Junto a Patrick Zachmann o Christine Spengler, forma parte de la programación de primavera de la Maison Européenne de la Photographie, y expone por primera vez en este espacio parisino, Tadzio, el fotógrafo que nos invita a fijarnos en los detalles y logros de la arquitectura y en nuestra relación con ella, a reconocer que en sus imágenes nos encontramos con sombras y planos de edificios aunque solo veamos de ellos fragmentos de apariencia abstracta.
Para su serie más reciente se ha deleitado buscando en las construcciones elegidas –arquitectura contemporánea- el ángulo improbable que elimine de sus imágenes cualquier reminiscencia narrativa: no hay nunca paredes pintadas que desvíen la mirada del conjunto, ni efectos de textura, solo líneas, masas sólidas, ángulos. Podríamos decir que nos encontramos ante fotografías en blanco y negro si no fuera por las ricas variaciones de gris que presentan y que contribuyen a asemejar estas obras a pinturas abstractas como las de Ad Reinhardt: su oscuridad, lejos de ser uniforme, revela múltiples matices que el ojo solo descubre tras una aclimatación lenta. Nos encontramos, en cualquier caso, ante una abstracción geométrica, porque la geometría marca la estructura fundamental, y es también, en el fondo, el único elemento presente en cada imagen.
Son dieciséis las obras de Tadzio expuestas en la Maison Européenne, y en ellas el artista ha buscado crear para el espectador la experiencia de encontrarse ante momentos que no han existido, pues él toma sus fotografías durante el día pero estas sugieren, dada su tonalidad oscura, otra temporalidad.
En trabajos anteriores de este artista fue omnipresente el asunto de la condición humana: el hombre parecía oprimido por el medio ambiente urbano, fosilizado en medio de la frialdad inherente a buena parte de la arquitectura contemporánea. Esta vez ha girado las tornas para componer, sin humanidad mediante y utilizando elementos arquitectónicos similares, trabajos abstractos que, en su objetividad evidente, transmiten también lirismo y hacen referencia a la estética japonesa, por la pureza de sus líneas y porque evocan la noción de ma, en la que se diluyen las distinciones entre tiempo y espacio.
Para Tadzio, cada una de las imágenes que componen “Lumière noire” –así se llama la exposición de la Maison Européenne- refleja un momento congelado en el intervalo entre dos objetos: el borde superior de un edificio y el cielo y su infinitud.
La exposición podrá visitarse hasta el 5 de junio.
