Continuando su trabajo (encomiable, desde hace tres décadas) de puesta en valor de la obra de fotógrafos y artistas vinculados al Alto Aragón y la provincia de Huesca, su Diputación Provincial presenta desde ayer “En los aledaños de la fotografía moderna”, una muestra dedicada a un autor cuya producción ha permanecido, en su mayor parte, en la oscuridad hasta fechas muy recientes: Rodolfo Albasini. Se trata de un fotógrafo de origen italiano, nacido en 1895 en Battiggio, que pasó gran parte de su vida en la ciudad aragonesa, donde su familia abrió un negocio de hojalatería conocido por sus vecinos, precisamente, como Los Italianos.
En Huesca, Albasini contrajo matrimonio, tuvo cinco hijos y continuó cultivando una pasión por la fotografía que venía gestándose desde su infancia. Se intuía que era autor de un vasto conjunto de instantáneas, gracias a esa fidelidad a la cámara a lo largo de su vida, pero, como decíamos, la mayor parte de ellas no habían salido a la luz: permanecían en manos familiares. Gracias a la generosidad de sus herederos, y a la labor de la Fototeca oscense, una selección de esos trabajos (son más de 4.000 sus imágenes) podemos contemplarlos ahora en la Diputación y suponen un hallazgo muy afortunado: el italiano parecía ser consciente, desde niño, del cariz artístico y no únicamente documental de la fotografía como medio y muy tempranamente optó por explorar sus posibilidades estéticas; reflejó momentos y personas que le fueron contemporáneos sin renunciar a la destreza técnica en el manejo de la luz, los encuadres y el positivado, logrando efectos verdaderamente innovadores que nos hace pensar que conoció los movimientos modernos que marcaron el devenir de la imagen en los veinte y los treinta (aunque no se decidiera a sumergirse en ellos y se mantuviera en el terreno, más cercano y popular, del pictorialismo).
Esta exhibición quiere acercarse a los rasgos que definen la producción de Albasini, tanto en lo temático como en lo estilístico, y comienza introduciendo al espectador en el contexto histórico y social que conoció: nos presenta a su familia y su negocio, a sus cercanos en Huesca y también nos sumerge en sus comienzos con la cámara. En Aragón su obra le convirtió, en un primer momento, en cronista: en testigo y notario del devenir de su ciudad. Capturó sus monumentos y sus calles, pero también nos dejó testimonios de su vida social a comienzos del siglo pasado.
Avanzando los años, se acentuó el interés de Albasini por los aspectos estéticos de su fotografía, aunque no le pasaran desapercibidos ya antes. Veremos en la Diputación algunas copias de época donde podremos apreciar un acercamiento al valor artístico dado por sus coetáneos a claroscuros, encuadres y técnicas como la citada del positivado, siempre desde enfoques próximos aún a la pintura. En su madurez, aquella atención primera a los actos sociales de la ciudad decayó, parcialmente, en favor de los que serían temas fundamentales de su producción: los paisajes y la documentación del patrimonio histórico y cultural.
En cuanto a las naturalezas, tenía debilidad por las alpinas de su país natal, aunque asimismo fotografió sus cercanos Pirineos; en cuanto al patrimonio, quiso dar testimonio de la riqueza de la arquitectura, los conjuntos artísticos y la etnografía de la provincia de Huesca. Tampoco escapó al género que con pocas excepciones cultivaron los fotógrafos pictorialistas de su generación: el retrato, sobre todo el familiar; también se autorretrató y estas obras cuentan con sección específica en la muestra de la Diputación, que presta especial atención a las imágenes de su esposa y a las que brindó a los niños.
No abandonó, sin embargo, sus primeras querencias documentales: fotografió, en diversas series y reportajes, la Semana Santa de Huesca, el estado de la ciudad (sobre todo de su periferia) tras la Guerra Civil o las manifestaciones patrióticas que tuvieron lugar allí, igualmente, tras la contienda.
El recorrido se articula atendiendo a criterios tanto cronológicos como temáticos, para que el público pueda conocer de la forma más cercana posible a Albasini como fotógrafo pero también como oscense de su tiempo. Se cumplen este 2019, además, cuarenta años de su muerte.
Como es habitual en las exhibiciones de la Diputación de Huesca, esta se acompañará de actividades para todos los públicos: didácticas para centros educativos, colonias y campamentos urbanos, talleres para familias y para colectivos con necesidades especiales y visitas guiadas, destinadas tanto a público individual como a grupos organizados. Puede solicitarse información en el correo didacticadiputaciondehuesca@gmail.com y en el número de teléfono 667823185.
“Rodolfo Albasini: En los aledaños de la fotografía moderna”
SALA DE EXPOSICIONES DE LA DIPUTACIÓN DE HUESCA
c/ Porches de Galicia, 4
Huesca
Del 9 de mayo al 18 de agosto de 2019
