El pintor y escultor minimalista Lee Ufan ha sido el artista contemporáneo invitado por el Palacio de Versalles para intervenir sus estancias y jardines a lo largo de este verano. El surcoreano presentará allí hasta noviembre una selección de diez nuevas obras que describe como “intensas y silenciosas” y que, como es habitual en sus esculturas anteriores, yuxtaponen materiales naturales, como la piedra, con otros de carácter industrial, como el acero, sugiriéndonos la posible existencia de un eslabón perdido entre ambos.
Estas piezas llevan el título genérico de “Relatum”, en alusión a la creencia de Ufan de que una obra de arte no es un ente autónomo e independiente, sino irremediablemente dependiente de lo exterior: de su tiempo y del espacio geográfico y social en el que es creada.
Formado en principio como filósofo, Lee Ufan ha desarrollado una producción conceptual de significados mucho más profundos que los que el ojo nos sugiere a simple vista. Según el crítico Robert C. Morgan, lo más interesante de su trabajo es su estructura, no en un sentido estrictamente físico, sino en el virtual y táctil: el transfondo filosófico de sus obras se materializa y alcanza gravedad hasta poder ser tocado.
El artista reside actualmente entre Japón y Francia y es representado por la Pace Gallery de Nueva York, la Kukje de Seúl, Scai the Bathhouse en Tokyo y la Lisson Gallery de Londres.
Sucede como invitado en Versalles al artista povera Giuseppe Penone.
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