Yves Saint Laurent: la necesidad que tiene un artista de existir

Abre sus puertas en la Fundación MAPFRE la primera antológica del modisto en España

"Yves Saint Laurent"

FUNDACIÓN MAPFRE. INSTITUTO DE CULTURA

Paseo de Recoletos, 23

28004 Madrid

Del 6 de octubre de 2011 al 8 de enero de 2012

Comisaria: Florence Müller
Organizan: Fundación MAPFRE y Fondation Pierre Bergé-Yves Saint Laurent

Madrid,

Tras verse en el Petit Palais de París, allí en una versión algo más ampliada, la Fundación MAPFRE presenta en su sede de Recoletos “Yves Saint Laurent”, muestra que repasa las cuatro décadas de trayectoria del diseñador a través de 150 modelos, tanto de prét-a-porter como de alta costura y de 80 instantáneas, dibujos y films dispuestos en once espacios temáticos que nos acercarán a las fuentes de inspiración artísticas y culturales de Saint Laurent.

El creador tímido que quiso dejar su impronta no sólo en la moda, sino también en la sociedad de su tiempo, enriqueció el vestuario de nuestra época con derivaciones de estética retro o exótica, desacralizando la moda y haciéndola lúdica, más joven y más libre, creando estilo, no tendencias. En palabras del propio Bergé, Saint Laurent fue, junto con Chanel, el único modisto de nuestro tiempo cuya obra trasciende los propósitos estéticos para alcanzar los sociales, sirviendo a la mujer moderna, trabajadora y de personalidad definida, no sólo a las “señoras ricas” que acudían a los desfiles de Dior (en cuya firma se inició y logró el reconocimiento) o de Balenciaga. Se dice que uno de sus lemas fue Abajo el Ritz, viva la calle.

Tras la muerte de su mentor, Christian Dior, en 1957, Yves dio un giro a la casa, dando el paso, desde una alta costura obsoleta a un estilo más apto a la modernidad iniciado en su colección de vestidos Trapèze, que daban mayor libertad al cuerpo femenino en conformidad con el espíritu propio de los sesenta. Revolucionando géneros, el modisto, nacido en Orán, dotó a las mujeres de su tiempo las prendas que se adaptaban a sus necesidades (múltiples y opuestas a la etiqueta única): saharianas, monos, túnicas, esmoquins, camisas normandas…que reflejan nuevas formas de vida, una feminidad diferente que no renuncia tampoco al color oro, a los trajes de muselina drapeada y los vestidos de noche que recuerdan con nostalgia los diseños de alta costura de sus inicios y el espíritu decadente y turbulento de las películas de Visconti.

 

Vestido corto de cóctel. Colección de alta costura. Primavera-verano de 1966. ©Fondation Pierre Bergé – Yves Saint Laurent / Foto A. Guirkinger         Yves Saint Laurent. Abrigo corto de noche. Colección de alta costura. Primavera-verano de 1971. ©Fondation Pierre Bergé – Yves Saint Laurent / Foto A. Guirkinger

 

La de Yves Saint Laurent se convirtió en la firma fetiche de los iconos femeninos, galos o no, del momento: Lauren Bacall, Betty Catroux, Loulou de la Falaise y sobre todo, de Catherine Deneuve, quizá la musa propiamente dicha del artista (recordemos Belle de jour, 1967), pero, tanto por el estilo de sus prendas como por las miles de boutiques con las que la marca YSL cuenta en el mundo, la moda de Saint Laurent resulta accesible a un público amplio.

Tiempo después, en 1971, cuando se encontraba en el cénit de su prestigio, el diseñador sembró el escándalo presentando en verano una colección inspirada en la década de los cuarenta y en la Francia ocupada. Prensa y críticos condenaron prendas de resonancias tan retro como provocadoras que, sin embargo, triunfaron entre el público, sobre todo entre un público joven.

El tipismo chino, japonés, ruso, marroquí o español, culturas a las que se acercó en viajes tanto físicos como mentales (los más bellos, éstos últimos, para Saint Laurent) y el arte puro de Mondrian, pero también de artistas de muy diversas sensibilidades, como Matisse, Picasso, Léger, Braque o Van Gogh, sirvieron igualmente a Saint Laurent para configurar un lenguaje propio de influencia plástica.

 

¿Es Saint Laurent un artista como los citados? Según su socio Bergé, sí lo es. ¿Son sus creaciones arte? Él mismo responde que no y que el propio diseñador comprendió pronto cuáles eran los límites de la moda, límites que fueron fuente para él de desórdenes y depresiones, germen de una vocación contrariada. YSL declaró: Quiero que todos sepan el respeto que merece este oficio, que no consiste tanto en hacer arte, cuanto en la necesidad que tiene un artista de existir.

 

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Yves Saint Laurent Vestido corto de noche. Colección de alta costura denominada Trapecio Primavera verano de 1958, modelo Valse Yves Saint Laurent para Christian Dior Fondation Pierre Berge/Yves Saint Laurent Foto: A. Guirkinger

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Yves Saint Laurent Conjunto largo de día. Colección Rive Gauche Primavera-verano de 1991 Fondation Pierre Berge/Yves Saint Laurent Foto: A. Guirkinger

 

 

 

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