Noticias desde Nueva York: Jake Berthot

Dore Ashton

Como para recordarnos la situación de alerta mundial y sus catastróficas consecuencias sobre lo que llamamos naturaleza, ha existido una destacada corriente de pintura de paisaje durante los últimos años, a menudo por parte de artistas que se embarcaron en sus carreras como pintores abstractos, o como vanguardistas convencidos.

“Jake Berthot. New Paintings”.
Mckee Gallery, Nueva York.
Del 8 de noviembre al 22 de diciembre de 2001.
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En las mejores manos, esto no significa la recuperación de un género agotado, sino muy al contrario, un intento de infundir autenticidad a la pintura contemporánea; el reconocimiento de que todavía existen fundamentos comunes de respuesta emocional que pueden ser evocados a través de la pintura.
Dos veteranos pintores de la misma generación, Jake Berthot de Nueva York, nacido en 1939, y Per Kirkeby de Dinamarca, nacido en 1938, demuestran lo ilimitado de los recursos de la pintura cuando son utilizados con imaginación para conjurar experiencias familiares en la naturaleza a través de medios no familiares. Berthot (en la galería McKee hasta el 22 de diciembre), que comenzó su carrera con lo que a finales de los sesenta se consideraban abstracciones minimal, progresivamente fue volviendo su atención hacia los espacios incontaminados del campo abierto, y en particular hacia los árboles, por su manera de crear luces y horizontes, y de cualificar el paisaje. Todo lo que ha aprendido como pintor, tanto acerca de la geometría que subyace en todos los fenómenos naturales, como de las leyes de la sombra, aparece condensado y refinado en el grupo de pinturas particularmente pequeñas -algunas de apenas 30 centímetros- que constituyen lo que sólo podríamos calificar de meditaciones. Berthot se inclina por las imágenes oscuras y las formas amenazantes. Su paleta abarca tierras y ocres, verdes oliva y azules, que sugieren su admiración por eso que solía llamarse la era romántica, pero que sutil e inevitablemente se ha ido convirtiendo en parte de la nuestra. Existe en estas obras una atmósfera melancólica. Ocasionalmente pueden representar un roble robusto pero, más frecuentemente, Berthot parece reflexionar sobre la evanescencia y la posible desaparición de las experiencias que una vez nos parecieron eternas e inocentes. Las decisiones pictóricas adoptadas por Berthot, fundamentadas en una larga experiencia, a veces se hacen visibles en sus frágiles armazones geométricos, que revelan un entendimiento profundo y contemporáneo de la incidencia de la luz sobre los objetos. Siguiente: Per Kirkeby en la galería Michael Werner de Nueva York.

Jake Berthot, Crag, high meadow, 2001

Jack Berthot, Young popular stand, 2001

Jack Berthot, Off-over Cliff, 2001

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