Apenas podemos atisbar qué caminos hubiera tomado su pintura porque falleció a los 35, cuando se encontraba alcanzando grandes éxitos entre los coleccionistas y lograban sus trabajos gran cotización. La carrera de Matthew Wong, que puso fin a su vida en 2019, fue tan breve como prolífica: en apenas unos años, siendo autodidacta y esforzándose incansablemente, fue capaz de gestar un lenguaje particular, que desplegaba en paisajes vibrantes de carga psicológica.
Este verano, el Museo de Bellas Artes de Boston presenta la que es su primera retrospectiva institucional, “The Realm of Appearances”, que cuenta con cuarenta composiciones, algunas apenas expuestas y otras icónicas entre los conocedores de su arte. Organizada junto al Museo de Arte de Dallas, único centro que en vida del autor adquirió obra suya, reúne esta antología piezas en óleo, tinta, acuarela y gouache realizadas por Wong a lo largo de los seis años que duró su carrera, desde 2013, cuando comenzó a pintar y dibujar profesionalmente, hasta 2019.
La mayor parte de sus imágenes corresponden a paisajes en una amplia variedad de estilos, desde vistas panorámicas en tonalidades muy vivas hasta montañas delineadas por largas pinceladas. No captaba en ellas enclaves de geografías concretas, sino más bien escenas que un público universal podría hacer suyas o encontrar cerca, quizá en relación con su propia identidad transcultural: residió la mayor parte de su vida en Canadá y Hong Kong. Esa suerte de cosmovisión expansiva también se manifiesta en la gama de referencias que es posible detectar en su producción, desde pinturas en tinta del período Qing, del siglo XVII, hasta el postimpresionismo, Gustav Klimt, Yayoi Kusama y otros creadores del siglo XX y el XXI.
Dos apartados vertebran el recorrido: el primero se centra en la primera mitad de su actividad, de 2013 a 2016, cuando aún vivía y trabajaba en China; el segundo corresponde al periodo 2016-2019, en el que encontraremos piezas más maduras, fruto de una evolución acelerada. Se había instalado ya en Canadá, donde pasó de pasó de pintar tierras misteriosas, de colores luminosos y patrones incesantes, a escenarios monocromos y fríos que representan, prácticamente, temas universales: la puesta de sol, el regreso a casa, la vista desde una ventana. Contemplados en conjunto, estos trabajos reflejan la búsqueda persistente de Wong de la captación de la relación de la humanidad con un mundo más allá del ámbito físico.
“Matthew Wong: The Realm of Appearances”
465 Huntington Avenue
Boston
Del 1 de julio de 2023 al 18 de febrero de 2024
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