Secciones/ Intersecciones: tres miradas a la colección Guggenheim

El Guggenheim Bilbao presenta la muestra que conmemora su cuarto de siglo

Bilbao,

En el marco de los actos para celebrar el 25º aniversario de la apertura del Museo Guggenheim Bilbao, este centro acoge hasta enero “Secciones/ Intersecciones”, una muestra planteada como tríptico que revisa las obras que han definido sus primeros años de historia tanto en el interior como en el exterior del edificio de Gehry. Por primera vez, además, el montaje ocupará por completo sus espacios.

Los tres episodios que articulan ese tríptico expositivo, tres miradas sobre los fondos que a día de hoy integran la colección Guggenheim, adquiridos en estos 25 años, son Marcando la historia, Desplegando narrativas y La vida material, y se ha dispuesto cada uno en una de las plantas. Ideados de forma autónoma, dialogan entre sí atendiendo a geografías, tiempos y temas y destacarán en el recorrido piezas recientemente incorporadas, otras rara vez mostradas y algunas que regresan a las salas tras su restauración; entre los últimos trabajos en ingresar en el museo bilbaíno se encuentran una marina de Gerhard Richter (fueron objeto de una muestra allí hace tres años), un mural de Sol LeWitt e instalaciones de Joseph Beuys y Jannis Kounellis.

Gerhard Richter. Marina, 1998. Museo Guggenheim Bilbao
Gerhard Richter. Marina, 1998. Museo Guggenheim Bilbao

Podemos empezar nuestra ruta en la tercera planta: Marcando la historia profundiza, por un lado, en la arquitectura de Frank Gehry; por otro, en claves del arte posterior a la II Guerra Mundial. Incidiendo en el carácter diáfano y luminoso de estas salas, se han instalado piezas que subrayan el diseño original del edificio, tras abrirse lucernarios y eliminarse particiones que en estos años se habían ido incorporando.

Cada galería se centra en un único artista o en varios con inquietudes comunes; así, obras de Cristina Iglesias y Sol LeWitt se nos enseñan en espacios concebidos para instalaciones específicas, mientras otras salas albergan instalaciones temáticas. Abre camino la abstracción de posguerra en Nueva York: veremos obras de Willem de Kooning, Rothko, Lee Krasner, Clyfford Still, Robert Motherwell y Ellsworth Kelly, impulsores primeros de un vocabulario radical tan expresivo como alejado de lo figurativo.

Robert Motherwell. Estudio fenicio rojo (Phoenician Red Studio), 1977. Museo Guggenheim Bilbao. © Robert Motherwell, Guggenheiim Bilbao Museoa, Bilbao, 2022
Robert Motherwell. Estudio fenicio rojo (Phoenician Red Studio), 1977. Museo Guggenheim Bilbao. © Robert Motherwell, Guggenheiim Bilbao Museoa, Bilbao, 2022

Asistiremos, en adelante, a la evolución de la expresión abstracta hacia los nuevos lenguajes que se desarrollaron entre los sesenta y los ochenta, mediante materialidades alternativas, serigrafías o la incorporación de textos: conviven aquí Chamberlain, Cy Twombly, Rauschenberg, Sigmar Polke y el no solo graffitero Basquiat. Una sala específica se le ha brindado a las aportaciones españolas a aquella corriente, ayer y hoy, en forma de trabajos de Chillida, Oteiza, Tàpies, Palazuelo, Cristina Iglesias y Uslé.

Eduardo Chillida. Lo profundo es el aire, 1996. Museo Guggenheim Bilbao. © Eduardo Chillida, Guggenheim Bilbao Museoa, Bilbao, 2022
Eduardo Chillida. Lo profundo es el aire, 1996. Museo Guggenheim Bilbao. © Eduardo Chillida, Guggenheim Bilbao Museoa, Bilbao, 2022

Acercándose al Pop, esta sección profundiza también en la atención dada a los medios de comunicación de masas y la cultura popular por autores como Rosenquist, Andy Warhol, Gilbert & George y Jeff Koons, y alberga la última obra en sumarse a los fondos del centro vasco: Mar creciente, una escultura de metal y expansiva de El Anatsui, artista de origen ghanés que ha desarrollado una técnica innovadora para convertir tapones de botellas de licor en grandes piezas de metal. Trabaja en comunidad a la hora de aplanar ese material, retorcerlo, aplastarlo y después coser los elementos de aluminio entre sí con hilo de cobre para generar paneles que componen diseños monumentales.

Mar creciente es una de sus piezas de mayor formato y una de las siete únicas creaciones de metal monocromas que ha materializado; en la exposición adquiere el rol de ejemplo de escultura contemporánea que supera la división entre cultura y medio.

Georg Baselitz. La señora Lenin y el Ruiseñor: Tomando el sol y la luna en casa de Jeff y Damien, 2008. Museo Guggenheim Bilbao. © George Baselitz, Bilbao, 2022
Georg Baselitz. La señora Lenin y el Ruiseñor: Tomando el sol y la luna en casa de Jeff y Damien, 2008. Museo Guggenheim Bilbao. © George Baselitz, Bilbao, 2022

En la segunda planta nos esperan propuestas marcadas por la narratividad que recogen asuntos religiosos, históricos, representativos o mitológicos abiertos a distintas lecturas. En ocasiones, sus relatos se estructuran en torno a temas y personajes, otras atendiendo a objetos y materiales cotidianos con valor cultural, y a veces tienen su origen en ficciones que pretenden espolear la imaginación del espectador.

Este tipo de tratamiento de las formas narrativas se revisa, en la tesis de la muestra, como una resistencia contra las llamadas “grandes narrativas”, expresión formulada por el filósofo francés Jean François Lyotard en 1979 para explicar cómo los discursos, las experiencias y conocimientos han tendido a llegar a nosotros en forma de verdades absolutas. Este pensador nos invitó a prestar atención a las micronarrativas, en las que las representaciones tienen como punto de partida lo fragmentado de la multiplicidad cultural y los enfoques personales.

Contemplaremos proyectos de una veintena de artistas realizados entre 1957 y 2019: pinturas, esculturas, fotografías, obras en papel e instalaciones que amplían aquellos paradigmas convencionales de la narración. No faltan instalaciones específicas de gran tamaño y que ofrecen experiencias inmersivas, como las de Boltanski y Francesco Clemente; series pictóricas de George Baselitz o Alex Katz; propuestas donde convergen materia, mito e historia, como las de Joseph Beuys y Anselm Kiefer; o trabajos que implican performatívamente al cuerpo, como los de Yves Klein o Yoko Ono. Se ha reunido igualmente en esta sección a Miquel Barceló, Jenny Holzer, Abigail Lazkoz, Juan Luis Moraza, Juan Muñoz, Ernesto Neto, Javier Pérez, Antonio Saura o Julian Schnabel.

Anselm Kiefer. Solo con el viento, el tiempo y el sonido, 1997. Museo Guggenheim Bilbao © Anselm Kiefer, Guggenheim Bilbao Museoa, Bilbao, 2022
Anselm Kiefer. Solo con el viento, el tiempo y el sonido, 1997. Museo Guggenheim Bilbao © Anselm Kiefer, Guggenheim Bilbao Museoa, Bilbao, 2022

Por último, La vida material, en la primera planta, se adentra en la labor de artistas que reflexionan sobre la materialidad del mundo, haciéndose eco de algunos propósitos del arte povera o el conceptual y de la creciente inquietud por la sostenibilidad.

Se dan cita Doris Salcedo, de nuevo Richter, Mona Hatoum, Richard Long, Asier Mendizabal, Susana Solano, Itziar Okariz o Rodney Graham, así como Yayoi Kusama, a quien se le ha brindado una sala propia. Gracias a un préstamo a largo plazo al Guggenheim, podremos disfrutar de Infinity Mirrored Room – A Wish for Human Happiness Calling from Beyond the Universe (2020), obra reciente en la que, una vez más, hace al público partícipe de su universo obsesivo y le invita a tomar parte en un juego vibrante de color y luz que se multiplica en las paredes especulares de una habitación, de ese modo infinita.

Yayoi Kusama. Sala de espejos del infinito – Deseo de felicidad para los seres humanos desde más allá del universo, 2020. Cortesía Ota Fine Arts ©YAYOI KUSAMA, Bilbao, 2022
Yayoi Kusama. Sala de espejos del infinito – Deseo de felicidad para los seres humanos desde más allá del universo, 2020. Cortesía Ota Fine Arts ©YAYOI KUSAMA, Bilbao, 2022

 

 

“Secciones / Intersecciones. 25 años de la Colección del Museo Guggenheim Bilbao”

MUSEO GUGGENHEIM BILBAO

Avenida Abandoibarra, 2 

Bilbao

Del 19 de octubre de 2022 al 22 de enero de 2023

 

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