Las promotoras artísticas del siglo XVII, protagonistas de la segunda edición de El Prado en femenino

Tras la buena acogida de la iniciativa El Prado en femenino el año pasado, la pinacoteca madrileña desarrolla, desde hoy y hasta el 8 de septiembre, una segunda edición de este programa destinado a divulgar la actividad coleccionista de mujeres pertenecientes a las casas reales europeas cuya labor tiene que ver con los fondos del Museo.

Este proyecto atiende a un criterio cronológico, por lo que, si el primer itinerario se centraba en el periodo comprendido entre el nacimiento de Isabel la Católica y la muerte de Isabel Clara Eugenia (1451-1633), esta vez se avanza hasta el siglo XVII para explorar la labor de promotoras artísticas cuyas vidas quedan enmarcadas temporalmente entre las figuras de Isabel de Borbón y Mariana de Neoburgo (1602-1700); entre ellas destacará la reina Cristina de Suecia, que poseyó el conjunto más notable de escultura clásica del  Prado, además de pinturas esenciales en sus fondos como las tablas de Adán y Eva de Alberto Durero.

Se acompaña este itinerario con una publicación sobre sus protagonistas, con cuatro audiovisuales que se han estrenado hoy, en coproducción con CaixaForum+, y con un extenso programa de actividades, incluyendo visitas con la comisaria del recorrido, Noelia García Pérez, recursos de contenido digital (un mapa relacional interactivo), guías para familias, un curso de formación para el profesorado, un ciclo de cine (del que formarán parte los títulos El rey pasmado, La reina Cristina de Suecia, Los tres mosqueteros o Le Tableau Painting), una pieza de danza o una nueva editatona, el 16 de mayo en la Sala de las Musas. Asimismo, se han revisado títulos y cartelas, modificándose los de siete de las treinta y cuatro obras del recorrido, y ya en octubre, el Museo acogerá las jornadas Mujeres y ruralidad.

Velázquez. La reina Mariana de Austria. Museo Nacional del Prado
Velázquez. La reina Mariana de Austria. Museo Nacional del Prado

Por su alcance, continuidad y por la participación transversal en este programa de profesionales de las distintas áreas del Museo, los responsables del Prado han situado este programa en la orbita de otros emprendidos en el mismo sentido por centros europeos como el Rijksmuseum de Ámsterdam (Women of the Rijksmuseum) y la National Portrait Gallery de Londres (Reframing narratives).

Junto a la citada Cristina de Suecia, cuya conversión al catolicismo y su abdicación la acercaron a la corte española de Felipe IV (serían Felipe V e Isabel de Farnesio quienes adquirieron sus esculturas clásicas), otras protagonistas de este segundo capítulo de El Prado en femenino son Mariana de Austria, reina regente en nuestro país en la década transcurrida entre 1665 y 1675, que supo construir una imagen propia de poder que legitimase su autoridad cuando se veía cuestionada por su origen extranjero, su condición femenina y su falta de experiencia, e Isabel de Borbón. En relación con esta última, primera esposa de Felipe IV, se han reunido pinturas que decoraron la Torre de la Reina en el Alcázar de Madrid, recién renovada entonces.

Destacan esas obras por su número y calidad; también por sus iconografías, que habían sido cuidadosamente escogidas por Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II; por incluir un buen número de trabajos de Rubens y por permitir a los expertos analizar los intercambios culturales en las cortes del barroco.

Sebastién Bourdon. Cristina de Suecia a caballo. Museo Nacional del Prado
Sebastién Bourdon. Cristina de Suecia a caballo. Museo Nacional del Prado

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