Los dibujos de Rosario Weiss

Sobre ella recayeron las sospechas de ser hija ilegítima de Goya, aunque no hay dato documental que lo confirme: Rosario Weiss Zorrilla, de la que en diciembre de 2014 se cumplió el segundo centenario de su nacimiento, era hija de Leocadia Zorrilla Galarza y junto a su madre y junto al pintor aragonés vivió a comienzos de la década de 1820 en la Quinta del Sordo. Sabemos que en 1824, cuando Goya se trasladó a Burdeos, Rosario continuó residiendo en Madrid varios meses más, una etapa en la que, según datos ofrecidos por Mercedes Águeda Villar en la web de la Real Academia de Historia, recibió lecciones artísticas del arquitecto Tiburcio Pérez Cuervo, de quien aprendería la técnica de la tinta china tomando dibujos del propio Goya como modelo.

En septiembre de 1824 se desplazó a vivir a Burdeos de nuevo junto a su madre y su hermano, y allí continuó residiendo un tiempo tras fallecer Goya en 1828, recibiendo lecciones de pintura y dibujo con un miembro de la familia Vernet. En Francia comenzó a adentrarse en el empleo del color al óleo y allí aprendió a litografiar hasta que en 1833 se instaló nuevamente en Madrid, una etapa en la que realizó copias de pinturas de las colecciones del Museo del Prado y de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Socia del Liceo Artístico y Literario desde su creación, participó activamente en sus actividades y expuso en esta institución tanto piezas originales como copias de Goya. Se sumó también a muestras de la Real Academia de San Fernando, donde llevó copias de Velázquez, Goya, Van Dyck y Murillo.

Alcanzó el rango de académica de mérito y en 1842 le fue concedido el cargo de maestra de Dibujo de Isabel II y su hermana la infanta Luisa Fernanda, puesto que poco tiempo pudo mantener ya que murió al año siguiente.

La producción de Rosario Weiss es escasa y se compone fundamentalmente, como vemos, de copias de dibujos de Goya. A partir del 14 de mayo, el Museo Lázaro Galdiano exhibe, bajo el comisariado de Carlos Sánchez Díez, 36 dibujos de la pintura seleccionados entre los 58-entre estudios y bocetos- que forman parte de la colección de este museo, cifra que se ha incrementado a raíz de recientes investigaciones, porque hasta 2014 figuraban en los fondos del Lázaro ocho dibujos sueltos y un álbum con la copia de Los Caprichos.

Por razones de conservación, el público no puede disfrutar de estas obras habitualmente en el museo, así que esta exposición permitirá divulgarlas y a su vez poner en valor a una artista que no pasará a los anales de la historia pero que en su momento sí adquirió cierto reconocimiento como retratista, copista y litógrafa. La mayoría de estos dibujos fueron adquiridos por José Lázaro a las sobrinas y herederas de Weiss.

En concreto, podremos ver dibujos de animales y caricaturas, varios retratos de Goya y una versión de un conocido autorretrato del pintor datados entre 1821 y 1828; pequeños retratos de Mesonero Romanos, Mariátegui, Quintana o los condes de Oñate; dibujos de moda, dibujos para litografías, entre ellos La pasiega, que fue portada de la revista del Liceo en 1838, y su producción más conocida: copias de trabajos de Goya (Los Caprichos, Autorretrato, Retrato de Maíquez…) y de otros artistas clásicos y contemporáneos (es el caso de La Calesa, de José Elbo).