense la utilización de grandes superficies, donde el gesto pictórico pudiera alcanzar una liberación completa, y una expansión veloz, o casi automática, del pigmento sobre las telas. Hizo, igualmente, uso de temáticas recurrentes -las citadas crucifixiones, las damas, los perros, las multitudes, los sudarios o los montajes- y, sobre todo en su primera etapa, de una paleta cromática basada en negros, grises y tonos tierras, tan ligada, por otro lado, a las convenciones pictóricas pasadas de nuestro país, de El Greco o Valdés Leal a Solana, pasando por Ribera. En ocasiones resulta vibrante el contraste entre los blancos luminosos que perfilan los motivos y la negritud de los fondos.

La contención tonal se da sobre todo en sus lienzos, en los que la gama de colores se reduce al máximo; en sus papeles, sin embargo, se permite una mayor variedad (amarillos, naranjas, azules ultramar) y también incorpora el humor, al igual que en su obra gráfica; un humor siempre negro y corrosivo que lo emparenta, además de con André Breton, con el grupo Cobra.

Antonio Saura. Dame, 1983. © Succession Antonio Saura. A.D.A.G.P. Paris, 2023
Antonio Saura. Dame, 1983. © Succession Antonio Saura. A.D.A.G.P. Paris, 2023

En realidad, podemos decir que el conjunto de la producción de Saura se acercó a muchos de los que podemos entender como grandes asuntos de la vida -entre ellos la muerte, la violencia, el sexo o la religión- desde una triple perspectiva: la que le ofrecía su formación próxima al surrealismo, su admiración por Pollock y el action painting -quizá la exposición que le dedicó en 1956 el Museo de Arte Moderno de Madrid fue la primera ocasión de contemplar esta técnica en España- y el deseo de no caer en una abstracción total, al mantener ciertos apoyos figurativos.

Antonio Saura. Foule, 1966. ©Succession Antonio Saura. A.D.A.G.P. Paris, 2023
Antonio Saura. Foule, 1966. © Succession Antonio Saura. A.D.A.G.P. Paris, 2023

Esta muestra en Opera Gallery se acompaña de un catálogo con textos de Juan Manuel Bonet y un tributo al artista a cargo de Manolo Valdés, y en la propia sala también se presentará en los próximos días el volumen Antonio Saura/ Les Affiches/ Los carteles/ Catalogue Raisonné, de Olivier Weber-Caflisch y Jean-Charles Giroud, publicado por Archives Antonio Saura. Recoge, además de los carteles del aragonés, los publicados por terceros para exposiciones individuales o colectivas que han albergado su trabajo.

Esta sala abrió sus puertas en Madrid el pasado mes de mayo, con Belén Herrera Ottino al frente, tras casi dos décadas de trayectoria en París y Singapur, donde fue fundada por Gilles Dyan; en ese periodo la firma ha abierto ya, además, dieciséis sedes internacionales. Entre sus artistas representados se encuentran creadores consagrados y emergentes; recientemente anunció su incorporación del Estate de Juan Genovés, a quien expondrá desde noviembre en Singapur.

Antonio Saura. Autodafé, 1989. © Succession Antonio Saura. A.D.A.G.P. Paris, 2023
Antonio Saura. Autodafé, 1989. © Succession Antonio Saura. A.D.A.G.P. Paris, 2023
Antonio Saura, Le Chien de Goya, 1997. © Succession Antonio Saura. A.D.A.G.P. Paris, 2023
Antonio Saura. Le Chien de Goya, 1997. © Succession Antonio Saura. A.D.A.G.P. Paris, 2023

 

 

“Saura. Pintar como querer”

OPERA GALLERY

c/ Serrano, 56

Madrid

Del 14 de septiembre al 6 de noviembre de 2023

 

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