Manuel Vilariño, dice verdad quien dice sombra

Manuel Vilariño. Al despertar, 2011 © Manuel Vilariño. VEGAP, Madrid 2013 Manuel Vilariño. Al despertar, 2011 © Manuel Vilariño. VEGAP, Madrid 2013

El Espacio Promoción del Arte de Tabacalera repasa la trayectoria de nuestro Premio Nacional de Fotografía en 2007 a través de un centenar de sus imágenes


Del 13 de septiembre al 24 de noviembre en Tabacalera. Espacio Promoción del Arte, Madrid

Comisario: Fernando Castro Flórez

Organiza: Ministerio de Educación Cultura y Deporte. Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas. Subdirección General de Promoción de las Bellas Artes

 

Rigor, sentido filosófico e intensidad poética son los pilares de la producción de Manuel Vilariño, fotógrafo que en 2007 se hizo con el Premio Nacional y que en los últimos años ha centrado su obra en la elaboración de naturalezas muertas atendiendo al sentido compositivo clásico del género y al cuidado minucioso de colores, pliegues y texturas. Velas, frutas, animales muertos o libros son el eje de trabajos que combinan el reflejo preciso de lo físico y resonancias oníricas relacionadas con su plasmación de la dimensión de la melancolía y la presencia latente de la muerte.

Manuel Vilariño. El Despertar 1, 2001 © Manuel Vilariño, VEGAP

Manuel Vilariño. El Despertar 1, 2001 © Manuel Vilariño, VEGAP

Ese vínculo con la poesía de las imágenes de Vilariño (él mismo, también poeta, señala: mi fotografía no existiría si no existiera la poesía, porque es un todo indivisible) no ha pasado desapercibido a Antonio Gamoneda, Chantal Maillard o Juan Barja, que han hablado de su producción. Parte de ella (un centenar de sus fotografías fechadas desde 1981 hasta hoy) se exhibe desde el 13 de septiembre en el Espacio Promoción del Arte de Tabacalera en una muestra retrospectiva comisariada por Fernando Castro Flórez que desmenuza los rasgos fundamentales de la estética del artista y que incluirá sus piezas más conocidas (polípticos de grandes dimensiones como Paraíso fragmentado, que se mostró en 2007 en la Bienal de Venecia) y dos instalaciones.

Manuel Vilariño. Paraíso fragmentado, 1999-2003 © Manuel Vilariño. VEGAP, Madrid 2013

Manuel Vilariño. Paraíso fragmentado, 1999-2003 © Manuel Vilariño. VEGAP, Madrid 2013

Castro Flórez habla de esas fotografías como de escenas rituales que dan espacio a lo invisible y que evocan en ocasiones la soledad, el silencio o la muerte, y otras veces la ternura, el placer del juego y la dicha del encuentro nacido de un viaje. Transmiten dramatismo y espiritualidad, pero también hablan de la intensidad de la vida y dan cabida a lo oscuro y lo ligero, a la luz y a la noche, pues se nutren de metáforas, de los ciclos vitales y de la plasmación del sentido del tiempo nacida de su observación, tranquila y también completa, de la naturaleza.

Manuel Vilariño. Abada, 2010 © Manuel Vilariño, VEGAP

Manuel Vilariño. Abada, 2010 © Manuel Vilariño, VEGAP

El coruñés realizó su primera exposición en 1982 y desde entonces ha introducido sus trabajos en las colecciones del Museo Reina Sofía, el MFA de Boston, el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (MEIAC) de Badajoz, ARTIUM o la Colección Coca-Cola.


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