Realismo mágico, la transfiguración

El MART examina el arte italiano de los veinte y los treinta

Rovereto,
Cagnaccio di San Pietro. Ritratto della signora Wighi,1930-1936
Cagnaccio di San Pietro. Ritratto della signora Wighi,1930-1936

En su línea de estudiar el arte italiano desarrollado a comienzos del siglo XX, que comenzó en 2016 con una muestra dedicada a Umberto Boccioni, el MART de Rovereto abrió el pasado 3 de diciembre una extensa exposición dedicada al realismo mágico en la que podemos analizar, a través de setenta obras fundamentales de este movimiento cedidas por colecciones públicas y privadas, las claves de la pintura de este momento: la precisión realista de los contornos, la rotunda solidez de las figuras y unas atmósferas particulares que parecen ofrecernos otra dimensión de lo real y pueden suscitar una inquietud intensa en quien observa.

El término realismo mágico lo acuñó el crítico Franz Roh en un conocido ensayo sobre pintura contemporánea que escribió en 1925: Realismo mágico, post-expresionismo. Lo definió como una corriente artística internacional cuya etapa más creativa y original se desarrolló en Italia en los años veinte y treinta, una etapa posterior al esplendor de las vanguardias históricas y marcada por la recuperación de la tradición pictórica y escultórica.

A la representación objetiva que apareja el realismo añadió el adjetivo mágico para referirse a esas atmósferas suspendidas, evocadoras de cierto surrealismo, propias de estos trabajos concebidos desde la imaginación y para el asombro.

Los artistas presentes en la exhibición trabajaron en torno a Venecia, Triste, Turín y Roma, lo que confirma el manejo de temas y estilos transversales en la pintura que veía la luz en el conjunto de Italia en aquellos momentos. En Rovereto (y a lo largo de este año, en el Museum Folkwang de Essen y en el Ateneum de Helsinki, donde viajará posteriormente la exposición) se exhiben obras de Cagnaccio di San Pietro, Felice Casorati, Antonio Donghi, Achille Funi, Carlo Levi, Ubaldo Oppi, Mario y Edita Broglio, Leonor Fini, Arturo Nathan, Carlo Sbisà, Gregorio Sciltian, Carlo Socrate y Cesare Sofianopulo.

Además de explorar la complejidad de las fuentes de inspiración de estos autores y la del contexto político y cultural italiano, convulso aquellos años, esta muestra quiere arrojar nuevas interpretaciones sobre el diálogo entre el realismo mágico y la tradición artística italiana y es la primera que en este país se dedica a esta corriente desde la que en 1988 acogió la Galleria dello Scudo de Verona, bajo el comisariado de Maurizio Fagiolo dell’Arco.

Felice Casorati. Gli scolari, 1927-1928
Felice Casorati. Gli scolari, 1927-1928. Galleria d’Arte Moderna Empedocle Restivo, Palermo

En el complicado clima de entreguerras, los artistas europeos e italianos se enfrentaron a sus propias desilusiones, personales y creativas, en un entorno distinto al anterior a 1914 y en absoluto simple. Evidentemente la recuperación de la tradición marcó el realismo mágico, pero este movimiento también heredó los avances vanguardistas enterrados por la I Guerra Mundial. Lo escribió el propio Fagiolo dell’Arco con motivo de aquella antología de hace treinta años: La ansiedad del cubismo y el fauvismo, del futurismo y del expresionismo se había convertido en una auténtica angustia existencial. Se intenta cavar en los escombros (…), buscar algún punto de referencia. En un clima de recuperación en todos los sentidos, la mirada al pasado se convirtió en un instrumento para cuestionar los relatos del presente.

La realidad fue para estos artistas el punto de partida; sobre ella practicaban la metamorfosis y la sublimación recurriendo a la imaginación y buscando incorporar a ella la expresión de estados de ánimo. El asombro, la tensión y la expectativa (ante un futuro endeble) impregnan los objetos, las formas, tan sólidas como cortantes, y también las figuras.

Esta exhibición no viajará a España, pero sí han pasado por aquí, de la mano de la Fundación MAPFRE, dos muestras que contextualizan el realismo mágico: una que nos sitúa ante sus antecedentes, “Del divisionismo al futurismo”, organizada precisamente junto al MART, y otra que profundizaba en la moderna clasicidad del paralelo retorno al orden: “Retorno a la belleza. Obras maestras del arte italiano de entreguerras”, en la que pudimos ver obras de algunos de los artistas expuestos ahora en Rovereto.

Además, en CaixaForum Madrid podemos aún visitar una retrospectiva de uno de los pintores italianos fundamentales del primer tercio del siglo pasado, ligado a la pintura metafísica más que al realismo mágico: Giorgio de Chirico.

Antonio Donghi. Donna al caffè, 1931. (Fragmento). Fondazione Musei Civici , Venecia
Antonio Donghi. Donna al caffè, 1931. (Fragmento). Fondazione Musei Civici, Venecia

 

 

“Realismo Magico . L’incanto nella pittura italiana degli anni Venti e Trenta”

MART. MUSEO DI ARTE MODERNA E CONTEMPORANEA DI TRENTO E ROVERETO

Corso Bettini, 43

Rovereto

Del 3 de diciembre de 2017 al 2 de abril de 2018

 

 

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