Max Ernst. Un collage invisible

La Fundación MAPFRE nos descubre los secretos de “Une semaine de bonté”

Max Ernst. Œdipe 7, 1933
“Une semaine de bonté”

Del 10 de febrero al 31 de mayo de 2009, en la Fundación MAPFRE. Instituto de Cultura (sede Recoletos) de Madrid

Producción: Fundación MAPFRE. Instituto de Cultura

“Max Ernst. Une semaine de bonté. Los collages originales”. Madrid, hasta el 31/05/09

INSTITUTO DE CULTURA FUNDACIÓN MAPFRE (Recoletos)

Paseo de Recoletos 23
Madrid (España)

Comisario: Werner Spies

Gracias a la Fundación MAPFRE, llega a Madrid una de las obras más inquietantes y desconocidas del universo surrealista. Se trata de la última novela-collage de Max Ernst, realizada durante el verano de 1933 con el título “Une semaine de bonté ou Les sept éléments capitaux” (“Una semana de bondad” o “Los siete elementos capitales”). Un total de 184 collages componen esta curiosa edición que hasta el año pasado – cuando fueron exhibidos en la Albertina de Viena, el Museo Max Ernst de Brül y la Kunsthalle de Hamburgo- sólo se habían mostrado público en una ocasión y, precisamente, en Madrid.

Unos meses antes de que estallara la Guerra Civil, el Museo de Arte Moderno de la capital, actualmente convertido en la Biblioteca Nacional, exhibió estas originales composiciones, a excepción de cinco de ellas, que fueron consideradas blasfemas. Existen varias razones por las que esta obra ha permanecido oculta durante todo este tiempo. La primera de ellas tiene que ver con la voluntad del propio creador, quien quiso que el proceso de elaboración de las piezas permaneciera en secreto. Aparentemente, nada se oculta tras estos grabados surrealistas de estética decimonónica y, sin embargo, como ya desvela el título de la propia muestra -“Max Ernst. Une semaine de bonté. Los collages originales”- las obras no son únicamente grabados, sino que se trata de collages tan minuciosamente ensamblados que la huella de Ernst resulta imperceptible. Por otra parte, teniendo en cuenta que las láminas están realizadas superponiendo y pegando recortes de grabados -generalmente extraídos de novelas publicadas a finales del s. XIX y adquiridas por Ernst en librerías de viejo, como una edición de “El paraíso perdido” de Milton, ilustrada por Gustave Doré-, lógicamente somos conscientes de que se trata de piezas delicadas en grado extremo. Después de pasar sesenta años escondidas, las obras originales vuelven a Madrid y, esta vez, podremos disfrutar de la edición al completo y sin censuras, hasta el próximo 31 de mayo. La novela se divide en siete carpetas que, como reza el título de la misma, son un anticipo satírico de lo que se encuentra en su interior; de este modo, con el juego de palabras “Una semana de bondad o Los siete elementos capitales”, Ernst nos hace una alusión irónica a los siete días de la Creación y los siete pecados capitales. Cada carpeta está dedicada a un día de la semana y es de un color diferente que alude de algún modo el tema que se aborda dentro de ella; por ejemplo, el lunes, que es de color púrpura (característico de la alta jerarquía de la iglesia católica) nos presenta al León de Belfort como alegoría de los vicios del poder político y religioso. Este es, sin duda, uno de los temas centrales de esta novela, en la que principalmente encontramos crítica, subversión y parodia antiburguesa.

La estética novecentista de las láminas llama poderosamente la atención en contraste con la expresividad surrealista que las caracteriza; una contradicción más de esta producción única que para el comisario, Werner Spies, es como un “crimen perfecto”: un collage imperceptible en el que Ernst se deshace de la principal característica de esta técnica, su visible construcción fragmentaria, para mostrarnos imágenes aparentemente unitarias -de cuidadísima y equilibrada composición- en las que lo insólito son las imágenes en las que absurdo, realidad, mito, sueño y fantasía conviven bajo una apariencia de total realismo.

Max Ernst. Le lion de Belfort 4, 1933
“Une semaine de bonté”

Max Ernst. L’intérieur de la vue. Deuxième poème visible 4, 1933
“Une semaine de bonté”

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