Ramón Masats, ya clásico

Foto Colectania le dedica una retrospectiva

Barcelona,

Está empeñado en que el ruido no perturbe sus imágenes, decía Chema Conesa de Ramón Masats. Por eso la retrospectiva que ahora le brinda la Fundación Foto Colectania en Barcelona, a solo unos meses de su muerte, lleva por nombre “El fotógrafo silencioso”. Comisariada por Pepe Font de Mora, reúne 140 instantáneas, algunas pertenecientes a series bien conocidas, como Las Ramblas o Neutral Corner, y otras inéditas, entre ellas originales de su libro dedicado a los Sanfermines y varios trabajos tempranos.

Nacido en Caldes de Montbui en 1931 y asentado en Madrid en 1957, Masats se convirtió en uno de los grandes de la cámara en España en los sesenta gracias a su instinto, su capacidad para mostrar rasgos de la sociedad y la cultura de posguerra conjugando la crítica y la ironía y también por su temperamento libre; ligado a movimientos renovadores como la Agrupación Fotográfica de Cataluña, La Palangana (germen de la posterior Escuela de Madrid) o AFAL, trabajó en sus comienzos para cabeceras que empezaban a dar importancia a este medio, como Gaceta Ilustrada, La Actualidad Española, Arriba o Ya, hasta que durante más de una década, la transcurrida entre 1965 y la llegada de la democracia, dejó a un lado la foto para centrarse en el cine y la televisión. Se desenvolvió en terrenos diversos, desde los documentales, como El que enseña; las series, como Conozca usted España y Raíces; y el largometraje Topical Spanish (1970). Aquel 1957, de todos modos, sería un año relevante: fue entonces cuando mostró su obra por primera vez, junto a Xavier Miserachs y Ricard Terré, en el marco de la Agrupación Fotográfica catalana, y aunque las críticas fueron frías cuando no desdeñosas, esa exhibición acabó constituyendo un hito para la modernización fotográfica en España.

Ramón Masats. Excursión con la Real Sociedad Fotográfica. © Ramón Masats / VEGAP, Barcelona 2025
Ramón Masats. Excursión con la Real Sociedad Fotográfica. © Ramón Masats / VEGAP, Barcelona 2025

De ese primer periodo podremos contemplar en Barcelona copias originales de época que prueban el afán de Masats por experimentar y su tendencia hacia contenidos cercanos al reportaje o la abstracción, que explicarían ese posterior camino. Ya en sus muy tempranas composiciones efectuadas en excursiones en torno a Barcelona es posible detectar su voluntad de encontrar belleza en los enclaves más sencillos y cotidianos, incluso en aquellos más teóricamente distantes de cualquier cualidad plástica: consideraba que, cuanto más humilde fuese su motivo, mejores resultados podría ofrecer su sublimación visual. Veremos en este arranque del recorrido una quincena de estupendos vintage que el catalán agrupó en la que fue su primera serie: Las Ramblas, su primera propuesta con unidad temática, compuesta por miradas sueltas, descubrimientos visuales; no era su fin documentar desde el realismo la calle más conocida de Barcelona (hay que subrayar que todos los negativos y copias que integran la muestra fueron revisados por el autor, de modo que sabemos -y es una circunstancia rara entre fotógrafos españoles- que fueron aprobados por él y que responden a sus criterios de selección). Cerca se exponen obras que formaron parte de la citada publicación Neutral Corner, que se acompañó con textos de Ignacio Aldecoa, duros y concisos unos y otros, y de aquellos Sanfermines, su primer fotolibro como tal, maquetado y seleccionadas las imágenes por el artista.

Podemos tenerlo por su proyecto más ambicioso hasta ese momento: sin documentarse previamente, quiso abordar un asunto acorralado por los tópicos y lo hizo acentuando la luz, la ironía, en tonalidades suaves y matizadas, coherentes con la fiesta. Más adelante seguiría regresando a Pamplona y fotografiando estas celebraciones desde distintas perspectivas, pero aquellas primeras imágenes, que eligió montar de manera dinámica y fresca, le abrieron las puertas de la capital.

Ramón Masats. Sanfermines, 1957-1960. © Ramón Masats / VEGAP, Barcelona 2025
Ramón Masats. Sanfermines, 1957-1960. © Ramón Masats / VEGAP, Barcelona 2025

A Masats también le debemos las fotografías que acompañan Viejas historias de Castilla la Vieja de Delibes, en su edición de Lumen de 1964. Las tomó allí donde el escritor se había inspirado, en Tierra de Campos, pero sin basarse en textos ni personajes concretos, sin ansiar la ilustración literal. De hecho, si Delibes acentúa la nostalgia y la ternura que le suscitan esos lugares, en el catalán no cabe melancolía ni bucolismo: se fija en la dureza del trabajo en el campo, el estancamiento social o las ancianas siempre enlutadas.

Ni Masats ni la mayor parte de los fotógrafos de su generación, aun topándose con la censura y ejerciendo tanto o más a menudo la autocensura, convirtieron su trabajo en herramienta de denuncia política; no fueron activistas, ello no implica que su producción carezca de lecturas sociales, en el caso de este autor, envasadas en un humor más o menos próximo a la sátira. Una ironía que no aplicó nunca, por otro lado, a la gente más sencilla.

Ramón Masats. Misa de las Madres de la División Azul, Madrid, 1957. © Ramón Masats / VEGAP, Barcelona 2025
Ramón Masats. Misa de las Madres de la División Azul, Madrid, 1957. © Ramón Masats / VEGAP, Barcelona 2025

No faltan en la Fundación imágenes tomadas de su serie en Arcos de la Frontera, los retratos de deportistas, artistas o actores que llevó a cabo para diversos medios de comunicación -a todo encargo le imponía su mirada- y esas escenas, muy divulgadas o no tanto, que prueban que, en el paso de las décadas, se convirtió Masats en uno de los cronistas de su tiempo que con más tino supieron alejarse de estereotipos, enlazar valor documental y estético, y acercarse, desinflando tópicos, a la gente corriente. Agudo observador, atendió tanto a la esfera laboral como a los momentos de ocio, a los entornos rurales y urbanos, a las costumbres tradicionales y ritos religiosos y al advenimiento de modos de vida más apegados al consumo.

El centro de su interés fueron, en todo caso, las historias humanas tanto si trabajaba en blanco y negro como, a partir de los ochenta, en color; este último le permitió acceder a nuevas posibilidades en la narración mediante la imagen, como podemos apreciar en sus libros editados en Lunwerg España diversa (1984), Desde el cielo. España (1989), Toro (1998) y La memoria construida (2002).

Respetuoso con su disciplina (no caía en la manipulación) y con el público (nunca quiso ofender ni herir, más allá de su talante socarrón), huyó tanto de la solemnidad como de lo accesorio: deseaba condensar los rasgos que definían a los sujetos, alcanzar una imagen de síntesis.

Ramón Masats. Carmen Amaya, Madrid, 1961. © Ramón Masats / VEGAP, Barcelona 2025
Ramón Masats. Carmen Amaya, Madrid, 1961. © Ramón Masats / VEGAP, Barcelona 2025

 

Ramón Masats. Verbena. Plaza Mayor, Madrid, 1964. © Ramón Masats / VEGAP, Barcelona 2025
Ramón Masats. Verbena. Plaza Mayor, Madrid, 1964. © Ramón Masats / VEGAP, Barcelona 2025

 

 

“Ramón Masats. El fotógrafo silencioso”

FUNDACIÓN FOTO COLECTANIA

C/ Passeig Picasso, 14

Barcelona

Del 16 de enero al 25 de mayo de 2025

 

Comentarios