Historias no contadas: los dibujos de Juan Muñoz

El Centro Botín repasa, por primera vez, su obra en papel

Santander,

Sus esculturas, desde mediados de los ochenta, nos hicieron reconducir nuestra atención hacia la figura humana cuando esa disciplina, prácticamente, la había dejado de lado y suscitaron, además, confrontaciones con los espacios donde se disponían, generando en ellos desarrollos narrativos que nos invitaban a cuestionar la existencia de miradas únicas e interpretaciones unidireccionales en nuestra contemplación del entorno. También propusieron nuevos mecanismos de relación entre el espectador y la obra de arte, interpelándonos a través de los recursos teatrales del Barroco y apelando a lo escénico para desarmarnos: a menudo disponía Juan Muñoz grupos de figuras en actitud de interacción, componiendo escenas que podían crear espacios de índole psicológica al ser completadas por la mirada del público.

Algo más de veinte años después de la muerte del artista, y en el quinto aniversario del Centro Botín, este espacio santanderino nos invita a profundizar en una vertiente menos conocida de su producción: la de los dibujos, en los que captó este autor los registros que marcaron la evolución de su práctica. Bajo el comisariado de Dieter Schwarz, se han reunido doscientas piezas que llevó a cabo a lo largo de veinte años, prestadas para la ocasión por instituciones y coleccionistas particulares europeos y estadounidenses y por el Juan Muñoz Estate.

"Juan Muñoz: Dibujos 1982-2000". Centro Botín
“Juan Muñoz: Dibujos 1982-2000”. Centro Botín
Juan Muñoz. Later Portrait I, 1986
Juan Muñoz. Later Portrait I, 1986

El recorrido de la exhibición es fundamentalmente cronológico, aunque se vertebra en una docena de secciones temáticas, centrándose la última en la serie premonitoria Una breve descripción de mi muerte (1999), que Muñoz llevó a cabo solo dos años antes de su adiós repentino. El sello común de estos trabajos en papel seguramente sea su misterio: muy personales, ofrecen relatos por el camino de la figuración cuando esta opción implicaba una rebelión contra el dominio abstracto.

En la breve carrera del escultor (recordamos que falleció a los cuarenta y ocho), el acto de dibujar fue una constante, oscilando entre las imágenes más abocetadas, las planteadas como expresión detallada de sus planchas, las representaciones a mano alzada o las que proyectaba mientras trabajaba sobre lienzo. A veces estas piezas podían incorporarse a sus esculturas, presentando en algún caso escenas narrativas; en otras ocasiones las concibió de manera autónoma y las dotó de una gran carga metafórica; hemos de entenderlas, unas y otras, de cualquier forma, como un testimonio más del deseo del madrileño por desplegar sus ideas en todo tipo de soportes: también las llevó a la escritura, a las piezas de sonido o teatrales.

Nos hemos referido al papel pero, en el marco de esa libertad de acción,  dibujó asimismo sobre otros materiales, confiriéndoles cualidades escultóricas: contemplaremos en Santander Late Portrait, obra de 1985 en la que trabajó con carboncillo sobre cemento; la instalación The Nature of Visual Illusion (1994-1997), formada por tres figuras rodeadas de un gran acrílico sobre lienzo a modo de telón o las series Raincoat Drawings (1988-1995) y Back Drawings (1990-1995), llevadas a cabo ambas con tiza blanca y óleo blanco en barra sobre tela negra, situándose a medio camino entre el dibujo, la pintura y la escultura. En esta actividad encontró Muñoz, no una labor preparatoria, sino una actividad lúdica: Dibujar es un placer, una tarea solitaria y muy hermosa. Siempre dibujo. Nunca quise dibujar las piezas que estaba realizando porque pensaba que serían como ilustraciones, así que intento hacer dibujos que sean entidades separadas.

Si os hacéis con el catálogo de la exposición, no os perdáis el texto de James Cahill sobre las ilustraciones del artista para Joseph Conrad y el de Manuela Mena sobre su relación con el dibujo español de los siglos XVIII y XIX. También encontraréis reseñas de John Berger, James Lingwood, Declan McGonagle, Brenda McParland y Guy Tosatto, director del Musée de Grenoble, quien habla en este volumen de lo contundente y sutil del trazo de estas escenas de Muñoz: Era siempre extremadamente seguro. Podía ser punzante y asombrosamente delicado al mismo tiempo… es el dibujo de un escultor, con ese poder incomparable y ese sentido inigualable de volumen y espacio.

Juan Muñoz Boston Knee, 1995–1996
Juan Muñoz. Boston Knee, 1995–1996
Juan Muñoz. Raincoat Drawing, 1989
Juan Muñoz. Raincoat Drawing, 1989
Juan Muñoz Untitled (Woman and Man with Mirror), c. 2000
Juan Muñoz. Sin título (Woman and Man with Mirror), hacia 2000

 

“Juan Muñoz: Dibujos 1982-2000”

CENTRO BOTÍN

Muelle de Albareda, s/n

Jardines de Pereda

Santander

Del 25 de junio al 16 de octubre de 2022

 

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