Robin Rhode y el dibujo como génesis

El Museum Voorlinden presenta su primera individual en Holanda

Wassenaar,

Nació en Ciudad del Cabo, se crio en Johannesburgo y hace casi veinte años se estableció en Berlín Robin Rhode, artista que se define a menudo como niño postapartheid y que busca invocar un futuro esperanzador e impulsar la cohesión social en intervenciones que despliega en espacios públicos, sirviéndose de objetos imbricados asimismo en la cultura urbana. Sus trabajos enlazan con asuntos políticos actuales contemplados siempre desde la ironía y asimilando los códigos culturales occidentales; le interesan la corrupción y la desigualdad y las aborda, incluso, desde sus mismos soportes: no es casual que considere que el más adecuado para su obra sean las paredes, una arquitectura urbana al alcance de cualquiera.

Repasa ahora su trayectoria desde el 2000 el Museum Voorlinden de Wassenaar, en la que es la primera individual de este autor en los Países Bajos, una muestra que recuerda que, nos encontremos ante fotografías, vídeos o esculturas representativas de sus performances, el conjunto de la producción y de las acciones de Rhode remite al acto de dibujar y los muros donde ha representado mundos imaginarios no han sido sino su lienzo. No los considera una limitación, sino ventanas a la imaginación; un vehículo de expresión pero también un motivo.

Trabaja con tiza, carboncillo y pintura plasmando los que serán decorados de sus intervenciones y captura el desarrollo de estas en vídeo; hay quien se refiere a él como un verdadero ilusionista, porque ha adquirido la habilidad de, con solo unas pocas líneas, alumbrar escenarios que son semiuniversos y que él activará apelando, además, al poder de nuestra imaginación.

Robin Rhode. Museum Voorlinden
Robin Rhode. Museum Voorlinden
Robin Rhode. Museum Voorlinden
Robin Rhode. Museum Voorlinden

En esas dos décadas de trayectoria que examina ahora el Voorlinden ha consolidado Rhode una obra extensa, diversa pero con sello propio y fundamentalmente lúdica: incorpora múltiples referencias a la música, la poesía, el arte o la historia sin dejar de valerse de un lenguaje sencillo y claro. Desde Sudáfrica ha llevado sus intervenciones a numerosos países, evolucionando desde la sencillez de sus inicios, vinculados casi a la guerrilla urbana, a producciones más ambiciosas que se han incorporado a los fondos del MoMA, el Pompidou de París o la Johannesburg Art Gallery.

Corría 1997 cuando comenzó a hacer suyas las calles de esa ciudad, Johannesburgo, con dibujos y performances que hablaban de violencia, racismo, pobreza y de los límites del arte. Él mismo (y después también colaboradores, siempre hombres y anónimos) interactuaban con piezas dibujadas en los muros de hormigón y en el asfalto; en Classic Bike (1998), por ejemplo, trataba Rhode de montar una bicicleta dibujada con tiza en una pared de estuco y en Car Theft, del mismo año, hacía lo propio en un coche.

Fue aquel 1998 cuando empezó a documentar fotográficamente sus actuaciones, generando series de imágenes aptas para su exhibición en galerías y museos y eventualmente susceptibles de ser animadas: en la acción recogida por las doce fotos que componen He Got Game (2000), su protagonista realiza un golpe acrobático en un aro dibujado en el suelo.

Sus performances llegaron pronto a interiores: dibujó un urinario, que firmó como R. Moet evocando a Duchamp, y orinó en él en la Galería Nacional Sudafricana de Ciudad del Cabo, en el año 2000. En 2002 se asentó en la capital alemana y su obra comenzó a responder a la historia artística y política fragmentada de ese contexto, sin dejar a un lado la dinámica de la Sudáfrica urbana. Puso a niños a jugar con carruseles o bicis sobre plano en Marongrong (2002) y New Kids on the Bike (2002), mientras Gun Drawings (2004) se relaciona directamente con la violencia urbana, pero no siempre sus proyectos ofrecen lecturas explícitas o unívocas (ahí quedan los más abiertos Desert Rabbits, Junky Funky Kids, Sculpture y F.B.I’S).

El conflicto racial y la teoría del color centran, de forma simultánea, Color Chart (2004-2006) y, en Storyteller (2006) y Promenade (2008), un bailarín y un dibujo mural animado en constante crecimiento parecen dialogar. Su desafío a las dos dimensiones lo acentuó en Empty Pockets (2008), animación en la que personas reales intentan jugar al billar en una mesa dibujada al revés mientras las bolas de tiza flotan sobre el plano de la imagen.

Robin Rhode. Museum Voorlinden
Robin Rhode. Museum Voorlinden
Robin Rhode. Museum Voorlinden
Robin Rhode. Museum Voorlinden

 

Robin Rhode

MUSEUM VOORLINDEN

Buurtweg 90

Wassenaar

Del 24 de abril al 26 de septiembre de 2021

 

Comentarios