Matías Costa y los hijos del naufragio

La Comunidad de Madrid le redica una retrospectiva en la Sala Canal de Isabel II

Madrid,

Según Matías Costa, fotografiar es parecido a dibujar un mapa: el proceso comienza con una búsqueda intuitiva sin objeto demasiado definido y, sean cuales sean los resultados, estos no son predecibles. Una vez tomadas sus imágenes, llega la fase de edición, que él equipara a esos dibujos infantiles en los que había que unir puntos con líneas generando figuras. Algunas de esas imágenes-puntos quedarán en el camino, porque tuvieron sentido en la búsqueda pero podrán no tenerlo en el trabajo final.

Este fotógrafo nació en Buenos Aires en 1973, en el seno de una familia marcada por las migraciones que procedía de Italia, España y Europa del Este; esos orígenes diversos sí han echado raíces en su trabajo, que tienen como nota común la atención a la identidad y a la memoria vinculada a los territorios y al desarraigo. Entiende Costa que nuestra noción de pertenencia a una cultura determinada tiene, al menos, tanto que ver con los vínculos que creemos firmes como con aquello que nos falta y buscamos, aunque no tenga forma definida y no lleguemos nunca a encontrarlo. Este esfuerzo por hallar lo esquivo tiene mucho que ver con su quehacer con las imágenes: Esa búsqueda vital se parece a lo que ocurre con la fotografía, donde lo más importante es lo que no se ve, lo que permanece oculto.

Matías Costa. S/T, de la serie The family project, 2010
Matías Costa. S/T, de la serie The family project, 2010

Hasta el próximo 31 de enero, en la Sala Canal de Isabel II, centrada en exhibiciones de fotografía y moda, la Comunidad de Madrid le dedica la retrospectiva “SOLO”, que repasa sus tres décadas de trabajo haciendo hincapié en las dos formas esenciales que su obra adopta: la de crónica y la de poesía. Una y otra vez nos sitúa Costa frente a naufragios: los de quienes no hallan sus identidades, ven morir sus proyectos vitales, experimentan el abandono o la orfandad o tratan de recuperar lo del todo perdido. El siglo XX está poblado, en el fondo, de esos relatos, de utopías comunitarias que se rompieron más o menos cruelmente y de hermandades que no cristalizaron.

Matías Costa. Plaza Francia. Ganador del Premio de Fotografía Banca March
Matías Costa. S/T, de la serie The family project, 2010
 S/T, de la serie Cuando todos seamos ricos, 2006
Matías Costa. S/T, de la serie Cuando todos seamos ricos, 2006

Son siete las series, realizadas en diversos lugares del mundo, que componen “SOLO”, entre ellas Zonians, ya presentada en la Galería Freijó y formada por imágenes realizadas entre 2011 y 2013 en Florida y en una zona del Canal de Panamá, de unas diez millas de extensión, donde habita la comunidad del mismo nombre, que a lo largo del siglo pasado residió en torno al Canal que unió dos océanos, un paisaje hoy muy alterado por la mano humana que antes fue bosque tropical y que ahora está dominado por construcciones vastas pero de colores bellos. En sus crecientes grietas se cuelan resquicios de la antigua selva.

Costa investigó la vida cotidiana de este colectivo desde un enfoque casi antropológico, fijándose en cómo la naturaleza no se deja vencer y trata de adueñarse de los espacios que antes ocupó, y también en la nostalgia presente en toda ruina, en este caso en los edificios hoy vacíos de la que fue una colonia militar.

SI sus primeros trabajos los llevó a cabo desde un enfoque esencialmente propio del fotoperiodismo, progresivamente ha dotado a su mirada de una mayor subjetividad, un sello personal y autobiográfico que entenderemos mejor si prestamos atención a los documentos y a los cuadernos de trabajo que también forman parte de esta exhibición, que ha comisariado Carlos Martín. Comprenderemos así que, aunque décadas y kilómetros separen sus sucesivos proyectos, y sus narrativas puedan parecernos distantes, todos se integran en una misma familia (comparten, esta vez sí, identidad y raíz). En unas y otras series, un proceso de escritura supuso el punto de partida de investigaciones y la realización de las fotografías, la solución a un desafío, una cierta curación; en “SOLO” la documentación no solo contextualiza, sino que también da claves en torno a temas simultáneos o replicados.

Martín resume las búsquedas de Costa en un verso de Pasolini: Voy vagando de un lado a otro buscando hermanos que ya no están.

 

Matías Costa. “SOLO”

SALA CANAL DE ISABEL II

c/ Santa Engracia, 125

Madrid

Del 1 de diciembre de 2020 al 31 de enero de 2021

 

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