Sergio Prego y la arquitectura cambiante del Museo de Bellas Artes de Bilbao

El Museo de Bellas Artes de Bilbao acoge, hasta noviembre de 2024, la instalación Trece a Centauro de Sergio Prego, concebida específicamente para este centro y para que su presentación coincida con el desarrollo de sus obras de ampliación.

Se han comenzado a trasladar los fondos del espacio dirigido por Miguel Zugaza a las 22 salas que van a permanecer abiertas durante la ejecución de esos trabajos y, bajo el lema A(r)teak zabalduz, el Museo reabrirá el 20 de junio por la fachada del edificio antiguo y mostrará rotativamente la obra de un centenar de artistas de su colección, componiendo series sucesivas de pequeñas exposiciones en un programa desarrollado junto a BBK.

Trece a Centauro puede verse ya en las estancias recién reformadas que quedarán más afectadas por las intervenciones que se desarrollan en la vertical exterior, y ha pretendido Prego que experimentemos lo escultórico en interrelación única con la arquitectura interior. Compuesta por una cadena de módulos neumáticos que ocupa masivamente el espacio, su propuesta funcionará como un diafragma que se abre o cierra según las necesidades relativas al proceso de transformación del Museo.

Tomando como base el experimentalismo de los movimientos de la arquitectura radical de los sesenta y setenta y sus estructuras neumáticas generadoras de formas habitacionales, Prego relativiza aquí la masa material como elemento esencial de la experiencia espacial.

La pieza toma su nombre del relato de ciencia ficción de J. G. Ballard en el que se entrelazan imágenes del futuro utópicas y distópicas para poner en cuestión el concepto de progreso de la modernidad.

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