Regina Giménez y Sonia Delaunay, la abstracción y lo popular

El Patio Herreriano les dedica un nuevo episodio de sus Encuentros

En el verano de 2019, el Museo Patio Herreriano de Valladolid inició una serie de exposiciones, llamada Encuentros, destinada a poner en relación obras fundamentales de la colección del centro con la producción desarrollada por artistas actuales. Si el primer capítulo nos invitó a encontrar conexiones entre trabajos de José Díaz y Ángeles Marco, el segundo, que puede visitarse hasta enero, confronta las pinturas de la barcelonesa Regina Jiménez con la acuarela de Sonia Delaunay Costume de Sport (1915), que recoge rasgos clave en el arte de la creadora nacida en Odessa.

Los trabajos de Giménez se enmarcan de forma clara en la abstracción y en la exploración de la geometría y el color, pero entendiendo esta corriente desde un enfoque abierto. Más allá de la supuesta opacidad de la no figuración, Jiménez nos invita a contemplar sus trabajos desde una perspectiva tanto sensorial como intelectual, pues uno de los sellos de su producción es su proyección hacia territorios afectivos. Interesan a esta artista la pedagogía y la sabiduría popular, vinculada al ámbito doméstico y de registro ficticio; también la literatura y la ilustración infantiles y los materiales divulgativos que guardan mayor relación con lo visual que con lo teórico. Desde esa óptica, se acerca a la geografía y la ciencia, recogiendo algunos de sus elementos formales para sintetizarlos y prestando especial atención a su condición simbólica.

Algunas pinturas de Giménez desdibujan, además, las fronteras de lo pictórico y lo teatral, que en su obra parecen devenir una misma cosa, y es en ese punto, además de en su mencionada inclinación a la abstracción, el color y la creación popular, donde los intereses de la catalana conectan más estrechamente con la producción, multidisciplinar, de la creadora rusa, autora de pinturas, de diseños de moda y de interiores y de proyectos escenográficos. Si algo marcó la trayectoria de Delaunay fue su amor por el cromatismo vivo y el deseo de unir vida y arte: Cuando el arte está dentro de ti, puede estar en todas partes era su lema.

Regina Giménez. "Iremos al sol". Museo Patio Herreriano
Regina Giménez. “Iremos al sol”. Museo Patio Herreriano

Además de vertebrar relaciones, ya presentes pero quizá no estudiadas, entre artistas de antes y de hoy, otro de los ejes de la programación reciente del Patio Herreriano viene siendo el estudio de las posibilidades expositivas que brindan los nexos entre creación y pedagogía, patentes en las lecturas que Ballester Moreno realizó aquí del legado de Ángel Ferrant. Justamente Ballester Moreno comparte con Giménez su trabajo con las formas básicas y los colores planos y también su querencia por las superficies ásperas y toscas, muy lejanas a toda depuración: si el madrileño se sirve de barro o yute, la barcelonesa emplea tejidos rugosos o madera. Ambos, además, recurren a la reiteración de motivos, en el caso de Jiménez bajo la influencia de la tradición decorativa barcelonesa, de origen conceptual.

El taller de la artista está poblado de manuales y libros infantiles relativos a geografía y astronomía; en ellos se inspira en sus iconografías y también los utiliza como soporte, pintando sobre tapas arrancadas, aplicando sus gamas tonales a las portadas. Uno de sus motivos más frecuentes es el sol y, casualmente, la autobiografía de Sonia Delaunay, publicada en 1978, se llama Nous irons jusqu’au soleil, título que ha tomado la muestra del Patio Herreriano.

El carácter serial que, decíamos, articula sus piezas tiene que ver con su afán por acercarnos esos conocimientos científicos desde una óptica ordenada, ajena a toda extravagancia si no fuera por el uso vibrante del color. En ellas encontramos a menudo secuencias de circunferencias cuyo tamaño decrece: si en la autora rusa esa forma evocaba ritmos musicales o el dinamismo de la vida urbana, Giménez la elabora utilizando plantillas de metacrilato que ella misma crea y que también ha llevado a Valladolid para que quien lo desee pueda utilizarlas. Le sirven, en definitiva, para configurar un vocabulario nacido de la concatenación de signos, una y otra vez presentes en sus maderas, lienzos, grabados o tejidos (sin los que no entenderíamos, recordamos, la trayectoria de Delaunay).

Justamente grandes tejidos de Giménez cuelgan ahora de los techos del Patio Herreriano, transformando sus espacios y también teatralizándolos.

Regina Giménez. "Iremos al sol". Museo Patio Herreriano
Regina Giménez. “Iremos al sol”. Museo Patio Herreriano
Regina Giménez. "Iremos al sol". Museo Patio Herreriano
Regina Giménez. “Iremos al sol”. Museo Patio Herreriano

 

 

“Iremos al sol”

MUSEO PATIO HERRERIANO

c/ Jorge Guillén, 6

Valladolid

Del 19 de septiembre de 2020 al 17 de enero de 2021

 

 

Comentarios