Qué esperar de ARCO

Pablo Jansana. Untitled #5 (Alice Neel), 2012. Galería The Goma
Pablo Jansana. Untitled #5 (Alice Neel), 2012. Galería The Goma

Año tras año, y ya son muchos años acudiendo a la feria, se escuchan los mismos comentarios alrededor de ARCO. No importa el empeño que ponga el director de turno o los galeristas participantes, siempre hay más críticas que alabanzas. Pienso que esta edición ha destacado por ser bastante coherente con la realidad económica actual. Por mi parte, no he visto casi nada nada nuevo ni nada que realmente me haya sorprendido (pienso que ni a mi ni a nadie que esté medianamente familiarizado con el sector y que visite galerías, museos y ferias de forma habitual). Las piezas buenas son las piezas buenas de siempre y las obras que me han gustado son las que casi siempre me gustan. Si pienso mucho sí que puede que me haya resultado curiosa alguna propuesta de los jóvenes que muy poco a poco van aflorando entre los artistas ya consagrados, pero en definitiva diría que éste ha sido un ARCO más y que me ha parecido soso pero correcto. Correcto en todos los aspectos a los que se puede aplicar este calificativo dentro de una feria de arte, menos a la elección del país invitado que bajo mi punto de vista no ha aportado demasiado al conjunto de la feria.

Pero, una vez hecha esta primera confesión, diré que una de las cosas en las que más me ha hecho pensar este ARCO y los comentarios surgidos en torno a la feria es algo tan básico como ¿qué esperamos de ARCO? y por más vueltas que uno intente darle ARCO es, simplemente, una feria de arte contemporáneo y su objetivo, puesto que se trata de una feria comercial, es vender. Y está claro que es inevitable adaptarse a los tiempos y que eso es lo que están haciendo las galerías. Para la mayoría la parte del espectáculo no es lo más importante. El fin de su participación en ARCO es que se compren sus propuestas y se conozca a sus artistas; es que coleccionistas nacionales, pero ahora mismo sobre todo internacionales, acudan a la feria, visiten sus stands, establezcan contactos y relaciones que les permitan vender y vivir el resto del año.

Por eso creo que cuando nos quejamos tanto de ARCO es porque durante años se ha intentado vender que ARCO era mucho más de lo que en realidad es. Está claro que es la feria de arte contemporáneo más importante de nuestro país, pero eso tampoco es decir mucho. En cambio genera una gran expectación y por eso la mayor parte de las veces defrauda, cuando lo único que se debe esperar de ARCO es que haya muchas ventas. Si es muy conservadora porque es muy conservadora (que es cierto que esta edición lo ha sido) y si hay mucha obra espectáculo porque está llena de estridencias y lo único que se busca es llamar la atención… Insisto, lo único que se debe esperar de ARCO es que haya muchas ventas, que la feria atraiga (o invite) a muchos coleccionistas extranjeros, algo en lo que este año la dirección ha puesto gran parte de su entusiasmo y esfuerzo. El resto hay que pedírselo a los participantes.

ARCO no puede estar hecha a medida del visitante común. Está muy bien que se abra al público, es vital, porque el público es un comprador potencial y ARCO tiene que ser visitada. Por compradores primerizos, por coleccionistas medianos y por los de primera división, por estudiantes y por visitantes a los que les gusta el arte. ARCO tiene que ser para todos pero su objetivo es mantener vivo el mercado del arte y desde mi punto de vista esa función la cumple. Ya nadie puede esperar que sean las compras institucionales las que salven la semana de ARCO. El galerista tiene un papel determinante, tiene que trabajárselo más que nunca. Quizás porque ni las prácticas políticas ni los tiempos acompañan, es en realidad labor de todos los que estamos en el sector hacer que el arte se mueva. Es tiempo de que todos naveguemos en la misma dirección.

Aunque siempre habrá cosas criticables y aunque creo que ésta no es aún la feria definitiva, valoro positivamente el trabajo de Carlos Urroz, para quien no debe ser fácil imponerse en una estructura tan trasnochada como la de IFEMA. A ARCO le queda mucho para ser una top internacional, pero es que a España le queda todavía mucho más.

 

Liliana Porter. The Anarchist (2012). Galería Mor Charpentier
Liliana Porter. The Anarchist (2012). Obra expuesta en el stand de la galería Mor Charpentier en ARCOmadrid2013

 

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