El francés Laurent Mignonneau y la austriaca Christa Sommerer llevan décadas trabajando como dúo en proyectos creativos y de investigación dedicados a los lazos entre el arte, las ciencias naturales y la tecnología; sus propuestas son en la mayor parte de las ocasiones interactivas y tienen que ver con sus respectivas formaciones: él estudió videoarte en la Academia de Bellas Artes de Angulema; ella, botánica y antropología en la Universidad de Viena y escultura en la Universidad de Bellas Artes de esa misma ciudad. Además, ambos ejercen la docencia: han trabajado durante una década en Japón como profesores asociados en el IAMAS – Institute of Advanced Media Arts and Sciences de Gifu; y en 2004 fundaron el departamento de Interface Cultures de la Universidad de Arte y Diseño de Linz, donde continúan dando clase.
Sus instalaciones se basan en el desarrollo de interfaces naturales e intuitivas y tienen que ver con su manejo de un concepto del arte en el que este no es fruto de la creatividad o la inspiración de su autor, sino de un proceso dinámico y abierto, vinculado a los parámetros de interacción y evolución de las imágenes y dependiente tanto de códigos artificiales como de la intervención humana.
Una selección de dieciocho de sus obras, escogidas entre el medio centenar de instalaciones que han ideado en las últimas tres décadas, puede verse desde hoy en Bilbao, en Azkuna Zentroa: en ellas, las luces, el agua o las plantas quedan convertidas en herramientas sensibles destinadas a facilitar la conexión del público con entornos virtuales en los que, quizá, podrá tomar conciencia del peso de sus decisiones sobre los ecosistemas, aunque estas parezcan individuales o aparentemente banales; también profundizar en conceptos propios de la física cuántica, la teoría de los sistemas complejos, la nanociencia, la genética molecular o la vida artificial.
La exhibición, que lleva por título “The Artwork As a Living System” y ha podido verse con anterioridad en Alemania (ZKM—Centro de Arte y Medios de Karlsruhe), Austria (OÖ Landes-Kultur GmbH de Linz) y Bélgica (iMAL – Art Center for digital cultures & technology de Bruselas), viene por tanto a subrayar las posibilidades que para la creación contemporánea ofrecen las tecnologías móviles, la inteligencia artificial o el estudio del impacto de ambas en la esfera social y la económica; entienden sus trabajos como sistemas vivos, desde un enfoque amplio del término, ya que no contemplan la vida como una entidad única, sino desde una pluralidad de formas.
Las obras más tempranas en la muestra datan de los noventa, cuando hardware y software no formaban parte aún de nuestro vocabulario y nuestra vida cotidiana. Ya en aquel momento, Mignonneau y Sommerer comenzaron a analizar los principios de la vida y la evolución virtual en propuestas como Interactive Plant Growing (1992), basada en la interacción entre las plantas naturales y quien las contempla; Phototropy (1994), sobre el crecimiento de los seres orgánicos; o A-Volve (1994 -1997), un estudio de las interfaces naturales y de las opciones de interacción en tiempo real.
A finales de esa década, instalado Internet en las rutinas de algunos, comenzó a explorar el dúo los nexos entre arte, genética y texto, en piezas como Life Spacies II (1999), un hábitat de vida artificial del que no fueron los únicos autores: se generó a partir de mensajes de correo electrónico enviados por personas de todo el mundo, que con ellos podían dar lugar a sus propias criaturas.
Algo después, y ya en nuestro siglo, llegó Mobile Feelings (2002-2003), un proyecto que construía lazos entre personas desconocidas a través del tacto virtual y de las sensaciones corporales que eran capaces de suscitar teléfonos móviles especialmente diseñados para enviar y recibir señales táctiles. En Life Writer (2006), por su parte, hicieron de una antigua máquina de escribir analógica un dispositivo capaz de elaborar textos digitales, deviniendo sus letras organismos artificiales con vida propia.
Sus creaciones más recientes, en ocasiones animaciones alumbradas por ordenador, han indagado tanto en la economía de la atención, la relación entre artista, obra de arte y público, el valor económico e ideológico del tiempo o la cultura del selfie, como en la crisis climática y las derivaciones del COVID-19, incluso en el rol de los insectos para la supervivencia humana.
“The Artwork As a Living System” fue ideada por Karin Ohlenschläger, Peter Weibel y Alfred Weidinger, los dos primeros ya fallecidos, y se pretende también que este sea un tributo a las aportaciones de la alemana y el ucraniano en los campos del arte, la ciencia y la tecnología.
Mañana, 8 de febrero, el dúo ofrecerá una visita guiada en Azkuna Zentroa a las 18:00 horas (con entrada libre previa inscripción); habrá más recorridos explicados, así como un taller de audioguías para el alumnado de distintos niveles escolares.
Laurent Mignonneau y Christa Sommerer. “The Artwork as a Living System”
Arriquibar Plaza, 4
Bilbao
Del 7 de febrero al 26 de mayo de 2024
