Luz física, veladuras y problemas ambientales

El CAB de Burgos dedica sus nuevas muestras a David Magán, Álvaro Negro y Eduardo Cortils

Burgos,

El pasado 2 de octubre, el Centro de Arte Caja de Burgos abrió su nueva temporada expositiva de la mano de tres exposiciones ligadas a distintas disciplinas: pintura, escultura y fotografía. Todas han sido comisariadas por Javier del Campo.

La primera de ellas está dedicada al pontevedrés Álvaro Negro. “Todo lo que el cuadro sabía” reúne obras en las que este artista ha continuado en su línea de trabajo habitual: desaprender para mirar de otra manera y separar su pintura de las servidumbres de la imagen hoy, de ahí que conceda completa relevancia a sus procesos creativos y también a sus referentes, vinculados a la tradición artística europea y sus raíces humanísticas; Negro suele tratar de evocarlos espiritualmente.

Todas las piezas que componen esta muestra subrayan la creencia del autor en la autonomía de la pintura: son las obras las que determinan la formulación estética necesaria hasta su conformación; en palabras de Negro, es el cuadro el que decide el formato, el soporte, el color, la textura, hasta que empieza a vislumbrarse. Para dar forma a esas demandas, se vale de claroscuros, de la superposición de capas pictóricas o de veladuras sutiles, generando así las ilusiones espaciales y los tonos austeros y matizados que caracterizan su producción.

Su tratamiento de la luz, la materia y las superficies, que puede recordar en ocasiones el manejado en los frescos del Trecento, las tablas de las capillas renacentistas o los lienzos y sargas barrocos, requiere del espectador una mirada concentrada que pueda atisbar las sumas y restas en sus procedimientos de trabajo, el aprecio del gesto y de esos nexos históricos con el arte anterior. Dice Negro que le interesa intentar hacer tangible una correspondencia entre la “presencia” de lo corpóreo, lo emocional, lo humanístico y lo divino (lo absoluto).

Creación y reflexión existencial se conjugan, por tanto, en sus imágenes: las que veremos en Burgos retoman los rumbos desarrollados en su proyecto para la Real Academia de España en Roma (La presencia pictórica como motivo) y su última exposición en la Galería F2 de Madrid, “Dea Roma”. Se estrechan lazos entre lo contemporáneo y lo histórico y también entre las cercanísimas culturas italiana y española.

Álvaro Negro. "Todo lo que el cuadro sabía". CAB Burgos, 2020
Álvaro Negro. “Todo lo que el cuadro sabía”. CAB Burgos, 2020

La segunda exhibición que acoge ya el CAB, en su Espacio -1, es en su conjunto un proyecto inmersivo: a Burgos han viajado las esculturas lumínicas, expandidas y coloristas de David Magán. En la que quizá sea la muestra más ambiciosa del madrileño hasta ahora, sus obras dialogan estrechamente con el espacio que las acoge a partir del color, la geometría y, sobre todo, de la luz: la materializa el artista en diversos soportes, experimentando con las posibilidades de hacerla tangible, de convertirla en un objeto formal.

Si la exhibición de Álvaro Negro requiere nuestra mirada lenta, la de Magán demanda nuestro desplazamiento: sus trabajos solo pueden descubrirse y experimentarse correctamente al recorrerlos, sumiéndonos en una experiencia física y cercana; el objetivo de su autor es potenciar los sentidos y poner a prueba la razón a través de una geometría limpia y ordenada que busca el equilibrio, tanto en formas como en colores.

Entre las instalaciones que componen el proyecto, titulado “Matter Matters”, destacan Instalación Binaria 01, en la que Magán trabajó proyectando luz filtrada entrecruzada, generando efectos que recuerdan los dibujos murales de Sol LeWitt o Vídeo Instalación Binaria 01, en la que se ha servido del movimiento de las fuentes de luz suscitado por las sombras producidas por transparencias de color translúcido para subrayar la conversión de luz intangible en materia.

Pavilion 01, por su parte, es una escultura inmersiva a modo de caleidoscopio transitable y sus trabajos Spectrum los desarrolló a partir de la proyección led de colores primarios y la generación de colores complementarios.

David Magán. "Matter Matters". CAB Burgos, 2020
David Magán. “Matter Matters”. CAB Burgos, 2020

La última de las muestras abiertas ahora en el CAB es, como decíamos, fotográfica: en “Un-Steady. nproblemas ambientales”, Eduardo Cortils ahonda en catástrofes naturales recientes (algunas muy reconocibles para el espectador, precisamente por su cercanía temporal) y en el peso en ellas de la acción humana; podemos entender que el autor documenta tanto como interpreta, porque recoge sucesos al mismo tiempo que analiza sus orígenes.

Interviene pictóricamente sus imágenes con signos gráficos y las completa con textos y cifras científicas cuyas fuentes no nos hurta, uniendo belleza formal e invitación a la reflexión. Esas intervenciones suelen consistir en barras y círculos de color que replican los códigos empleados por los medios de comunicación para abordar el calentamiento global y también evocan la estrategia del dazzle, ideada en la I Guerra Mundial por Norman Wilkinson para alterar los patrones de percepción de los objetivos militares en los bombardeos enemigos.

Cortils ya recuperó aquel recurso de Wilkinson en uno de los talleres de participación e intervención en el paisaje que ha ofrecido en la comarca burgalesa de Las Merindades, donde vive desde hace algunos años. Dispuso observatorios dazzle en el entorno rural, a modo de propuesta plástica desde la que desarrollar otro modo de ver y ser vistos y también de cuestionar los otros artefactos extraños a la naturaleza que disponemos en ella.

Eduardo Cortils. "Un-Steady. n problemas ambientales". CAB Burgos, 2020
Eduardo Cortils. “Un-Steady. n problemas ambientales”. CAB Burgos, 2020

 

 

David Magán. “Matter Matters”

Álvaro Negro. “Todo lo que el cuadro sabía”

Eduardo Cortils.”Un-Steady. n problemas ambientales”. 

Del 2 de octubre de 2020 al 24 de enero de 2021

 

CAB BURGOS

c/ Saldaña, s/n

Burgos

 

 

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