Zurbarán (sobre)natural: misterio ayer y hoy

El MNAC examina la vigencia de su aspiración a lo trascendente

Barcelona,

Si en el Thyssen malagueño aún podemos contemplar un compendio de santas de Zurbarán, en las que el pintor de Fuente de Cantos incitaba a la devoción presentando sus modelos virtuosos vestidos de una espléndida indumentaria de época, la primera exposición que el Museu Nacional d´ Art de Catalunya abre en este 2025, “Zurbarán (sobre)natural. El misterio de la realidad” recoge la vertiente más austera de las aspiraciones espirituales de su pintura: reúne, de manera excepcional, sus tres versiones de La visión de san Francisco por el Papa Nicolás V; una de ellas pertenece al propio MNAC, las otras proceden del Musée des Beaux Arts de Lyon y del Museum of Fine Arts Boston.

Constituyen el eje de un recorrido del que también forman parte otras obras mayores del artista y trabajos de autores contemporáneos en los que se ha atisbado el eco de una búsqueda de trascendencia por caminos que hace cuatro siglos transitó el extremeño: a través de la luz, la materia o la geometría. Bajo la estela del naturalismo barroco y la impronta caravaggista, pintaba Zurbarán, al margen de sus composiciones de temática específicamente religiosa, aquello que sus ojos podían examinar y con notable precisión, pero en los objetos corrientes que pueblan sus naturalezas muertas desplegaba dimensiones que iban más allá de la física y que tenían que ver con su voluntad de aprehender lo intangible.

Partiendo de las citadas visiones de san Francisco, sus representaciones más que depuradas del episodio, datado en 1557, en el que el papa Nicolás V demandó ver el cuerpo momificado del santo en su basílica de Asís -condensa Zurbarán la acción narrativa, de manera que únicamente se nos muestra lo que el pontífice subjetivamente contemplaría: dicha momia cobrando vida propia gracias a la luz, el tratamiento del espacio y los volúmenes-, la exhibición plantea una sucesión de diálogos entre los lienzos de Zurbarán (este Museu posee cinco autógrafos y una pieza de taller) y obras de Alfons Borrell, Toni Catany, Joan Hernández Pijuan, Josep Guinovart, Antoni Llena, Francisco Martínez, Aurèlia Muñoz, Marta Povo, Antoni Tàpies y Eulàlia Valldosera.

Saldrán a nuestro encuentro los retratos del Beato Heinrich Seuse, San Francisco de Asís en oración y Santo Domingo de Guzmán leyendo, carentes de referencias espaciotemporales y poseedores de una fuerza piadosa patente; La santa faz, el Agnus Dei y las muy místicas telas de la Inmaculada y la Virgen de las Mercedes, llegadas del Museo de Navarra, que sugieren, desde la exuberancia, la naturaleza divina de la Virgen. Cada una de sus figuras incide en que lo creado y el cuerpo humano pueden considerarse una revelación de lo sobrenatural, devenir intermediarios de experiencias espirituales por la vía de la estética.

Francisco de Zurbarán. San Francisco en oración. Museo Nacional del Prado
Francisco de Zurbarán. San Francisco en oración. Museo Nacional del Prado

La asociación de estas obras con las piezas contemporáneas de aquellos autores mencionados, algunos ya clásicos, vendría a probar que, más allá de técnicas y formatos, existen sensibilidades y modos de mirar que no se habrían apagado del todo; artistas que perciben en lo humilde cotidiano una vertiente metafísica. Junto a las visiones de san Francisco, con tanto de milagroso por implicar el hallazgo de un cadáver que parece vivo, y simplificadas en su complejidad, veremos otras síntesis abstractas de espacios materiales y mentales: las de Tàpies y Borrell; y junto a San Francisco en oración venido del Prado, en pleno ejercicio devocional, los desarrollos lumínicos de Guinovart, las fotografías reveladoras de luz de Marta Povo o los dibujos entre la fragilidad y el esoterismo de Antoni Llena, esbozados a partir de las iconografías del mismo Zurbarán.

Alfons Borrell. Sin título. Depósito de la Generalitat de Catalunya. Col·lecció Nacional d’Art, 2024. Museu Nacional d’Art de Catalunya
Alfons Borrell. Sin título. Depósito de la Generalitat de Catalunya. Col·lecció Nacional d’Art, 2024. Museu Nacional d’Art de Catalunya
Marta Povo. Presencia de la luz. Colección Nacional de Fotografía
Marta Povo. Presencia de la luz. Colección Nacional de Fotografía

En el terreno del bodegón, del que el artista barroco fue maestro mayor por su rigor compositivo, la gravedad geométrica que aplicó a elementos desiguales y el modelado de los objetos, individualizados, por la vía lumínica, la pausa y el silencio de los suyos se ha querido relacionar con el manejo de la luz y las distancias por Hernández Pijuan y la belleza de las frutas putrefactas de Catany; y las Inmaculadas y su escenografía, en cuyo culto tuvieron mucho que ver la difusión mediada por las pinturas de Zurbarán y la ciudad de Sevilla, se asocian aquí al simbolismo dado por Aurèlia Muñoz a los objetos más simples y tradicionalmente asociados a la mujer, incluyendo los tejidos anudados. Nos han hecho acordarnos del testamento del pintor, algo parecido a un canto a la gloria efímera: Una capa de paño y dos sombreros… un vestido de color acanelado viejo… dos tablas de manteles ordinarios… seis toallas…

Francisco de Zurbarán, Naturaleza muerta con plato de membrillos. MNAC
Francisco de Zurbarán. Naturaleza muerta con plato de membrillos. Museo Nacional d´Art de Catalunya
Tony Catany. Naturaleza muerta núm.148. Museu Nacional d’Art de Catalunya
Tony Catany. Naturaleza muerta núm.148. Museu Nacional d’Art de Catalunya

Otra reunión feliz es la de las dos versiones de su Bodegón con cacharros, en los fondos del Museo del Prado y del MNAC, por vez primera desde 1988. El vacío y la presencia, el silencio y el propio ruido que evoca la palabra cacharros, se dan cita en estas imágenes, en las que los objetos se ordenan con la claridad y la capacidad de síntesis que son sello de Zurbarán. Componen esos volúmenes, luces y sombras, al igual que en sus figuras de santos, un lenguaje complejo, al servicio de lo inasible desde lo material, y destinado a la contemplación detenida.

Francisco de Zurbarán. Bodegón con cacharros. Museu Nacional d’Art de Catalunya
Francisco de Zurbarán. Bodegón con cacharros. Museu Nacional d’Art de Catalunya

Hay que señalar que La visión de san Francisco que custodia el MNAC ha sido recientemente restaurada: se ha desvelado su fondo, oculto bajo repintes; se ha recuperado su profundidad, al apreciarse con más claridad la sombra del santo y el arco superior de una fornícula, repetidos en las otras dos versiones; y también la volumetría de la figura, al hacerse más patentes los pliegues de su hábito y el vello de su rostro.

Sugerente en sus planteamientos, prueba esta exposición que el misterio y el simbolismo de la luz continúan interpelándonos.

Francisco de Zurbarán. San Francisco de Asís según la visión del Papa Nicolás V. Museu Nacional d’Art de Catalunya
Francisco de Zurbarán. San Francisco de Asís según la visión del Papa Nicolás V. Museu Nacional d’Art de Catalunya

 

 

“Zurbarán (Sobre)natural”

MUSEU NACIONAL D´ART DE CATALUNYA. MNAC

Palau Nacional, Parc de Montjuïc

Barcelona

Del 21 de marzo al 29 de junio de 2025

 

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