Rachid Koraïchi, del individuo al mundo

La Casa Árabe presenta su primera gran muestra en España

Madrid,

Trabaja con textiles, cerámica o metal, también pintando sobre seda, tela o papel y le atraen ante todo los símbolos, reales o imaginarios, referidos a los enigmas del ser humano, del universo y su orden. El artista argelino Rachid Koraïchi, que reside y trabaja entre Francia y Túnez pero ha colaborado con artesanos de todo el mundo, siempre se ha inspirado en la belleza de la caligrafía árabe, aunque ha recogido asimismo jeroglíficos, signos y cifras de otras culturas, examinando desde la numerología de las civilizaciones antiguas a los ideogramas chinos y encontrando semejanzas en sus formas de describir el mundo, poniendo a prueba distancias y lejanías temporales.

Vista de "Este largo viaje hasta tu mirada" en Casa Árabe. Fotografía: Laura M. Lombardía
Vista de “Este largo viaje hasta tu mirada” en Casa Árabe. Fotografía: Laura M. Lombardía
Vista de "Este largo viaje hasta tu mirada" en Casa Árabe. Fotografía: Laura M. Lombardía
Vista de “Este largo viaje hasta tu mirada” en Casa Árabe. Fotografía: Laura M. Lombardía

Practica un sincretismo esencial y humanista, ese que solemos evocar cuando hablamos de diálogo intercultural en tiempos de globalización y migraciones pero al que todavía no hemos aprendido a dar forma. Posee Koraïchi la visión amplia de quienes han tenido la suerte de sumergirse, por vida y trayectoria, en Oriente y Occidente, conociendo tanto la vivencia profunda de La Meca como nuestra filosofía y sintetizando, de manera natural, ideas que conectan con lo ancestral y lo contemporáneo y que pasan a no pertenecer al ámbito de ninguna geografía.

Los signos y grafismos de los que, de forma constante, se ha servido este autor presentan claras raíces en esa escritura islámica, sagrada, pero su sentido ha volado mucho más allá, desprendiéndose de clasificaciones encorsetadas; se refieren al valor y la dignidad del ser humano y no solo en un sentido antropológico, porque sus obras son fruto de la labor lenta y extensa de talleres de alfareros y ceramistas en Turquía, Siria, Marruecos o Egipto: esos equipos y esos colaboradores forman parte fundamental del resultado final.

Tampoco podríamos entender su trabajo desligándolo de los pensadores frecuentados por el artista: de la mano de los místicos sufíes Ibn Arabi, Attar o Rumi ha indagado en las sombras y los espejos, recurrentes en su obra pasada y actual y vinculados a la religión; según Koraïchi, la mayoría de las personas no se dan cuenta de la función crucial del espejo en la vida de los seres humanos. El maestro sufí Rumi dice en uno de sus textos que la verdad es un espejo que viene del cielo y se ha estrellado contra la tierra haciéndose pedazos; cada uno de nosotros toma un trozo del espejo y decimos que tenemos la verdad, aunque en realidad cada uno de nosotros solo tengamos una parte de esa verdad. Sobre las sombras, señala también nuestra indisoluble unión a ellas, del nacimiento a la muerte: Es también algo esencial en nuestra existencia y apenas le prestamos atención. Nacemos con una sombra que se desarrolla con nosotros, siguiendo la misma escala; se dice que es lo más fiel a uno mismo, pues nace con nosotros y nos acompaña de regreso a la tumba. Esta es también la razón por la que mi trabajo tiene una etiqueta que nunca se puede eliminar, está marcada por mi origen.

Jalil Gibrán, el llamado poeta del exilio libanés, en cuyo pensamiento místico confluyeron el cristianismo, el islam, el judaísmo y la teosofía, le inspiró por su parte las losetas de alabastro tituladas, en conjunto, El Profeta; nacieron tras la lectura de ese libro, una preciosa invitación a reconsiderar los valores sociales (que también inspiraría a Elvis Presley) y reproducen las páginas de una edición especial, cuya versión en papel cuenta con los mismos dibujos y grafismos de Koraïchi.

Rachid Koraïchi. Proceso de elaboración de la serie El Profeta en Factum Arte, 2017. © Rachid Koraïchi
Rachid Koraïchi. Proceso de elaboración de la serie El Profeta en Factum Arte, 2017. © Rachid Koraïchi
Vista de "Este largo viaje hasta tu mirada" en Casa Árabe. Fotografía: Laura M. Lombardía
Vista de “Este largo viaje hasta tu mirada” en Casa Árabe. Fotografía: Laura M. Lombardía

En su producción más reciente, de la que forman parte esas losetas, el argelino ha trabajado en Madrid y Barcelona: en la capital, junto a Factum Arte y, en Cataluña, con la ayuda de ceramistas locales vinculados a la creación contemporánea, Marc Vidal entre ellos. Los frutos de esa labor última en nuestro país podemos verlos en la muestra “Este largo viaje hasta tu mirada”, que hasta el próximo 12 de mayo le dedica la Casa Árabe madrileña y que es la primera que ha presentado hasta ahora en España. Consta de siete series de piezas elaboradas en acero corten, bronce, alabastro y cerámica; destacan las tres grandes esculturas de bronce del jardín exterior, Los Grandes Orantes, que fueron realizadas a partir de dibujos y la instalación La Humanidad, dispuesta ya en el interior de la Casa y formada por centenares de pequeñas figuras alusivas a nuestra pequeñez frente al mundo.

Sus Tablillas de Bronce, claramente imbuidas de la escritura islámica, se inspiran en las piedras de las abluciones, que se usan al salir del agua antes de rezar (han de ser piedras de río, limpias por su contacto con el agua) y sus Talismanes Africanos rinden homenaje a Tierno Bokar, un sabio sufí que vivió a fines del siglo XIX y principios del XX, que perteneció a la orden de los Tidjani (como la familia del artista) y que fue perseguido por defender el amor y la tolerancia a escala universal.

Y junto a Marc Vidal llevó a cabo Koraïchi las cerámicas que componen Carta Azul a mi Madre, que aluden a las concavidades terrenas y femeninas y a la fertilidad y la abundancia.

Rachid Koraïchi. Serie Carta Azul a mi Madre, 2018. © Mei Efe/Casa Árabe
Rachid Koraïchi. Serie Carta Azul a mi Madre, 2018. © Mei Efe/Casa Árabe

Además, en paralelo, la Biblioteca Islámica de AECID, situada en la Avenida de los Reyes Católicos, exhibe una representación de la obra gráfica del autor, que ha desarrollado numerosas publicaciones dedicadas a escritores, ensayistas y poetas de orígenes diversos. Veremos más de una veintena de ellas, cedidas a AECID por Casa Árabe.

La muestra se acompañará de una visita guiada: será el 24 de abril a las 17:30 horas y requiere inscripción previa aquí, y Madrid no será la única parada de “Este largo viaje hasta tu mirada”: podrá visitarse en la Casa Árabe de Córdoba del 30 de mayo al 19 de julio. Si os preguntáis por su título, sabed que tiene que ver con los procesos de ideación y creación, meticulosos y lentos, de estas esculturas: Estaba en Saint-Germain des Près en París tomando un café y pensé que en esta exposición no hay una instalación global, sino que hay series diferentes que han sido concebidas con bastantes años de diferencia, es decir que esta producción ha necesitado de mucho tiempo hasta llegar a lo que es ahora mismo. Se trata de un largo viaje hasta los ojos de quien vaya a mirar mi trabajo en Madrid y en Córdoba. También me parece un título muy poético como el de la música y el ambiente que intento que me acompañe en el momento de fabricación de mis piezas.

La producción del argelino forma parte de las colecciones del British Museum, el National Museum for African Art de Washington o el Museum of Islamic Arts de Doha y también ha podido verse en ediciones recientes de la Bienal de Venecia, en Haus der Kunst o el Emirates Palace. Colaborador habitual de las salas October Gallery (Londres) y Aicon Gallery (Nueva York), recibió en 2011 el premio Jameel Prize concedido por el Victoria & Albert Museum británico y, en 2013, el premio Prix Institut de France de la Fundación Prince Louis de Polignac de París.

 

“Este largo viaje hasta tu mirada”

CASA ÁRABE

c/ Alcalá, 62

Madrid

Del 20 de marzo al 12 de mayo de 2019

 

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